Cultura
En Aracataca se rindió homenaje al Gabo periodista
La labor que Gabriel García Márquez, ejerció en el “oficio más bello del mundo” durante más de seis décadas, fue el tema que se abordó en el conversatorio, ‘Regreso a Macondo: la curiosidad y el olfato periodístico de Gabo’, evento organizado por el Ministerio de Cultura, como parte de programación del Hay Festival de Cartagena, fiesta literaria que se realiza del 28 al 31 de enero, en la Heroica.
El diálogo que tuvo lugar este 27 de enero, a medio día, en el auditorio de la Casa Museo Gabriel García Márquez, contó con la presencia de la Ministra de Cultura, Mariana Garcés Córdoba; el Alcalde de Aracataca, Pedro Sánchez Rueda, y el Secretario de Cultura de Aracataca, Wilson Hernández, entre otras autoridades. Más de 120 personas, incluidos numerosos catequeros y habitantes de la región, siguieron con atención la charla sobre el más noble miembro de su comunidad.
El conversatorio estuvo moderado por la periodista Margarita Vidal y contó con la participación de la escritora Piedad Bonnett, el cronista e investigador, Alberto Salcedo Ramos y el director de la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, Jaime Abello Banfi, quienes en un ameno encuentro destacaron la innata curiosidad y el infalible olfato para detectar las mejores historias y los personajes más sorprendentes que siempre caracterizaron el trabajo del Nobel.
La moderadora del foro, Margarita Vidal, inició el diálogo señalando su admiración por la visión periodística del autor de ‘Cien años de soledad’. “La faceta a la que Gabo más le gustaba destacar era la de periodista, una profesión que ejerció por más de 60 años y el mejor oficio del mundo, como él lo definió en un momento”, dijo la destacada periodista.
Jaime Abello, señaló que más allá del periodista, el foro permite descubrir a un hombre apasionado. “Un análisis comprometido con el periodismo lo llevó a pensar, a crear su fundación. En 1994 vimos a un Gabo regresando al periodismo, pensando en los temas de la educación; un Gabo con experiencia en impartir talleres de creación de historias y que decide abordar el tema de ‘Noticia de un secuestro’, para hablar de la libertad de expresión”.
Abello también aseguró que el escritor tenía muy claro cuál era la diferencia entre el campo literario y periodismo. “Se ha dicho que Gabo desde niño quería ser escritor, que se aprendió poemas de memoria, pero buscando los caminos de escritor tiene la fortuna de encontrarse con el periodismo y descubre que ese oficio tiene otras posibilidades. Ahí aprende que no hay nada que le convenga más a un escritor que hacer primero una investigación exhaustiva para luego crear lo que le viene en gana”.
Por su parte, Piedad Bonnet, resaltó la dosis de autoconciencia del escritor de Aracataca para poder seguir sus propios caminos. “Cuando Gabo estudiaba en Zipaquirá su mayor pasión era la poesía. Pero una intuición última le dijo que él no era para escribir poemas y tuvo la valentía enorme y se va por el camino de periodista. Creo que lo que él quería ser primordialmente era escritor. Y eso se evidencia cuando decía que lo que él quería hacer era escribir solo sobre su infancia. Él encuentra el periodismo como una salida extraordinaria que le permite escribir sobre lo que le gusta mientras que paralelamente salen otras cosas maravillosas como las que vimos en su obra. Los poetas no somos buenos para contar. Pero Gabo era un hombre que adoraba la música de las palabras, tenía tantas cosas qué contar, que supo que la poesía ya estaba incluida en su prosa”.
En su análisis sobre el escritor colombiano, Bonnett destacó cómo después de ‘La Hojarasca’, García Márquez optó por una novela como ‘El Coronel no tiene quién le escriba’. “Es una obra que tiene una decantación verbal enorme y yo creo que esa ya es una lección del periodismo. Pero él tenía en su cabeza esa costumbre de llenar de hipérboles sus obras y en ‘Cien años de soledad’ es la novela donde mejor conjuga la capacidad de narrar los hechos con gran imaginación, y eso es lo que la academia denomina Realismo Mágico”, concluye.
El destacado cronista Alberto Salcedo Ramos, dijo que el nobel tuvo intuición literaria y una gran curiosidad que le permitió pasar de la ficción a la no ficción. “Cuando Gabo empezó a probar el reportaje lo hizo en La Costa, muy tímidamente publicando en El Heraldo. Pero cuando llega a Bogotá y empieza a trabajar con El Espectador lo empieza a hacer de forma decidida. Lo primero que yo destacaría es que él supo moverse entre el periodismo y la novela”.
El conversatorio que además abordó otros aspectos como la visión política del escritor y el apoyo incondicional que tuvo de su viuda Mercedes Barcha, concluyó poco después de la 1:30 p.m., para dar terminada así la serie de actividades que MinCultura realizó en Aracataca desde el pasado 26 de enero, con el propósito de contribuir a la sensibilización y promoción de la lectura, que les permitirá a los cataqueros y asistentes a los eventos, apropiarse aún más de la obra y la memoria de Gabo.
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