Columnistas
¿Insatisfacción democrática?
Por Rubén Darío Ceballos
Fin de la democracia es salvaguardar la iniciativa de autogobierno del pueblo, mediante un sistema de representación, lo que es imposible de darse o llevarse a cabo si los llamados a autogobernarse no tienen conciencia democrática.
Es por ello, que resulta sustancial comprender que la esencia de la democracia está en convenir gobierno y voluntad ciudadana, ya que la auténtica conciencia democrática es la de lograr el bien común. Es la conjugación del saber hacer política que deje satisfechos al más amplio segmento de población posible. Por lo cual es fundamental conocer qué es lo que la sociedad demanda y cómo articular, como hermanar, cómo conjuntar las distintas sensibilidades existentes.
Hoy es evidente la insatisfacción y el desencanto con la democracia, reputada como el mejor sistema de gobierno existente. A decir de muchos, porque no hay elecciones confiables sino amañadas, intervenidas, viciadas, que no traduce como debe ser, un sistema político representativo e incluyente; y, por cuanto no ofrece en la práctica resultados concretos y tangibles para las mayorías.
Otros estudiosos de la temática refieren que los resultados del proceso político importan, al tiempo de afirmar que en Estados donde es mayor el crecimiento económico, es menos la corrupción y el desempleo, significando lo cual una mayor satisfacción con el sistema democrático, además de otras consideraciones qué si son respetadas, tales como la libertad de expresión, la representatividad de los partidos, la rendición de cuentas por parte de las instituciones y la equidad de género, entre otras aspectos, asociados a una mayor valoración democrática.
Tenemos un sistema democrático. Ciertamente. Pero, lo tenemos consolidado. Son claras sus reglas de juego. Hay entre nosotros un sistema electoral fuerte. Un sistema de partidos importante. ¿Funcionan los pesos y contrapesos? Considero que no, y es evidente toda vez que para nada es clara la relevancia de la política en la vida cotidiana, la economía, la seguridad ni en expreso beneficio colectivo, fundamento esencial de la política. No podemos perder de vista que la democracia debe producir resultados correctos, concretos y socialmente deseables. Para que esto ocurra hace falta que más políticos hagan buen uso del poder público.
El desencanto e insatisfacción democrática se torna peligroso cuando entra a producir desinterés por la política entre los ciudadanos, siendo importante, camino a su robustecimiento, fortalecer la democracia, porque es vital que diariamente haya participaciones activas acompañadas por un voto inteligente y por votos de castigo.
Imperativo entonces, darnos a la tarea de desarrollar esa conciencia democrática, además de fomentar el valor fundamental de convivencia ciudadana, al tiempo de propugnar porque todas las estructuras democráticas se interesen real y verdaderamente en este propósito como un compromiso inaplazable.

You must be logged in to post a comment Login