Ciencia
El defensor de tiburones
El samario Carlos Polo Silva, protector de las especies marinas
Desde la academia, el biólogo marino adelanta proyectos relacionados con la alimentación y el comportamiento de ciertas especies, entre ellas, rayas y tiburones.
Dánisa Varela Mendoza
Carlos Julio Polo Silva, nacido en el barrio Galicia de Santa Marta, desde pequeño mostró su interés por los animales. Hoy, adelanta investigaciones en pro de la conservación de ciertas especies marinas, en especial, por la de los tiburones.
Cuando se graduó como bachiller, empezó sus estudios de biología marina en la Universidad ‘Jorge Tadeo Lozano’ en Bogotá. Allí cursó seis semestres y la universidad dispone que los últimos cuatro sean en Santa Marta, por lo que regreso a su ciudad natal.
“Mis padres, (Julio Polo Chávez y Magaly Silva) son testigos que siempre fui curioso con los animales, mirando las hormigas, las arañas. Además, toda la vida me ha gustado el mar. Mi papá desde muy pequeño me llevó al mar y poco a poco fui cogiéndole gusto, sobre todo, cuando empecé a conocer los peces. A partir de ese momento, decidí ser biólogo marino y lo tenía tan claro, que fue la única opción de carrera a la que me presenté en la universidad”, contó Polo Silva.
En el 2004 terminó su carrera universitaria y luego de varios años viajó a México a cursar una Maestría en Ciencias en Manejo de Recursos Marinos. Sin embargo, en 2009 se propagó el virus de AH1N1, por lo que junto a su esposa, en agosto de 2009, inició el Doctorado en Ciencias Marinas y Limnología en la Universidad Nacional Autónoma de México, hasta comienzos de 2013. Compromisos laborales con el gobierno, motivaron a Carlos Julio Polo a regresar por segunda vez a Colombia.
Hasta el 2015 estuvo vinculado con la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca donde a través de un grupo de investigación se encargó de diferentes estudios, entre esos, los relacionados con pesquería, evaluación de recursos pesqueros y las medidas de conservación de tiburones y rayas que hay en el país.
También se vinculó como consultor para Latinoamérica en una ONG que trabaja para la conservación de tiburones y a la fecha sigue brindando asesorías en aras de preservar los recursos y las especies de escualos.
“En algunos países, el recurso tiburón es muy apetecido, con el fin de comercializar sus aletas, más que por el aprovechamiento interno del producto. Ya empezamos a trabajar con Perú, Panamá, Ecuador en las estrategias de manejo y evaluaciones pesqueras”, aseguró el biólogo marino.
Desde el año pasado se radicó en Santa Marta y trabaja como docente de planta en la Universidad ‘Jorge Tadeo Lozano’ a cargo de la asignatura de Ictiología y Biología Pesquera en el programa de pregrado de Biología Marina, luego de postularse a una oferta en la capital del país donde estuvo hasta 2016.
Actualmente, se encarga del diseño y formulación de proyectos en la Maestría de Ciencias Marinas y de la Maestría en Gestión Ambiental de Sistemas Marinos Costeros.
ESPECIES QUE MÁS LES LLAMAN LA ATENCIÒN
El ejercicio de su profesión le ha dado la oportunidad de trabajar de cerca con cientos de especies, sin embargo, hay dos que les llaman la atención. Una de ellas es el tiburón zorro o Alopias sp. . “Es un animal muy lindo, es un tiburón bastante particular, porque el lóbulo superior de la aleta es tan largo como el cuerpo y lo utiliza como un látigo para aturdir a sus presas y capturarlas, para luego consumirlas”, explicó el biólogo samario.
Mientras cursaba su doctorado, Carlos Polo Silva trabajó con el Prionace glauca, también conocido como el tiburón azul. “Realmente es hermoso, es una de las especies de tiburones que más me gustan”, acotó.
También destaca las características de otras especies como el mero, peces vela y los atunes. “Hay muchas especies muy interesantes, enigmáticas y grandes”.
MITOS Y VERDADES SOBRE LOS TIBURONES
Entre las especies que más despiertan curiosidad en las personas se encuentra el tiburón. Hay alrededor de ellos una serie de mitos que solo aquellos que han tenido contacto con estos animales pueden ratificarlos o desvirtuarlos.
Al respecto, Carlos Julio Polo indicó, que muchos de los mitos nacieron a raíz de la publicidad llamativa que han hecho con el fin de atrapar a un público, despertando el morbo con las películas sobre tiburones.
“Son animales salvajes como cualquiera que esté en su ambiente natural, como es el caso de los leones o tigres. Nosotros no les gustamos a los tiburones, porque tenemos muy poca grasa; los ataques que se han reportado han sido por confusión. Sin embargo, se debe aclarar, que cuando un animal tiene hambre y se encuentra con una persona en su ambiente y no tiene nada más a la vista, es lógico que se lo coma para saciar su hambre. Pero, nosotros estamos en su menú, no nos consumen por gusto, por decirlo de una forma más sencilla”, precisó.
AVANCES EN LA PROTECCIÓN DE ESPECIES
En los últimos cinco años, el Gobierno colombiano ha mostrado su interés en proteger a los tiburones. Muestra de ello es la Resolución 375 expedida el 17 de abril de 2013 por la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca, a través de la cual se prohíbe el aleteo de tiburón en Colombia y se reglamentan los procedimientos para su manejo y control y que fue ratificada en la Resolución 1743 del 29 de agosto de 2017, «Por medio de la cual se unifican las medidas de ordenación, administración y control del recurso pesquero denominado tiburones y rayas en el territorio nacional.
La resolución ordena específicamente, “prohibir la práctica del aleteo consistente en el cercenamiento y retención de las aletas de tiburón, y descarte del resto del cuerpo al mar, durante las faenas de pesca de cualquier pesquería desarrollada por embarcaciones de bandera nacional y/o de bandera extranjera afiliadas a empresas colombianas en aguas jurisdiccionales”.
Así mismo, “para el aprovechamiento integral de los tiburones y mantener las características mínimas necesarias para la identificación de las especies, es necesario que, al momento del desembarco, las aletas estén adheridas de manera natural al tronco del tiburón, las cuales deberán tener un corte parcial no mayor al 75 % de la base, para facilitar el estibaje en bodegas”.
Según el biólogo marino, “a los tiburones los capturaban tanto por pesquería artesanal como industrial, les quitaban las aletas y los regresaban al mar. Eso es una crueldad porque el tiburón sin sus aletas no se puede mover y termina ahogándose. Eso está prohibido hoy por algunas resoluciones en Colombia”.
Por otro lado, la pesca industrial dirigida fue prohibida tanto en el Pacífico como en el Caribe colombiano. En San Andrés no está autorizada la captura de tiburones tanto en pesca artesanal como en pesca industrial.
“Quizá sea un poco difícil que se pueda efectuar una revisión por todas nuestras costas, pero en la medida de lo posible, se han hecho cosas. De igual forma, Colombia no es un país que capture muchos tiburones, incluso realizan más esta práctica en el Pacífico que en el Caribe”, anotó Carlos Polo Silva.
De acuerdo con las estadísticas, en el 2013 Colombia fue uno de los países con mayor participación en la Convención sobre el Comercio Icite, donde se evalúa el estado poblacional de muchas especies.
Mientras, en el 2016 se logró incluir en el Apéndice II de Icites al tiburón zorro y a otras dos especies para que tuvieran una mayor protección en cuanto al tráfico. “Pese a que en Colombia no hay capturas muy grandes, ha dado pequeños pasos en beneficio de estas especies”, destacó.
FUNCIÓN DE LOS TIBURONES
Cada animal cumple su función en el ecosistema. Los tiburones, por ejemplo, son reguladores de los animales que están enfermos; los que transfieren o modifican las redes tróficas, teniendo en cuenta que consumen animales que están por debajo de ellos y permiten controlar que haya ciertos grupos de consumidores secundarios.
De igual forma, emiten señales del estado del ecosistema. “Estas especies son las que mantienen el estado de salud de los ecosistemas en cierto grado; cuando no hay tiburones es una muestra que está pasando algo o que es un ambiente perturbado.
El tiburón, aunque tienen un valor comercial muy alto en ciertas regiones tienen una función importante en nuestro ecosistema y tratar de eliminarlos nos perjudica a todos y le hacemos un daño al ambiente en el que ellos se encuentran”, indicó Polo Silva.
INVESTIGACIONES EN CURSO
Junto a tres estudiantes de la Universidad ‘Jorge Tadeo Lozano’ y su esposa Angélica Barrera García, Carlos Julio Polo adelanta un trabajo de monitoreo pesquero con la Fundación Fauna Caribe de Colombia, en temas relacionados con la ecología trófica para conocer qué comen; cómo y dónde se alimentan ciertas especies de rayas, tiburones y algunos peces en la región norte del Caribe.
“Todo eso está relacionado también con un proyecto de la Universidad ‘Jorge Tadeo Lozano’, sede Santa Marta, que se llama productividad y calidad ambiental marina con el fin de conocer más o menos esa conexión que hay en el Caribe colombiano a través de los fenómenos de surgencia que permiten que haya mucha disponibilidad de nutrientes en esta región”, puntualizó el profesional en biología marina.
¿CÓMO PROTEGER LOS OCÉANOS?
El biólogo Carlos Polo Silva sugiere a los samarios disfrutar el mar y sus recursos de manera responsable. “Siempre que puedo, les recuerdo a mis amigos, que aquellas especies que no se pueden comer, no las consuman, como es el caso del mero, no lo pidan en los restaurantes. Esa es la única forma de disminuir la presión que tienen ciertas especies que están en peligro y por eso las autoridades piden que no se les capture y si lo llegan a hacer, los liberen, lo más pronto posible.
Tampoco pidan tiburón, ni cazón. Es una forma de concienciar a las personas, que si queremos mostrar estas especies a nuestras próximas generaciones, es imprescindible hacerlo de esa manera”.
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