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Metrópolis

Un crimen con mayoría de edad

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18 años cumple el asesinato de Hugo Maduro Rodríguez, un estudiante de economía de la Universidad del Magdalena, que se caracterizó por estar al frente y alzar la voz para defender la educación pública, a su alma mater y a los estudiantes y trabajadores que hacían parte de esta.

Daniela Pirela Wisman

Siempre comprometido con su labor, Maduro, denunció actos de corrupción que ocurrían en ese entonces en su Universidad, de la mano del Sindicato Nacional de Trabajadores y Empleados Universitarios de Colombia, Sintraunicol y, de la Asociación Sindical de Profesores Universitarios, Aspu.

SU MUERTE

Un 26 de mayo del año 2000, Hugo Maduro conversaba con su hermana Cándida en la puerta de su casa, cuando una motocicleta de alto cilindraje interrumpió la conversación.
La moto era conducida por dos sicarios, quienes con pistolas en mano intentaron alcanzar a Hugo, quien intentó salir por la puerta del patio, pero está estaba cerrada con candado.
Buscó un lugar donde esconderse, pero el asesino lo halló debajo de la cama de su cuarto, levantó el colchón y descargó el arma en el cuerpo de Hugo.

CONMEMORACIÓN TRAS 18 AÑOS DE IMPUNIDAD

Con un conversatorio en la Universidad del Magdalena, familiares y amigos rindieron honor a Hugo Maduro.
La plaza central de este campus universitario se vistió de fotografías y mensajes que hacían referencia al estudiante asesinado.
Silenciaron las voces de las víctimas, pero no borraron sus denuncias, las mismas que, junto con sus muertes, hoy día siguen en la impunidad.
Armando Restrepo, líder sindical, siente aun indignación por lo sucedido, y lucha aun porque nunca se vuelvan a repetir estos hechos en la Universidad del Magdalena, ni en ninguna universidad de la Región Caribe. Añadió que, “es evidente el grado de impunidad que hay en este proceso que cursa en la Fiscalía, son 18 en los que nosotros hemos estado luchando a pesar de todas las adversidades que se nos han presentado, en busca de que frente a estos casos haya justicia, verdad y garantías de no repetición”.
En la conmemoración hubo muchas sillas vacías, Armando Restrepo, señala que hay temor en los estudiantes, y que en esta alma mater no se acostumbra a hacer conmemoración hacia las personas que fueron víctimas de la intromisión paramilitar, “aquí se hacen eventos de recreación, y académicos, pero en temas álgidos, como es el tema de los asesinatos en la universidad nada que ver”, puntualizó finalmente el líder Restrepo.

OTROS CRÍMENES IMPUNES

De acuerdo con Armando Restrepo, líder sindical, aún existe el riesgo por los antecedentes que se generaron producto de la oposición que hicieron a un proyecto que se implementó en la Universidad, “llamado Refundación, que irónicamente coincidía con un proyecto paramilitar que se llamaba Refundar la Patria”, añadió.
Frente a esto, los líderes hicieron una fuerte oposición que tuvo consecuencias lamentables como fue la desaparición forzada en el año 1999 de una estudiante de Ciencias Sociales, llamada Lesbia Polo. “No sabíamos que ella estaba desaparecida, sino hasta el 2014, cuando nos dimos cuenta en una audiencia de Justicia y Paz”, contó Armando Restrepo.
Un año después en el 2000, asesinaron a Hugo Maduro Rodríguez, en su casa. Luego, en el año 2001 de acuerdo con el líder Restrepo, paramilitares asesinaron al profesor Julio Otero Muñoz, y un año después asesinaron al profesor Roque Morelli.

Estos crímenes de integrantes de la comunidad universitaria se dieron de manera continua año tras año, implementando el terror con los asesinatos y constantes amenazas, señalamientos y panfletos de las Autodefensas Unidas de Colombia, AUC.

“A pesar del riesgo que esto representa, y que sabemos puede generar consecuencias como las que se les generaron a las personas que fueron asesinadas, seguimos adelante con nuestra lucha, creemos que tarde o temprano va a llegar la justicia”, afirmó Armando Restrepo, líder sindical.

LAS FAMILIAS

En torno a los asesinatos ocurridos, las familias además de perder a sus seres queridos, tuvieron que huir, como es el caso de la familia de Hugo.
Eran presa de amenazas, seguimientos y, estaban seguros de que si se quedaban iban a ser asesinados.
Así sucedió con la esposa de Julio Otero, quien tuvo que exiliarse en Canadá después de una serie de amenazas que se le presentaron cuando ella encaro la defensa y, la búsqueda de la verdad, e hizo las denuncias respectivas ante la Fiscalía de Bogotá.

LA JUSTICIA

Los procesos se encuentran en la Fiscalía 190 de Derechos Humanos de Bogotá, y han tenido su desarrollo, “el 11de diciembre hice una declaración de las varias que he hecho, esperamos que pronto haya resultados”, añade Armando Restrepo.
Quien también afirma que debe caerle el peso de la ley a la persona o personas que de una u otra forma tuvieron que ver con los lamentables asesinatos que se dieron en la Universidad. “Los paramilitares han manifestado dentro de este proceso su autoría, pero también han señalado a personas como autores intelectuales de estos asesinatos”.
Armando Restrepo ha sido una de las personas que ha mantenido una posición a pesar de todas las consecuencias que esto le ha traído, tal es el caso de las amenazas y atentados.
Aun así, afirma que mantendrá su posición firme porque frente a estos casos tiene que haber verdad. “Aquí ha habido un corredor de amenazas, en el 2012 fueron amenazados 9 profesores, unos renunciaron y otros se fueron a otras ciudades u otros países, producto de las amenazas que se presentaron en la universidad”.

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