Confusión entre los taxistas con relación a la implementación del taxímetro

Álvaro Mejía

Esta semana se anunció con bombos y platillos la implementación del taxímetro en la ciudad de Santa Marta. Tanto el secretario de movilidad de la ciudad Ernesto Castro, como algunos representantes de los taxistas realizaron unas vigorosas campañas en diferentes medios de comunicación y redes sociales para hacer visible esta nueva manera de cobrar las tarifas en los viajes que se lleven a cabo en el Distrito de Santa Marta.

Pese a toda esta movida, lo cierto es que muchos de los conductores que ejercen su oficio en la ciudad, no tienen claro como funciona este aparato, y mucho menos saben cuáles son las tarifas que les correspondería cobrar. Tampoco están seguros de que tan beneficiosa será para ellos la implementación de esta medida, ni a partir de qué fecha se hará obligatorio el uso de este instrumento.
Ese es el caso de Henry, uno de los tantos taxistas que trabajan en la ciudad. Este profesional del volante, lo que espera de esta implementación es que las tarifas sean las justas, y se declara a la expectativa, tanto el como algunos de sus clientes acerca de la manera en la que se va a usar el taxímetro. Lo que sí tiene claro, es que muchos de los usuarios tradiciones podrán tomar la decisión empezar a desplazarse en medios alternativos al taxi, ya que no todos estarán en la capacidad de pagar el costo de la carrera.

Lo cierto es que, según Henry, no ha habido un consenso entre el gremio para determinar si es positiva o negativa la implementación del taxímetro.

Marlon Orozco

Otro de los taxistas que muestra su confusión y preocupación con relación al tema, es Marlon Orozco, para quien según las charlas que ha recibido por parte del “dueño de los taxis”, muchos de los usuarios se verán perjudicados, ya que este cobro “solo llegará hasta la bomba de azúcar”, lo que generará una gran confusión y enojo por parte de los usuarios, con quienes tendrán que acordar una tarifa a partir de ese punto de referencia, “ahí se van a ver los inconvenientes con el usuario que venga del aeropuerto al centro de la ciudad y tome un vehículo con taxímetro, se va a molestar cuando le cobremos la tarifa, entonces va a haber mucha confusión”, asegura Orozco.

Otra de las quejas entre los conductores de los vehículos amarillos, es la falta de una verdadera inducción acerca del tema, “lo único que nos dijeron es que hay dos meses para empezar a implementarlo”.

A sus oídos también han llegado las historias de usuarios que se quejas de la implementación del cobro por taxímetro. Según Marlon, un usuario se subió enojado a su taxi porque le cobraron $9.000 desde el centro hasta Andrea Carolina. Ese usuario estaba acostumbrado a pagar $7.000. Concluye diciendo que en Santa Marta, las personas están acostumbradas a arreglar con el taxista, por eso, cree que el arreglo de la tarifa entre el cliente y el taxista se seguirá implementando.

Álvaro Rodríguez

Álvaro Rodríguez es un taxista con una amplia experiencia en este trabajo. Basado en esta, la primera consideración que tiene con relación a esta nueva medida, es que no va a ser duradera. Otro de los aspectos que analiza Rodríguez, es el hecho de que quienes se van a ver más perjudicados serán los usuarios, y reitera lo que Marlon Orozco nos contaba, que muchos usuarios están notando el cambio que se produce entre las tarifas tradicionales, en contraste con las nuevas tarifas del taxímetro. “Hay tarifas que han pasado de los 7.000 pesos a 8.900 o 9.000 pesos, entonces la diferencia se nota.

No se puede negar la intención que hubo de socializar la medida entre los usuarios. También es claro que hasta el momento se encuentra en “periodo de prueba”. Lo que no se puede negar es que entre quienes prestan el servicio, no está del todo claro. La mayoría no sabe cuál es el uso real de este instrumento, por lo cual, están decididos “negociar” con el cliente antes de perder la carrera, es más, no tendrían inconveniente en seguir cobrando las tarifas tradicionales, todo con el fin de poder llevar el sustento a sus casas.