Columnistas
Mirar al mar, mirar al morro, mirar al turismo
Por: Rubén Darío Ceballos Mendoza*
Revelan comprobados estudios académicos y científicos, que mirar al mar, hacerlo cercano, estar en él, genera cambios increíbles en el cerebro: sensaciones de paz, tranquilidad, calma, relajación, bienestar, lo que a decir de los neurocientíficos no es solo una percepción subjetiva sino que realmente produce cambios positivos. El sonido de sus olas, sostienen, activan la corteza prefrontal del cerebro, área asociada a las emociones, haciendo que la capacidad de bienestar y autoconocimiento se amplíe; además de tener el poder de regular los niveles de serotonina que produce el organismo y mejora del estado de ánimo, reduce la ansiedad y activa positivamente memoria, atención, inspiración, creatividad y toma de decisiones.
En la única parte que pareciera no darse este cúmulo de beneficios es en nuestra ciudad, o mejor, en nuestros dirigentes, quienes teniéndolo frente a ellos, no se han percatado de la fuente inmensa de riqueza y oportunidades que en sí mismo entraña. El mar es una auténtica maravilla, y más cuando ofrece otras muchas en y sobre sus aguas, que constituyen retos y coyunturas para su debida atención y explotación, como es el caso de nuestro morro, protuberancia pétrea magnifica de sin igual presencia, al que apenas una que otras vez se le ha prestado alguna escasa atención.
No se explican propios y extraños, como semejante belleza no ha sido explotada como debiera y constituirse pueda en una real fuente de ingresos para la ciudad, en el que adecuadamente diseñado caben restaurantes de lujo, sitios para eventos, peregrinaciones en lanchas y demás otros vehículos marítimos hoy en auge, revistas naúticas, moderno mirador, iluminación y paseos nocturnos de ida y vuelta con derecho a recorrerlo; y en fin, las atracciones todas que la imaginación permita.
Es mirar turísticamente lo que tenemos con otros ojos, lo que debemos proponernos hacer. Que todo el mundo, nativos y foráneos, puedan sentir el mar y nuestro morro como parte de ellos, como algo que llena vidas. Tenemos un morro único, de fantasía, belleza natural que es envidia universal y muchas ciudades del mundo quisieran tener, el cual bien pudiera ser fuente de ingresos y empleo desde lo ambiental, cultural, empresarial y social, desde luego que con la plena observancia de los riesgos ambientales, en la necesidad de proteger a tiempo nuestro patrimonio natural. Medio ambiente, economía y cultura ligados estrechamente están y obligan su conservación y cuidado.
Mucho margen tiene nuestra bahía (para solo hablar de un punto de los muchos que tenemos en la ciudad para hacer de ellos destinos de importancia para el turismo nacional e internacional), para generar en ella importantes como diversos desarrollos aptos para el hacer turístico, al que se pueden vincular gran número de empresas y entidades vinculadas al medio marino, económico, cultural y comercial, muchas de ellas por su tradición y experiencia crearían oportunidades ciertas para que se den válidas sinergias. Que importante fuera que se iniciara una cruzada en esta dirección y la administración distrital abanderara esta y otras iniciativas sobre tan especial y espacial particular.
You must be logged in to post a comment Login