En el barrio Las Américas solicitan intervención de Patio de Eventos por afectaciones a los moradores

De forma anónima, un ciudadano habitante del barrio Las Américas, en Santa Marta, pide intervención de las autoridades dada la existencia de un Patio de Eventos, que lleva el mismo nombre del sector, en el cual se desarrollan fiestas hasta altas horas de la noche, sin tener en cuenta el carácter residencial de dicho sector.

De acuerdo con el denunciante, la queja ya ha sido interpuesta en varias ocasiones ante los organismos correspondientes y, sin embargo, la situación no ha sido atendida. Acorde con su relato, el sitio, ubicado en la Calle 31 con Carrera 15 esquina, les ha arrebatado la tranquilidad con las rumbas y el alto volumen de la música, lo que en ocasiones les impide, incluso, conciliar el sueño.

“Es insoportable el ruido ensordecedor que no nos deja dormir, las calles y andenes vecinos se convierten en parqueaderos y es imposible transitar tranquilamente por el sector, la venta de drogas es el común denominador y como si fuera poco, lo más deplorable de todo esto, es que la Policía se dedica a recibir sobornos cada vez que los vecinos los llaman”, relata.

La problemática se ha salido tanto de control, que hace dos semanas se realizó un evento con artistas musicales en vivo que no contaba con el permiso de la Alcaldía para llevarse a cabo y, aunque en esa ocasión uniformados hicieron presencia para suspender la fiesta, minutos después de haberse ido, pusieron volumen a la música nuevamente como si nada hubiese ocurrido.

Patio de Eventos Las Américas/ Cortesía.

Algunos moradores han optado por enviar cartas hasta la Secretaría de Gobierno de Santa Marta, la de Seguridad y a la Policía Metropolitana, no obstante, ninguno de estos mecanismos ha sido eficiente para ejercer control porque, de alguno, ni siquiera han obtenido respuesta.

A pesar de que el secretario de Gobierno, Marcelino K’david, anunció una investigación en torno a estas circunstancias no se han tomado medidas pertinentes. Es por eso que elevan nuevamente la denuncia pública pues aseguran que no los quieren escuchar.