Una mujer en UNIANDES

Por: Cecilia López

¿Será que, por fin, después de décadas de lucha, podremos las mujeres empezar a romper ese techo de cristal que nos han puesto los hombres? Nunca ha habido una mujer en la rectoría de la Universidad de los Andes, ni tampoco ha habido una Ministra de Hacienda ni una Gerente del Banco de la República. Hoy ante la renuncia de Alejandro Gaviria que por fin se lanza a la presidencia de la República, queda ésta vacante y hay dos mujeres en la contienda. Sin duda son candidatas de lujo, María Lorena Gutierrez y Ana María Ibañez, pero llego el momento de mostrar nuestras preferencias.

Voto por Ana María Ibañez, una brillante economista con una trayectoria académica de lujo que además conoce y maneja lo ambiental y lo social como ninguna. No desconozco las grandes cualidades de María Lorena a quien también conozco personalmente y quien también ha tenido una trayectoria importante en la vida académica del país. Sin embargo, al pertenecer al grupo de Sarmiento Angulo como presidente de Corficolombiana, personalmente no me parece conveniente porque este grupo, el Aval, ya es dueño de todo en el país y lo único que le falta es Uniandes. Es una lástima, pero ella ya es parte de un grupo dueño de El Tiempo y de Portafolio, que como se por experiencia personal, saca de su ámbito de acción en este caso la prensa, a quien no se le arrodilla a este gobierno y a Uribe. Me duele porque tiene todas las cualidades para este cargo, pero también tiene este grave inconveniente. Pero ella decidió libremente ser parte de ese grupo sobre el cual hay muchas dudas sobre su independencia, entre otras.

Por el contrario, Ana María ha sido siempre una académica en el mejor sentido de la palabra y son tales sus méritos académicos que no llegó a ser la Economista Jefe del BID, por circunstancias que nada tienen que ver con sus capacidades. Nadie mejor que ella, cuando se necesita tanta independencia de esos grupos económicos que tienen tan asfixiado al país, para asegurarle a esta nuestra universidad que ese sectarismo con el que el grupo Aval maneja sus intereses, incida en la universidad, en sus profesores y sobre todo, en el rumbo de sus investigaciones.

Tendría los Andes una profesional que no va a abandonar el cargo porque nunca ha querido entrar a la política entre otras porque me imagino que considera que a ese nivel es muy difícil conservar la independencia que es el mayor aporte que la academia puede hacerle al país. Además, conociendo a Fidel Cano, su esposo y a ella, el Espectador seguirá demostrando esa independencia que ha convertido este medio, como el único que vale la pena leer. Algunos hacen esfuerzos tratando de mostrar algo de distancia con el poder, pero otros, como los del grupo que responde a los Sarmiento Angulo, claramente le han generado costos inmensos a la libre expresión, un derecho constitucional. Su ambición por todo tipo de poder ya ha creado muchos problemas que han asumido los colombianos, de manera que aunque María Lorena es una mujer capaz, para muchos su íntima relación con ese grupo no sería lo mejor para la Universidad de los Andes.