Columnistas
También Plato (Magdalena) es Macondo, también Plato es Gabo
Por: Carlos Arteaga España
Con justicia recordamos en estos días a Gabo, el hombre más importante de las letras colombianas y uno de los genios de la literatura universal, comparable con Cervantes, según expreso Neruda al leer Cien años de Soledad.
En mis épocas universitarias mi padre me obsequio un bello libro donde se estudiaban las instituciones penales en la obra de García Márquez escrita por el conocido penalista Antonio Cancino, abogado del expresidente Samper en las horas críticas del proceso 8.000.Ese acercamiento inicial me llevo a devorar toda la obra de Gabo , la cual se me revela con un asombro particular: Allí en las páginas de sus libros se encontraban todos los personajes que desde niño había observado y en el escenario mas macondiano del mundo: Plato-Magdalena.
Borges brinda en su Poema de los Dones por la patria sentida en los jazmines o en una vieja espada. Nos inculcaron un sentimiento patriótico anclado a un himno y una bandera, sin embargo, nada más hondo sentimentalmente que los recuerdos y el sentir de un pueblo. Las remembranzas de mi pueblo, y su inagotable capacidad de crear cosas extraordinarias y fura de lo común era cosa de admirar.
La señora Bernardita Gallego, quien otrora posaba en una familia de alcurnia y linaje, se ve sorprendida un día con una calamitosa noticia: Su familia estaba quebrada. Mi paisana antes que buscar la caridad colectiva o someterse a los lamentos sin tregua como costumbre de muchos, se ve un día convertida en una pitonisa(Bruja la llamaban allá),con la peculiaridad que su consultorio era ambulante:Lllegaba a las viviendas de los pobladores de entonces, y sin asomo de vergüenza desenfundaba un tabaco, o bien leía el fondo de una vaso donde de habían consumido el tinto, para revelarle la “suerte” de los moradores del inmueble por un limite temporal de 2 meses pues rápidamente advertían dos meses toca ver nuevamente este asunto, y se me echan los baños ,pues esta sal de ustedes fue puesta por gente envidosa”Paso seguido facturaba sus veinte pesos que le permitían conservar la dignidad con menos pompa que ayer, pero le sentaba bien.
EL señor Francisco Trespalacios vivía de un par de bienes inmuebles. Allí rento mi padre un espacio para su despacho de abogado. Este hombre se aparece un día en el umbral de la oficina y sin ningún desparpajo se autoproclamo el Anticristo, y lo mejor del cuento que una revista (VEA) de la época le extendió un informe asegurando que cada noche era custodiado por dos mástiles negros al lado de su cama, y tenía entre sus cabellos la marca de la bestia:666. Ese día mientras me narraba el cuento, pensé carajo de dónde saca este hombre tanta vaina, con esa mansedumbre y bondad infinita cómo puede reclamar paternidad de la encarnación del mal según las sagradas escrituras. Al momento de escribir me comenta una paisana que el hijo del personaje mencionaba con orgullo estos extraños acontecimientos entre los compañeros del único colegio católico del pueblo. Una vez vino de visitas a Santa Marta nuestro paisano, sin embargo, luego de un tiempo la situación económica le paso factura. Al percatarse de la situación salió a caminar por la avenida del libertador, sin ningún rumbo, meditando sobre lo divino y lo humano, percatándose de una muchedumbre agolpada en una vivienda donde se rumoraba que había él un espíritu que lanzaba las adornos y trastos por el aire. Sin asomo de duda ofreció sus servicios de exorcista y exclamo que era un espíritu de una niña que solo el lograba ver. Pidió un anticipo de 300 mil pesos, se fue a la botánica Juliao a preparar unas pócimas, y por extraño que parezca los moradores del inmueble manifestaron que en los días sucesivos se había alejado el “fantasma “ recobrando la tranquilidad anhelada .El “exorcista” ya con los pasajes de vuelta del segundo desembolso de sus nuevos artes de espiritista llamo una buseta puerta a puerta, se compro unos pargos en Taganga y feliz narraba esta anécdota en su silla Momposina, mientras prendía y apagaba un cigarrillo cada de diez minutos, con sorbos de un café cerrero que el mismo se preparaba. Contrario a los exorcistas creados por Hollywood esta yacía feliz todo el tiempo y sin espectros que lo persiguieran.
Otra anécdota. Desde épocas pretéritas periodistas con mediana influencias logran dignidades y condecoraciones a mandatarios locales con una dadiva del erario público para ese propósito. Un mandatario de apellido muy reconocido en Plato consiguió una distinción en el recinto del Senado de la República, lo cual volvió una noticia en todos los rincones de la población, que en medio de la perplejidad se preguntaba que estándares eran los evaluados para tan alta distinción: Mejor alcalde del Magdalena.
En esas andaban de boca en boca la novedosa noticia cuando Richoll un personaje del pueblo con un porte cantinflesco, de pantalones tiro bajo que se dedica a la venta de loterías daño la fiesta del mandatario y sus seguidores. Tenía Richoll la inveterada costumbre de embriagarse para convertirse en portavoz de los que no tenían voz. Y emergía del hombre tambaleándose del exceso de licor un orador de plaza pública. A ratos musitaba expresiones ininteligibles, y otras con mayor claridad, como cuando enterado de la notición, se acercó al en palacio municipal exclamando” Doctor Zutano a usted lo han declarado el mejor alcalde del Magdalena, yo lo declaro en esta tarde el mas grande ladrón de la Republica” El servidor público de marras que estaba cerca, no pudo menos que festejar la bendita ocurrencia de nuestro buen amigo. Y que lógica tan impecable, le negaba la distinción y le extendía el oprobio caricaturesco mas allá de nuestro departamento, esto expresado por un hombre borracho hasta lo indecible.
En esta bendita tierra donde se cuenta de transacciones mefistofélicas(venta de trabajadores al Diablo) de ganaderos cada año , por trabajadores para acrecentar el patrimonio, donde un cura mantenía relaciones casi vox populli con varias mujeres, y era respetado por su comunidad, donde las brujas seguían echando el tabaco a la suma módica de 5 mil pesos, donde la realizan amarres y le retornan al amor ingrato con baños y sahumerios ,donde le “pueden” poner una esencia en el agua para que se enamore, en fin aquí donde no hay una línea clara entre la realidad y la magia, es a mi modo de ver el laboratorio imprescindible para un hombre como García Márquez.
Plato en suma mayor, Ariguaní, Aracataca o cualquier rincón de este departamento tienen (¿o tenían?) las sustancias vivenciales para crear ese mundo imaginado y creado por Gabo en su obra, que es muy vernácula. Nuestro ethos es este. Desmedido e inconmensurable. ¡Las parrandas, las comidas fritangas, los infaltables gorreros, los mujeriegos de boca, ¡Las procesiones de las fiestas patronales que terminan en bacanales! Por eso nos identificamos con los compositores vitalistas como Escalona, Pacheco, o Diomedes y decimos “este es el amor …amor…el amor que me divierte cuando estoy en la parranda no me acuerdo de la muerte”
No es sino recordar como el invierno inclemente nos sacaba a varios de los hogares por la cercanía a un arroyo, sin embargo, en ese pequeño barrio llamado Henequén jamás se eclipso la alegría. La resiliencia, la capacidad de lucha, la altanería para combatir la queja y la adversidad con entusiasmo es un hecho aleccionador de esos años de muchachada. salir a las calles sonaban de forma ininterrumpida los voladores, al tiempo que en las madrugadas veía sollozando a mas de un amigo en la víspera de año nuevo, no de tristeza, sino de alegría por el milagro de la vida y la compañía de los ausentes, porque contrario a lo expresado por Juancho Polo Dios en la tierra si tiene amigos, a pesar de la desventura de su Alicia Dorada.
Si, Gabo supo interpretar esto tan magistralmente que se inmortalizo en el alma colectiva, y sin amago de duda, de no haber escrito esto el nobel, otro lo hubiera escrito, quizás sin tanta majestuosidad, pero sin con igual fuerza, pues la materia solo estaba pidiendo forma, y en eso reside la grandeza incomparable de García Márquez, por lo que resulta vano compararlo con otros autores quizás mas intelectuales en su prosa y temática, pero menos nuestro.
Hoy evoco ese terruño de mi infancia que tantas veces anduve de la mano de un hombre que me enseñó a amar la vida, a tener la fe y la esperanza viva de que mañana o en cualquier momento la existencia puede dar un giro. Plato es un mosaico de gente maravillosa, y lástima porque nos faltaron las anécdotas del Savoy, culo alegre, mayeya, pichirilo, boca e vieja, la pesito, las brujas de carnaval, el mundo de los burreros y tantas anécdotas propicias para un libro costumbrista. Plato es Macondo con todas sus hipérboles, sus excesos y algo mas.
NOTA: ¡Sabemos que el 2020 y 2021 han sido años duros para este rincón del Caribe, pero desde estas líneas invito a mi terruño recobrar la esperanza y la capacidad de resiliencia que tanto nos identifica! ¡El bendito creador no dio vida a tanta vitalidad a un pueblo para dejarlo padecer! Si existe vida, hay esperanza ¡
*Los nombres de los personajes reales se cambiaron para este artículo.