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Columnistas

10 errores imperdonables de campaña política

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Por: Orlando Caballero Díaz 

 

Toda campaña política debe considerar los siguientes 10 errores imperdonables que conllevan a la no elección de sus candidatos, pérdida de tiempo y dinero.

El éxito de una campaña política según Warren Edward Buffet, depende del equipo de trabajo: “Contrata a los mejores y déjalos hacer lo que saben. Si no, contrata a los más baratos y que hagan lo que tú dices”.

1.- La actividad política electoral es reglada y controlada jurídicamente. El principal error de campaña política consiste en no contar con un equipo de abogados expertos en derecho electoral que garantice el éxito de la defensa técnica jurídica electoral de las etapas: preelectoral, electoral, escrutinios y contenciosa del proceso electoral, si fuere necesario demandar la elección del contradictor o defender la propia.

La defensa jurídica del proceso electoral debe ser técnica en todos sus etapas. Estudios, validación jurídica y capacitación, en: la inscripción de cédulas y candidatos; inhabilidades e incompatibilidades; avales y modificación de lista; trashumancia y doble militancia; adopción del censo electoral; sorteo de jurados; designación de testigos electorales; auditorías a procesos tecnológicos;  y capacitación de todos los actores, son indispensables para el éxito de campaña, en la etapa preelectoral del proceso.

El día de elecciones, en cada mesa de votación es esencial la defensa jurídica de la votación realizada a través de los testigos electorales, quienes supervigilaran el proceso de elecciones de 7:00 am a 4:00 pm, chequeando: la instalación de la mesa, el censo de mesa, el registro de votantes, nivelación de la mesa y trámite de las reclamaciones, actividades propias de la etapa electoral.

Sin defensa jurídica en el 100% del tiempo que duren las audiencias de escrutinios, iniciando por el de mesa, verificada por intermedio de los testigos de escrutinio, el candidato y sus abogados, ante cada comisión escrutadora: zonal, municipal, general departamental y nacional,  la campaña  está llamada a un fracaso estruendoso, por la falta de una defensa técnica jurídica electoral calificada de sus votos en urna.

Ante el error de la falta de control jurídico del proceso administrativo electoral,  lo único procedente para la campaña será intentar, en aras de recuperar la perdida eleccionaria, hacer otro gran esfuerzo económico e inversión de mayor tiempo,  buscando la opción de poder ante la jurisdicción contenciosa administrativa, interponer el medio de control judicial de nulidad electoral, lo cual pudo evitarse contratando un equipo jurídico de defensa calificado de campaña.

2.- El candidato debe rodearse del mejor equipo técnico de campaña. Desarrollar una campaña política solo con buenos amigos es un error. Para una campaña política es necesario tener asesores calificados en las diversas disciplinas del conocimiento.

El conocimiento especializado de campaña debe proporcionarlo un equipo articulado de expertos, quienes aportan sus saberes a la estructuración, planeación, organización, discurso e implementación de una estrategia exitosa del proselitismo y control de campaña.

3.- Un error de campaña política es la falta de planeación. El éxito de campaña política en gran medida está garantizado en: planear, organizar, dirigir y controlar, cada una de las etapas del proceso electoral.

En el contexto mundial las campañas políticas día a día son más planificadas y tecnificadas. La generación espontanea de votos no existe, el captar la atención del elector para llevarlo a las urnas, requiere de un proceso organizado y bien gestionado, que permita adicionalmente un monitoreo permanente.

4.- Otro error es la falta de financiación del 100% del gasto de campaña, la cual debe calcularse con base en los topes establecidos por el Consejo Nacional Electoral, con fuentes lícitas, y, registro oportuno de los movimientos contables en el aplicativo oficial “Cuentas Claras”.

Muchas campañas políticas no llegan hasta el final del proceso electoral por falta de recursos económicos. Proyectar bien la financiación de campaña es un ejercicio previo que debe realizar el candidato y su equipo económico, sin ello los resultados adversos están seguros.

  1. Con mucha fuerza el marketing político se abre paso ante las campañas que cometen el error de adolecer de un plan digital de comunicaciones. El mundo digital es la base comunicacional del planeta antes y después de la pandemia.

Masificar la buena imagen del candidato y su propuesta de campaña, representa el objetivo principal de la campaña, complementario del voto ciudadano en la urna. Nada reemplaza al medio digital que ofrecen las redes sociales para obtener tal fin. Una campaña exitosa es la que logra llegar a través de los medios digitales y de comunicación formal, al mayor número de votantes potenciales.

6.- Es un error salir al campo político sin que previamente la campaña haya fijado el target o población objeto de su proselitismo. Es decir, la fijación de la segmentación o nicho de sus electores con base es su caracterización y afecto, constituye un aspecto sin el que será posible fijar una óptima estrategia de campaña.

Toda campaña debe contar con su propio nicho político. Ello constituye la base de partida de una opción política con vocación real de poder, que además permite explorar nuevos campos para la presentación estratégica de la propuesta.

7.- La propuesta política de campaña es esencial para la captación del voto informado. Un error de campaña es su construcción por fuera de la situación fáctica del entorno político. El discurso debe ser sencillo, objetivo, creíble y realizable.

El electorado ha venido paulatinamente cambiando en sus exigencias respecto de las calidades de los candidatos. Los medios de comunicación y redes sociales han permitido hacer más visible la vida y resultados de los actores políticos. De tal manera, que el ciudadano elector al momento de tomar una decisión entre las candidaturas, tiene en cuenta definitivamente la imagen y la propuesta de la campaña.

8.- Tal vez el error más común de una campaña política es el triunfalismo. Una campaña es verdaderamente exitosa cuanto logra el voto suficiente del elector en las urnas y su conteo en los escrutinios. La falta de votos para superar umbrales y cifra repartidora, impiden el éxito de campaña. No se gana con el mero deseo.

La última palabra la tiene el ciudadano elector el día de las elecciones y si los votos en urna no son contabilizados a favor de la campaña su derrota está dada. No se duda en afirmar que una elección se gana o pierde por un voto. El valor de un sufragio es inconmensurable para una campaña bien estructurada.

Se pudieron haber invertido ingentes esfuerzos económicos, logísticos y de tiempo,  pero si en primer lugar, el voto del ciudadano elector no entra a la urna a favor de la campaña y en, segundo término, si posteriormente este voto no es escrutado a favor del candidato, todo el esfuerzo de meses de la campaña ha sido en balde.

En política una regla de oro consiste en no ser triunfalista, llevar los votos a las urnas y defenderlos técnicamente en los escrutinios, es lo que se recomienda hacer hasta último momento de campaña.

9.- Subestimar al rival político es un error. Lo correcto es estudiar sus puntos débiles para establecer una estrategia de confrontación en campaña.  No asistir a los debates con opositores es un error imperdonable.

Las campañas que se basan en la descalificación del adversario tienen pocas probabilidades de éxito. La crítica permanente de las propuestas de la campaña adversaria la catapulta al éxito, la dotan de permanencia en la palestra política e impiden una buena oportunidad para presentar ideas propias.

Aunque en los últimos años, las campañas han basado mas su proselitismo electoral en la descalificación, mentira, miedo y crítica del oponente, que en la presentación de propuestas de programas propios, se advierte un giro radical debido al fastidio del ciudadano elector, quien está ávido de propuestas innovadoras que consulten su interés y la solución viable de sus necesidades.

10.- La tecnificación de la campaña política cuenta con instrumentos de medición de la intención del voto, no contar con encuestas o sondeos de confianza es un error que impide tener un acercamiento real del posicionamiento del candidato en la campaña.

Además, la tecnología es el medio para hacer del proceso electoral, el ejercicio de un derecho político electoral ciudadano más fácil, seguro, ágil y con entrega de resultados transparentes rápidos.

La inscripción de cédulas, de candidatos, la modificación de listas,  los sorteos de jurados, la acreditación de testigos electorales, el censo electoral, la trashumancia, los escrutinios en todas sus etapas, el preconteo, la digitalización de actas, entre otros, son procesos realizados con el uso de herramientas tecnológicas, los cuales deben ser controlados técnicamente por la campaña.

Entonces, sin duda las campañas políticas en el inmediato futuro serán más o menos exitosas en la medida que eviten cometer los anteriores 10 errores imperdonables. ¡Éxitos Campañas sin errores!