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Columnistas

Templanza: necesaria cualidad de un presidente

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Por: Cecilia López Montaño

 

De acuerdo con su definición, «templanza es una cualidad humana que consiste en actuar o hablar de forma cautelosa y justa con sobriedad, con moderación o contingencia para evitar daños, dificultades e inconvenientes.» Siendo realistas es muy difícil pedirles a dos candidatos presidenciales en una campana tan cerrada, que tengan todo lo que esto significa cuando se están jugando su futuro y además de paso, algo que no siempre algunos tienen en mente, nada menos que el del país. Sin embargo, es una cualidad fundamental para un presidente que va a manejar una sociedad tan compleja y que además tendrá que dirigir la transición de un pasado que el país rechaza y un futuro que se percibe terriblemente polarizado.

Petro ha vivido en medio de todos los ataques que un ser humano puede tener y lo único que se le reconoce es que es muy inteligente, constante y que conoce el país, todo lo demás son acusaciones de muy grueso calibre. La verdad es que no ha tenido otra posibilidad para seguir buscando la presidencia después de varios intentos, algunos más fallidos que otros, que fortalecer su capacidad de resistencia, mostrar confianza en sí mismo, no entrar en colera entre otras para contra atacar sin salirse de sí mismo. Es verdad que no siempre se modera, pero no puede negarse que trata de hablar siempre sin salirse de casillas. Es decir, los golpes permanentes de una élite que no se inhibe al afirmar que el es todo lo malo que le puede pasar a este país, le han dado un cierto grado de templanza. Ya en el poder, si llega, tendrá esa piel endurecida por todo lo que ha vivido el y su familia por décadas.

Rodolfo Hernández que tiene hoy por lo menos el apoyo verbal de toda la elite colombiana que odia a Petro por razones que la historia contará con objetividad, también ha recibido ataques, que en los últimos días empezaron a subir de tono. Sin embargo, su historia es otra. Es explosivo, parecería que o no piensa lo que dice y responde en caliente o esa es su forma de actuar que ha convencido a muchos. Pero la verdad es que templanza así sea en grado mínimo está lejos de ser su cualidad más notoria. Lo complicado pensando en el como presidente, es que esa forma desabrochada se supone que es la explicación de gran parte de su alta popularidad de manera que el no tienen razones objetivas para cambiar, por lo menos hasta ahora.

Simplemente como una reflexión especialmente por los que no votaron en la primera vuelta y aun no han decidido su voto el 29 de junio. Es hora de mirar no solo las propuestas de estos dos contrincantes que cada vez se parecen más con excepciones que asustan como el aislamiento del país con menos embajadas en un mundo lleno de colombianos o el impuesto a las ventas que aumentará el costo de lo humano y lo divino, sino la personalidad de los candidatos. Es decir, aquellas cualidades y defectos que ya son evidentes. Presidente sin cierto grado de templanza es un alto riesgo. Piénsenlo.