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Radiografía de la salud pública del Magdalena: deudas y trabajadores sin pensión

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Foto de referencia.

La salud en el Magdalena ha sido tema de debate y preocupación con mucha frecuencia, debido a los grandes problemas que este sector enfrenta en diferentes aspectos y en distintas ubicaciones del departamento. Una de las muestras más dicientes, son las numerosas manifestaciones que se han registrado, por ejemplo, en el Hospital La Candelaria de El Banco, en donde hubo renuncia de médicos y las deudas con el personal alcanzaron a sumar seis meses de salario.

Así como el citado caso, hay otros centros de salud pertenecientes a la red pública magdalenense que se enfrentan a dificultades serias, en medio de la falta de soluciones por parte de la Administración Departamental, liderada hoy por Carlos Caicedo.

Nidia Castañeda, presidenta del Sindicato Nacional de la Salud y la Seguridad Social – Sindess, en el Magdalena, explicó a OPINIÓN CARIBE que los inconvenientes no son una situación general, destacando, sin embargo, que hay algunas Empresas Sociales del Estado – ESE, en las cuales los obstáculos se han ido acumulando desde hace varios años.

“La crisis no es en todos los hospitales porque, como tal, no es generalizada, hay algunos que tienen problemas desde hace mucho tiempo, como el de El Banco, el de Cerro de San Antonio, el de San Zenón, que vienen con unos pasivos de tiempo atrás, pero que, a raíz del método de financiamiento de la salud, que es a través del mismo producido que ellos hacen con la venta de servicios, a muchos hospitales esos recursos no les alcanza para subsanar todos los compromisos que tienen en la vigencia”, explicó.

Lo anterior, provoca que cada año haya un déficit que, con el paso del tiempo y la falta de gestión, sigue creciendo.

Nidia Castañeda.

 

Trabajadores sin pensión

La líder sindicalista explicó que, entre otras cosas, uno de los mayores inconvenientes a los que se enfrentan y que hoy están convertidos en crisis, es el tema de los trabajadores prepensionables.

“Por ejemplo, en Cerro de San Antonio hay empleados que ya tienen la edad de retiro forzoso, pero no ha sido posible que el fondo de pensiones les reconozca la pensión porque hay una alta deuda con los aportes”, afirmó Castañeda.

Una situación similar estaría atravesando la ESE de El Retén y la de Sitionuevo, este último, acorde con la entrevistada, tiene una deuda de casi 14 años del aporte de seguridad social que, en estos momentos, para subsanarla, le estaría costando al centro hospitalario alrededor de $600 millones.

“Ya a estas personas, que tienen más de 60 años, les han notificado que tienen tres meses para gestionar lo de la pensión y no ha sido posible que les reconozcan lo que les corresponde. Se han interpuesto tutelas y los jueces han fallado diciéndole a Colpensiones que haga el actuarial que debe, se lo mande al hospital y les dan un plazo al hospital para que pague, pero eso cuesta mucho”, añadió Castañeda.

Sobre el tema, indica, además, que es necesaria y urgente la gestión del Gobierno Departamental ante el Nacional para encontrar una manera de asignar los recursos y poner al día a las ESE con los aportes.

 

Pero, ¿qué provoca esto problemas financieros?

Al respecto, fue consultada una fuente cercana a este medio de comunicación que estuvo vinculada a la gerencia de uno de los hospitales del Magdalena y que solicitó reserva de su nombre, quien explicó que este tipo de situaciones suelen darse, generalmente, por dos razones: motivos involuntarios e imposibilidad de pago o por cuestiones de corrupción, clientelismo y burocracia desmedida, aclarando que esta última opción no siempre es el motivo principal de los problemas.

“Puede suceder que existen municipios cuya población es muy baja y los contratos que se tienen con las EPS, que son la manera de sobrevivir de estos hospitales, dan un recaudo muy bajo lo que imposibilita que sean autosostenibles en su totalidad y requieran necesariamente un apalancamiento financiero por parte del departamento que, en la mayoría de las ocasiones, no lo están recibiendo”, afirma.

Esto provocaría, además, que los gerentes se vean en la necesidad de “tapar huecos por un lado para abrirlos por otro, solicitando ayudas nacionales, al departamento, que nunca llegan, o buscando quien les done algo”, es decir, una lucha titánica.

Así mismo, señala que son varios los hospitales del Magdalena que hoy se encuentran a puertas de entrar a un plan de saneamiento fiscal ante el Gobierno Nacional, añadiendo que “no es algo blanco o negro sino un escenario con muchos matices”.

“Gran parte del problema radica también en la poca experiencia, o nula, y el poco manejo que tiene los gerentes, que suelen ser personas que nombran para llenar un puesto, pero no les permiten maniobrar ni negociar con las EPS (…) Es por falta de apoyo o de una Ley que obligue al departamento a que esas empresas prestadoras de servicios ofrezcan beneficios a esos hospitales, que prestan servicios vitales a la comunidad, y les cobran como cualquier particular”, añade.

 

Sin soluciones

Este tipo de problemas, afirma la presidenta de Sindess Magdalena, han estado vigentes ante la mirada estática de los gobernantes de turno, quienes no habrían mostrado el interés suficiente para establecer una respuesta apropiada.

“Yo lo he dicho siempre, sobre todo con el problema de Cerro de San Antonio, pasan gobernadores, se van, llegan administraciones nuevas, secretarías de salud, y nadie dice nada, pareciera que no hubiese voluntad política para poder solucionar esto. No hay derecho que a esta gente se le deba 33 meses de salario, no se puede mandar a una persona para la casa debiéndole toda esta cantidad de cosas, a un pobre viejito que no tiene manera de solucionar sus inconvenientes cuando llega a su casa porque ni siquiera una pensión va a llevar”, reprochó.

Así mismo, cuestionó las medidas ‘blandas’ que estaría tomando la Gobernación del Magdalena, como la instalación de un Comité “para hacerle seguimiento a las EPS, alcaldías y la red pública de hospitales”.

“El problema de salud no se arregla armando un Comité para que haga vigilancia, ¡¿las gestiones dónde están?! Lo que hay que hacer son gestiones para que lleguen los recursos porque los hospitales, para poder solucionar necesitan plata”, añadió.

 

Los hospitales que están mal y los que no

En conversación con este medio, Castañeda reiteró que no son todos los hospitales del departamento los cuales están funcionando mal por temas financieros, entre esos cuyos manejos se mantienen un buen estado, se encuentra el Hospital Alejandro Maestre Sierra de El Difícil, el Hospital Santander Herrera de Pivijay, el Hospital San Rafael de Fundación, el Hospital Local de Tenerife, el Hospital Nuestra Señora del Carmen de Guamal, el Hospital Rafael Paba Manjarréz de San Sebastián de Buenavista y el Hospital Local de Nueva Granada.

De igual manera, destaca la situación de la ESE San Cristóbal de Ciénaga que, de acuerdo con sus afirmaciones, poco a poco ha ido saliendo de los problemas que lo rodeaban.

“Allá a los trabajadores ya les deben menos, el doctor Romo ha hecho una buena gestión ahí y ha logrado pagarle a la gente hasta el mes de julio, pagó primas, y con los de OPS ha ido, más o menos, saliendo de deudas”, expresó.

Por otro lado, entre las ESE con los mayores pasivos, destaca la de Aracataca, la de El Retén y Sitionuevo, este último, a su consideración, “da lástima” porque la actual administración lo encontró a paz y salvo y hoy se encuentra endeudado, con pago atrasado de la seguridad social y altas deudas con los empleados que están próximos a pensionarse.

El de Concordia es otra de las preocupaciones, pues también estaba saneado y a la fecha debe al personal el 50% de las prestaciones sociales del 2021, no ha pagado las vacaciones de este 2022, tampoco el mes de julio ni las primas.

“Está acéfalo desde el 23 de junio que renunció el gerente y no se ha nombrado otro, la gente está desesperada porque no hay quien tome determinaciones, eso está a la deriva”, añadió.

Lo anterior, afirma, por malas gestiones de las actuales gerencias.

“Sitionuevo era un hospital por el cual luchamos para que saliera adelante, en los ocho años que lo administró la doctora Carmen Monsalvo lo sacó adelante, lo entregó a paz y salvo y no hay derecho que hoy no haya ni siquiera una ambulancia para trasladar a los pacientes”, cuestionó.

La situación más grave la tienen los hospitales La Candelaria de El Banco y el de Cerro de San Antonio.

“Necesitamos que se hagan las gestiones, que miremos de qué manera podemos solucionar el problema de pensión de los trabajadores que están viejitos, tienen más de 60 años y se quieren ir. No hay derecho que un señor de 80 años esté todavía vinculado y que no haya manera de pensionarlo”, agregó.

 

¿Esperanzas en la reforma a la salud?

El Gobierno Nacional, liderado ahora por Gustavo Petro con Carolina Corcho al frente del Ministerio de Salud, propone una reforma al sistema que incluye eliminar las Entidades Promotoras de Salud – EPS, mismas que hoy ejercen el papel de mediadores entre los usuarios, los hospitales y las clínicas.

Esta precisamente es una de las esperanzas de Sindess para ‘enderezar’ el camino en el Magdalena con respecto a la red pública hospitalaria, que necesita con urgencia un arreglo en sus ingresos mensuales y los inconvenientes con la intermediación.

“Las EPS no están contratando con los hospitales lo que deberían contratar y paga la UPC (Unidad de Pago por Capitación) por debajo de lo que dice la Ley, pagan lo que les da la gana, ellas son las que tienen el poder dominante porque son las que manejan los recursos, entonces los hospitales no están recibiendo lo que deberían”, explicó Castañeda.

“Ojalá esa reforma que anunció el nuevo gobierno fortalezca la red pública, porque las EPS envían las mejores contrataciones a la red privada, a la pública le dan muy mal trato”, concluyó.

No obstante, la citada fuente anónima contactada por OPINIÓN CARIBE difiere de esta posición, señalando que dicha propuesta no va funcionar.

“Soy un creyente del sistema de salud, soy un convencido de que tenemos uno de los mejores sistemas del mundo, con fallas, pero que no han sido corregidas por falta de voluntad porque es un negocio”, afirma, destacando aspectos como la cobertura universal y la facilidad para acceder a citas médicas el mismo día que se soliciten, tal como ocurre en poblaciones pequeñas.

En esa misma línea, asegura que la situación debe abordarse desde el punto de vista prestacional por niveles de complejidad, pues la mayoría de hospitales públicos del Magdalena son de nivel básico.

“El gobierno nacional no va a brindar, dentro su reforma, soluciones. La respuesta no es eliminar las EPS porque el sistema necesita un órgano asegurador que no puede ser eliminado porque ya lo vivimos con el Instituto de Seguro Social, eso no funciona porque se unifica la salud nuevamente, con la parte privada es posible que se dé, pero hay estamentos privados que necesitan que el sistema funcione entonces no les interesa que se acabe, obviamente si pierdes la gallina de los huevos de oro, te quedas sin nada”, explica la fuente.

Por otro lado, señala que si la red de salud queda en manos del Estado va a dar paso a la politización y quedaría  dependiendo de los políticos de turno, porque siempre habrá alguien detrás reiterando que este escenario ya el país lo vivió.

“Se necesita, más allá de reformas, una verdadera vigilancia por parte de los estamentos que vigilan los recursos y las EPS para que se eviten abusos con los prestadores, no con los usuarios porque estos terminan siendo atendidos, prácticamente, por el prestador, o sea, los hospitales, las clínicas, los consultorios, las IPS, pero las EPS, que son el asegurador, muchas veces utilizan su posición dominante para ‘mal pagarse’, ahora, la solución no está en que le soliciten aumentos desmedidos a las aseguradoras porque eso tampoco funciona”, indica, mientras aclara que las tarifas deben ser reajustadas de forma objetiva.

“El Estado es el que debe apoyar y no lo está haciendo”, reitera, partiendo de la falta de voluntad de soporte hacia los hospitales que ha quedado evidenciada, por ejemplo, con la Gobernación del Magdalena.

“Bien administrados los recursos alcanzan, difiero de Nidia con esta parte porque no vamos a encontrar un balance, si sacamos al asegurador de la ecuación lo que vamos a tener es un trastorno y una devolución de 40 años de avances para volver a un sistema de salud público que va a quedar a merced del político de turno”, manifestó.

Las opiniones sobre el tema están divididas, pero la realidad sobre la que sí hay consenso son las serias fallas que viene presentando la red pública hospitalaria del departamento en algunos municipios, en los cuales no ha sido visible la ayuda gubernamental.