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Taganga, ¿resguardo indígena?

A 20 minutos del centro de Santa Marta, cruzando un cerro de curvas pronunciadas, se muestra erguida la bahía de Taganga, un territorio ancestral que, durante el periodo de la conquista, estuvo habitado por una tribu que portaba el mismo nombre, acorde con la historia, fueron colaboradores importantes para la labor que desarrolló Rodrigo de Bastidas en la fundación de la capital del Magdalena.
A través de la historia, los tagangueros hicieron de la pesca su principal método de sustento, las familias asentadas en el corregimiento veían en el mar el único método para subsistir, sin embargo, con la llegada de los colonos y el paso del tiempo, el territorio fue transformándose en un epicentro del turismo, lo que provocó la llegada de nuevas personas, quizás ajenas a la historia del pueblo, que hoy reclaman su parte en esta arraigada comunidad.
La defensa del territorio, precisamente, habría sido uno de las principales razones que motivaron la formación del Cabildo Indígena de Taganga, una organización que asegura estar encaminada a proteger la tierra ancestral y darle autonomía a los locales sobre las decisiones que afectan a la comunidad.
Así las cosas, durante la tarde de ayer 30 de agosto, en la cancha, tomó lugar una Asamblea pública comunitaria, convocada por habitantes del territorio, nativos, foráneos residentes y miembros de la veeduría, quienes fueron reiterativos al afirmar que “no quieren cabildo, resguardo, jurisdicción especial indígena ni parque Dumbira” en la zona, siendo esta una de las propuestas del cabildo, bajo la dirección del gobernador Ariel Daniels.
A la cita asistió una representante del Ministerio del Interior, el procurador judicial para asuntos ambientales y agrarios, Jorge Escobar Silebi y delegados de la Alcaldía, cuyo propósito en el sitio fue el de garantizar el buen desarrollo del proceso.
¿Cómo nace el cabildo?
De acuerdo con Airton David Cantillo, el cabildo nació en el 2011 tras un Consejo de Mayores, buscando tomar la ley de origen, propia del pueblo taganguero, para dar respuesta a los problemas del territorio, pues, consideran que serán las futuras generaciones las verdaderamente afectadas cuando ya no haya nada que reclamar.
“Fueron mayores que se preocuparon y decidieron crear el Consejo, después se dio paso al Cabildo Amplio para la comunidad entera, ahora más de 321 personas que estamos ratificando que aquí queremos seguir estando, perviviendo, defendiendo la tierra y pueden pasar 100, 200, 300 años, que nosotros seguiremos aquí”, expresa, aclarando que esta misma figura fue precedida por la Junta de Padres, la Cofradía de Nuestra Señora del Rosario y otros colectivos indígenas de la época.
La razón de las diferencias
En el evento, ambas partes tuvieron la oportunidad de expresar su posición con relación a este complejo proceso que hoy atraviesa la citada comunidad, como muchas veces lo mencionaron, se ha convertido en un tema que, en vez de unir, estaría dividiendo al pueblo.
“Primeramente el beneficio es del territorio, de la madre Taganga, nosotros no estamos pidiendo ser un resguardo, estamos solicitando el reconocimiento de la propiedad colectiva en época republicana, siete años después de morir Bolívar nuestros mayores reconocieron el reto de hacer parte de la República, y lucharon para que las tierras nos las entregaran y así fue. Hoy nosotros estamos ratificando ante el Estado que las tierras y el territorio del taganguero debe ser respetado y reconocido, respetando el derecho de los que hoy están con nosotros”, expresó Airton David Cantillo ante las cámaras de OPINIÓN CARIBE.
Así mismo, reitera que la intención de dicha propuesta no es “desplazar a nadie”, pues, amparados en la Ley 1333 de 2014, la idea no es pelear con nadie sino “trabajar en armonía con los que ya están”.
“Defender a Taganga tiene dos vertientes, defenderla integralmente o por derecho particular, nosotros los indígenas de Taganga estamos defendiendo el territorio orgánicamente, la amplitud de él, no solamente el poblado sino los ancones de pesca, La Isla, esos lugares y nichos culturales”, indicó.
En conjunto, con la autoridad ambiental, se han establecido una serie de diálogos para llegar a un acuerdo sobre el uso del territorio para, acorde con sus declaraciones, luchar por el buen uso del mismo y salvaguardar las características ancestrales que hacen especial a Taganga.
¿Qué pasaría con las propiedades?
Cantillo indicó en sus declaraciones a este medio de comunicación, que la posición tomada por muchos de los habitantes en contra del cabildo y del reconocimiento colectivo de la propiedad, estaría poniendo en riesgo la vida de los líderes indígenas de la comunidad.
“El miedo de las personas es porque les han dicho ‘hay un resguardo, tierra colectiva, van a sacar a los otros’, pero lo que no saben es que este procedimiento jurídico se da por un acto administrativo, un decreto que dice que hay que reconocer los territorios ancestrales y los pueblos indígenas y/o republicanos que tengan títulos, pero debe velar también por el derecho del privado y el Colombia no hay ningún resguardo que haya desplazado a los privados del territorio”, señaló.
Su posición es la del Cabildo que hoy va tras el reconocimiento de Taganga, sin embargo, las posiciones han sido encontradas, como quedó plasmado en la Asamblea del martes.
El tema amerita un próximo encuentro, cuya fecha todavía no ha sido definida, en la cual se espera avanzar y llegar a un punto común entre un pueblo que hoy, en medio de las necesidades, continúa dividido.
