Metrópolis
Habitantes de la vereda El Canal, en Puerto Mosquito, completan 11 días sin luz
Incomunicados se encuentran desde hace 11 días los habitantes de la vereda El Canal, en Puerto Mosquito, una zona localizada a 45 minutos del casco urbano de Santa Marta, habitada por la etnia indígena Narakajmanta, a orillas del río Gaira, que hoy pide soluciones a las autoridades locales por las dificultades que atraviesan a raíz del daño de un transformador que dejó sin electricidad al sector.
Aunque los pobladores han sido pacientes, lo cierto es que la necesidad ya empieza a crecer debido al daño en los alimentos, la falta de luz por las noches que los expone a la picadura de los animales propios de zonas rurales y la desconexión total que hoy no les permite cargar los teléfonos celulares ni hacer uso de los computadores en el colegio al que asisten los menores de la vereda.
La situación afecta hoy a 59 familias, conformadas por adultos mayores y niños pequeños, quienes piden respuesta pronta a sus necesidades.
“Vemos que esto nos corre un alto riesgo para niños y adultos, porque de noche, ahora que todas las tardes cae un aguacero, a nosotros nos pone con miedo, las culebras y ciempiés que se aparecen en las casas y cuartos, es una situación muy grave para nosotros. Queremos que nos presten atención, nunca, en los años que tenemos acá, habíamos molestado como lo estamos haciendo ahora, esto lo decimos para que el gobierno tenga en cuenta esta comunidad en la calamidad que estamos atravesando”, explicó Carlos Gamarra Ternera, cacique del citado reguardo indígena, ante las cámaras de OPINIÓN CARIBE.
Sobre el inconveniente, pide a las entidades involucradas no darle muchas largas pues considera que es un tema de suma urgencia el que los aqueja. Hoy miércoles, recibieron la visita de funcionarios del Essmar, quienes afirmaron estar adelantando las gestiones necesarias para la instalación de un nuevo transformador que les permita nuevamente contar con el fluido eléctrico, no obstante, no entregaron un plazo determinado para estas labores.
El cacique aclara que son una comunidad pacífica y que de esa misma forma esperan poder solucionar el problema, sin embargo, es claro al afirmar que, si no les dan una solución pronta, se tomarán la bocatoma del río como señal de protesta.
“Nos dijeron que esperáramos porque no se podía solucionar de carrera, eso uno lo entiende, sé que es así, pero también estamos apurados por la situación porque los alimentos se están dañando, no se encuentra ninguna bebida fría sino todo caliente, la comida de los niños se está dañando (…) Estamos incomunicados, como si no existiéramos”, añadió.
Sobre lo sucedido ya estaría al tanto la empresa Air-e, encargada del suministro de energía en la región, que, al parecer, ya cuenta con el nuevo transformador que debería ser instalado en esta zona rural del Distrito.
“Le diría al gobernador que él tiene la obligación de atender a la población indígena, nosotros somos desplazados y lo mismo le diría a la doctora Virna Johnson, que ella, como alcaldesa, tiene la obligación de ver por este pueblo y esta comunidad para ayudarnos a solucionar este problema”, concluyó.