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Comunidades de la Sierra Nevada se cansaron del abandono

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Cerca de ocho horas duró el bloqueo liderado por habitantes de la vereda Siberia, quienes el pasado sábado llevaron a cabo una extensa manifestación que tuvo su lugar de inicio en La Aguja, en la frontera entre Ciénaga y Santa Marta, exigiendo la presencia del gobierno municipal y departamental, dadas las serias dificultades a las que se enfrentan a causa de la temporada de lluvias que imposibilita la recolección de café en esta época, cuando el grano ya está listo para iniciar el proceso, entre otros temas como la falta de infraestructura educativa y de salud.

La protesta fue de tal magnitud, que la movilidad entre Ciénaga y Santa Marta se vio colapsada durante gran parte del día, razón por la cual algunos de los conductores ‘atrapados’ en el mencionado sector se vieron en la necesidad de tomar vías alternas, como el camino hacia el volcán de Ciénaga, en donde hubo quienes se aprovecharon de la situación y de la necesidad para cobrar peajes ilegales e, incluso, atracar a quienes transitaban por la zona.

Los hechos ocurrieron en medio de la notoria ausencia del gobierno, que, al parecer, en un primer momento habría tomado a la ligera la solicitud de los manifestantes, mismos que piden garantías para el desarrollo de la región que habitan.

En entrevista con OPINIÓN CARIBE, el líder Apolinar Velásquez, explicó que el mal estado de las vías y las lluvias, hacen el trabajo de los caficultores sea una “completa odisea”. Precisamente, esta actividad es una de las principales fuentes de empleabilidad de la zona, con un promedio de 4 mil personas que llegan a la Sierra Nevada a trabajar recolectando café para llevar el sustento a sus familias, no sólo provenientes del Magdalena sino también de otros departamentos del país.

A pesar de los reiterativos llamados de atención, la solicitud no había sido atendida, provocando una ‘bomba’ que explotó el sábado 29 de octubre, con un bloqueo afectó toda la movilidad de la zona norte del territorio magdalenense.

Aunque el mismo sábado, hacia el final de la tarde, se levantó la manifestación tras varios intentos de diálogos con el equipo de gobierno de la Alcaldía de Ciénaga, liderada por Luis Tete Samper, y de la administración departamental, lo cierto es que los problemas siguen vigentes y, por el momento, no hay soluciones cercanas.

Por otro lado, para el próximo jueves 3 de noviembre, está programada la visita del presidente Gustavo Petro a Aracataca, en donde se proyecta el lanzamiento del Plan Nacional de Salud. Para esta fecha se prevé una nueva manifestación por estas comunidades afectadas, que buscarían llamar la atención del Jefe de Estado quien, en realidad, no resultaría afectado en gran medida, en caso de registrarse otros bloqueos, pues su ruta de llegada empezaría en el aeropuerto Simón Bolívar de Santa Marta, para luego trasladarse hasta el municipio en helicóptero.

El problema radicaría en la distancia que existe entre ambas administraciones (Ciénaga y Magdalena), que no ha permitido avanzar en la solución de los citados obstáculos, como la pavimentación de las vías de acceso en las zonas rurales dedicadas a las actividades de agricultura.

Por lo anterior, hoy los campesinos, a través de distintos medios de comunicación, dieron un nuevo ultimátum: “o se casan o nos tomamos la Troncal del Caribe de manera indefinida”, reclamando el olvido al que han sido sometidos año tras año, sumado a la situación de orden público, en la cual los grupos armados con presencia en la zona – Los Pachenca y el Clan del Golfo – han ejercido un control total que consecuencias directa en la población, que este años incluso se vio obligada a abandonar sus sitios de vivienda ante el aumento de los enfrentamientos.

La ausencia del Estado fue el detonante y, siendo esta la realidad de las comunidades rurales, se espera una pronta respuesta con soluciones tangibles por parte de los gobernantes para dar las garantías que estas zonas necesitan y así garantizar el buen desarrollo de sus labores.