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Alias ‘Ojitos Azules’ sería impulsor de grupos paramilitares en Magdalena

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En las últimas horas fue capturado Darío Alberto Laino Scopetta, alias ‘Ojitos Azules’, quien habría impulsado la creación de grupos paramilitares en el Magdalena, según el Tribunal de Justicia y Paz.

 

Darío Laino, alias ‘Ojitos Azules’ fue capturado en las últimas horas en un operativo liderado por la Dirección Especializada contra Violaciones a DD.HH. de la Fiscalía General de la Nación, en trabajo con el CTI y la DIJIN de la Policía Nacional, tras ser indicado como uno de los principales cabecillas del Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).

‘Ojitos Azules’, quien era conocido por ser igual o incluso más sanguinario que alias ‘Jorge 40’, fue señalado por el Tribunal de Justicia y Paz como uno de los cabecillas que impulsó la creación de grupos paramilitares en el Magdalena.

“Era la persona encargada de pagar las nóminas de todos los grupos del Bloque Norte, era jefe de comandantes y, al igual que ‘Jorge 40’, ningún homicidio se ejecutaba sin su aval”, indica la sentencia fallada por el magistrado Gustavo Roa Avendaño, proferida en marzo de 2019.

 

Sobre los delitos de alias ‘Ojitos Azules’

Darío Laino estaba vinculado por la Fiscalía como persona ausente de una investigación en la que era indicado como presunto responsable del homicidio del docente e integrante del Sindicato de Educadores de Atlántico, Herme Daniel Mercado Hernández, ocurrido el pasado 6 de noviembre de 2002, en la ciudad de Barranquilla.

Del mismo modo, Darío, que también es conocido bajo los alias de ‘M1’, ‘JM’ o ‘José Miguel’, fue declarado como el responsable del asesinato de Manuel Santiago Pájaro Peinado, quien sería integrante del Sindicato de Servidores Públicos de Barranquilla, por lo cual fue condenado por una juez de Bogotá a 32 años y 6 meses de prisión, por el delito de homicidio en persona protegida.

La sentencia estableció que debía cumplir la condena en centro carcelario, además de imponerle una multa de 2.750 salarios mínimos legales mensuales vigentes y una inhabilidad de 195 meses para el ejercicio de derechos y funciones públicas.

En su momento, el ente investigador estableció que en ambos casos los crímenes “fueron producto de las órdenes impartidas por los entonces cabecillas paramilitares del Bloque Norte, entre ellos alias ‘Ojitos Azules’, quienes señalaron a las víctimas de oponerse a los propósitos criminales de las AUC y tener afinidad con otras organizaciones ilegales”.

Teniendo en cuenta las investigaciones, la Fiscalía estableció que Laino Scopetta sería uno de los que habría iniciado el frente Atlántico, reconocido actualmente como la estructura ‘José Pablo Díaz’, debido a que, los reportes indican que ‘Ojitos Azules’ se desmovilizó en 2006 junto con otros cabecillas del Bloque Norte; sin embargo, en ese momento no se postuló a la Ley de Justicia y Paz.

En ese entonces, según los fallos judiciales de la Fiscalía, ‘Ojitos Azules’ se presentaba como jefe de finanzas de las AUC en la vereda La Mesa, corregimiento El Mamón, de Valledupar; siendo este el encargado de pagar las nóminas de todos los grupos que hacían parte del Bloque Norte.

Luego de su desmovilización, alias ‘Ojitos Azules’ se dedicó a formar empresas relacionadas con el blindaje de camionetas y de equipos para el agro, en la región norte del país.

 

El caso en la Fiscalía

A finales del pasado mes de octubre, la Fiscalía General de la Nación presidió que el caso del barranquillero es de lesa humanidad, por lo cual no prescribirá.

El ente investigador reveló en una Resolución de 51 páginas que el crimen corresponde a una política de paramilitares con la cual cobraban la vida de aquellos que consideraran cercanos a los grupos subversivos o de pertenecer a sindicatos.

En este sentido la Fiscalía señaló que el hecho “tuvo lugar en un contexto delincuencial masivo y frecuente en contra de determinadas víctimas, cuyo vínculo era la pertenencia a un mismo grupo ilegal que ellos combatían y la defensa de unos ideales comunes en el Atlántico. Pero también, se enmarcó en un plan de impacto nacional más ambicioso y estructurado que se ejecutó a lo largo de una década”.

La misma sentencia señala que “en esa época, y en esa región del país, se puso en marcha un plan de exterminio en contra de líderes de izquierda y representantes políticos con esta ideología que tuvieran la intención de presentarse a un cargo de elección popular”.

Es preciso tener en cuenta que, según la Fiscalía, “aunque en su origen los sindicalistas están ligados estructuralmente a la guerrilla según los miembros de las AUC; es de hecho mecanismo legal de incorporación a la vida política de la guerrilla, entonces en proceso de negociación”.

Por otro lado, el caso del docente tiene 6 aspectos con los cuales se asocia a un delito de lesa humanidad, tales como la estigmatización y victimización por su rol y por pertenecer a la junta directiva de la empresa Coolechera que, según los miembros de las AUC, “eran de ideas de izquierda, lo que dio lugar al plan criminal que acabó con su vida y la de otros más”.

El estudio del caso, que está en manos de la Fiscalía General de la Nación, indica que era considerado como enemigo por parte de los bloques comandados por ‘Salvatore Mancuso’ y ‘Jorge 40’.

Entre tanto, el temido y sanguinario exjefe paramilitar fue capturado en el norte de Barranquilla por agentes del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía, quienes lo trasladaron a la ciudad de Bogotá, donde permanecerá en el búnker de la Fiscalía, y deberá responder por los delitos de homicidio, desaparición y desplazamientos forzados y cobros ilegales en el Departamento del Atlántico y el área metropolitana de la ciudad de Barranquilla, fenómeno del paramilitarismo que arribó desde 1996 en la costa Caribe.