12 años de un cambio imparable de problemas para los samarios que sufren el abandono de una administración indolente

Por: Arnol Sarmiento

Redacción: OPINIÓN CARIBE

Durante la tarde del domingo, fuertes lluvias azotaron varios barrios de Santa Marta, evidenciando la falta de un plan de emergencia para la temporada de lluvia por parte de la administración distrital.

Los habitantes de barrios como Pastrana, María Eugenia, Bastidas, Pescaíto, Luz del Mundo, Curinca y La Piragua, entre otros, se vieron afectados por las corrientes de agua y el rebosamiento de alcantarillas. Desafortunadamente, estos problemas son recurrentes durante la temporada de lluvia, y la administración de Fuerza Ciudadana, a pesar de llevar 12 años de gobierno, no ha implementado un plan de inversión que mejore las condiciones de vida de los habitantes de estos barrios.

La falta de una gestión adecuada ha provocado que las calles se vuelvan intransitables y que los samarios sufran las consecuencias cada vez que llueve, generando descontento y malestar en la población afectada, que ve pasar los años y las administraciones sin encontrar soluciones a este problema que parece no ser una prioridad.

Con esto también llegan los rebosamientos de aguas residuales constantes en las calles y la falta de agua potable en Santa Marta, la alcaldesa Virna Jonhson ha responsabilizado a la Essmar por una gestión precaria, declarando así una calamidad pública. Sin embargo, recordemos que la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios intervino esta empresa, que era manejada por el distrito, por malos manejos. Se señaló que la empresa incumplía parámetros de calidad y continuidad del servicio de acueducto, tenía un déficit financiero, disminución del recaudo, y falta de inversiones, entre otras deficiencias.

Es decir, los problemas en el suministro de agua y alcantarillado no son nuevos, sino que vienen desde la administración de Carlos Caicedo, quien cuestionó a Metro Agua en su llegada al mandato. Pero han pasado tres gobiernos de Fuerza Ciudadana, en los que se cambiaron varias veces las empresas encargadas de la gestión del agua potable y el alcantarillado, sin encontrar una solución satisfactoria. Cuando se fue Metro Agua, trajeron a Veolia y crearon la Essmar, la cual fue intervenida por supuestos malos manejos administrativos. Ahora, después de 12 años de gobierno, los samarios siguen sufriendo las mismas condiciones precarias en cuanto al suministro de agua potable y los rebosamientos de aguas residuales.

Además, durante años y bajo la administración de Fuerza Ciudadana, los samarios han estado pagando facturas altas por un servicio ineficiente. A menudo, han tenido que comprar carrotanques, ya que pueden pasar días e incluso semanas sin que llegue el agua al grifo, lo que pone en riesgo su salud al no contar con garantías de calidad del líquido.

Debido a todas estas condiciones, el costo de vida en Santa Marta se ha disparado, siendo el consumo del agua potable el componente principal.

Es necesario que las autoridades competentes tomen medidas radicales para resolver esta problemática y que los habitantes de estos barrios puedan vivir en condiciones dignas, especialmente durante la temporada de lluvia, que afecta a la ciudad cada año.