Bioeconomía y Turismo de Naturaleza: Revitalizando los Pueblos Palafíticos de la Ciénaga Grande de Santa Marta

Por Yesid Enrique Benítez González

La bioeconomía, concepto que se centra en el aprovechamiento sostenible de los recursos biológicos, emerge como una de las estrategias más prometedoras para enfrentar desafíos medioambientales y socioeconómicos (CEPAL, 2020). Este enfoque busca reinventar industrias y regiones, y la Ciénaga Grande de Santa Marta, con sus emblemáticos pueblos palafíticos, se presenta como un lienzo ideal para este renacimiento.

Históricamente, la Ciénaga ha sido una fuente de biodiversidad y riqueza cultural. No obstante, las presiones humanas y medioambientales han puesto en jaque tanto a sus ecosistemas como a las comunidades que dependen de ellos. Frente a este escenario, la bioeconomía, y más concretamente el turismo de naturaleza, se perfila como una respuesta (OMT, 2019).

Los pueblos palafíticos son una joya escondida de Colombia, con viviendas que se levantan sobre estacas en medio de la vasta Ciénaga. Estos pueblos ofrecen experiencias genuinas, distintas a cualquier otro destino turístico. Al fomentar un turismo basado en la naturaleza y en la cultura local, se abre la puerta a una fuente renovable de ingresos para estas comunidades, a la vez que se aumenta la conciencia sobre la conservación del medio ambiente (OMT, 2019).

Sin embargo, no todo es tan sencillo. Aunque el turismo puede ser una herramienta poderosa, también tiene el potencial de ser una espada de doble filo. La PNUMA (2018) señala que un auge desmedido del turismo puede tener efectos devastadores para los ecosistemas sensibles. Por lo tanto, la clave reside en la implementación de prácticas sostenibles y responsables.

Esto significa establecer límites claros de capacidad, educar tanto a locales como a visitantes sobre la importancia del ecosistema de la Ciénaga, y reinvertir parte de los ingresos en proyectos de conservación y restauración.

En resumen, la bioeconomía, en su confluencia con el turismo de naturaleza, puede ser la llave para un futuro más prometedor para la Ciénaga Grande de Santa Marta y sus pueblos palafíticos. La conservación y el desarrollo socioeconómico no tienen por qué ser mutuamente excluyentes. Con la visión y estrategias correctas, América Latina, y en particular Colombia, puede establecer un estándar de oro en cómo se equilibra la conservación con el desarrollo (CEPAL, 2020).

Referencias

Comisión Económica para América Latina y el Caribe. (2020). Bioeconomía y desarrollo sostenible: oportunidades y desafíos para América Latina. Santiago: CEPAL.

Organización Mundial del Turismo. (2019). Turismo de naturaleza y biodiversidad: hacia un futuro sostenible. Madrid: OMT.

Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. (2018). Turismo y biodiversidad: hacia un equilibrio sostenible. Nairobi: PNUMA.