Informe del IDEAM advierte que incendios en Colombia estarían afectando la calidad del aire

En las últimas horas, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) ha emitido un boletín detallando la situación actual de la calidad del aire en Colombia, enfocándose especialmente en los incendios de cobertura vegetal que afectan al país en este momento.

El informe destaca que gran parte del territorio colombiano se encuentra bajo condiciones propias de la época del año, con predominio de condiciones secas, cielos entre ligeramente y parcialmente nublados, y bajos contenidos de humedad. Estas condiciones, propicias para la alta incidencia de radiación solar en la superficie y las consiguientes altas temperaturas, son las principales causantes de los incendios de la cobertura vegetal.

La temporada seca, que abarca desde diciembre hasta abril para las regiones Caribe y Orinoquía, y hasta marzo para la región Andina, ha llevado a una baja nubosidad y menores precipitaciones, creando un entorno propicio para la propagación de incendios. Según el sistema FIRMS de la NASA, se han identificado considerables puntos de calor, especialmente en las regiones Caribe, Orinoquía y Andina, lo que podría afectar la calidad del aire debido a los aerosoles generados por la quema de biomasa.

El monitoreo satelital desde principios de enero ha revelado un aumento significativo en el número de puntos de calor, alcanzando un máximo de 9361 durante el período del 17 al 23 de enero. Las zonas de mayor amenaza se encuentran en el centro de la región Caribe, la Orinoquía y el centro de la región Andina, con especial concentración en los departamentos del Vichada y Meta.

En la actualidad, debido a la persistencia de condiciones secas, se ha incrementado notablemente tanto el número de puntos de calor como la probabilidad de ocurrencia de incendios de la cobertura vegetal. Se han emitido alertas entre rojas y naranjas por amenaza de incendios, principalmente en las regiones Caribe, Andina y Orinoquía.

Además, las condiciones meteorológicas actuales favorecen las heladas en zonas de montaña, entre los 1800 y 3000 metros, aumentando la disponibilidad de biomasa seca con bajos contenidos de humedad del suelo, lo que propicia la propagación de los incendios de la cobertura vegetal.

La ocurrencia de estos incendios tiene un impacto significativo en la calidad del aire en las zonas afectadas, exacerbado por la ausencia o bajas precipitaciones y vientos moderados que dificultan los procesos de lavado de la atmósfera y favorecen la dispersión de los contaminantes. La situación se mantiene bajo estrecha vigilancia por parte de las autoridades ambientales y de emergencia.