Columnistas
Agua y más acciones es lo indicado
Por: Rubén Darío Ceballos Mendoza
Contextos difíciles de todo orden como el de nuestro Distrito, producto en lo reciente de tres malas, por no decir que pésimas administraciones locales antecedentes, obligan a esta nueva administración a buscar las soluciones posibles y probables que requerimos, a concentrar toda la energía que menester fuere, en este presente que afrontando estamos y que amerita balancear la agenda administrativa pública para que no se pierda la visión de porvenir que requiere la ciudad para su cabal y necesario desarrollo. No se puede bajo ningún punto de vista perder esta visión, en lo que interesa como reto combinar lo urgente con lo estratégico, lo que obliga ver más allá para poder anticiparse y empezar a trabajar desde ya en lo importante.
Los retos que enfrentamos como humanidad son un mayúsculo problema del hoy, que deben resolverse del corto al largo plazo, coN acciones sostenibles en el tiempo y con decisiones que seguramente no tendrán impacto inmediato; de ahí la importancia de adentrarse en escenarios de anticipación, toda vez que lleva ello a evaluar y tomar decisiones en momentos en el que otear el mañana se enfrenta con lo urgente.
Enfrentamos nosotros el problema del líquido vital, lo que debe ser una gran oportunidad para esta administración respecto de solucionarlo, tomarlo en perspectiva, revisar a fondo cuál es la situación hoy y qué próximos años nos esperan. Pensar que cada vez somos más los que creemos que tenemos que trabajar por la salud y el bienestar de los nuestros y el planeta, desarrollar iniciativas concretas y medibles, asentarnos en el presente pensando en el porvenir. Fomentar en torno a esta circunstancia que vivimos el aumento de conciencia individual y colectiva, donde los distintos actores deben tener un papel importante y de gran cómo largo alcance y altas miras.
En el caso de la escasez del agua, problema de vieja data, importan acciones decisivas para cambiar el curso a futuro, más cuando su demanda es más alta que la cantidad disponible, su uso se ve restringido por su baja calidad y muchos de los nuestros no tiene acceso al agua limpia, a pesar de tener la fortuna de contar con lugares donde corren miriámetros de agua dulce y sin embargo, un alto porcentaje de la población carece de servicios de agua y saneamiento.
Estamos y así se ha declarado, en riesgo hídrico, escenario que tiene que sí o sí ser resuelto con acciones institucionales de todo orden y a todo nivel, donde quienes tengan que hacerlo aporten lo que mejor saben, deben y tienen que hacer, articularlo todo, llevar adelante mejoras en calidad y disponibilidad del agua, aplicar soluciones basadas en la naturaleza y en la tecnología, es decir inspirarse en sistemas y procesos para hallar la mejor solución y encontrar superiores eficiencias. El agua para Santa Marta, todos sabemos, requiere soluciones importantes, urgentes, articuladas, locales y nacionales e igual sabemos que cada día queda menos tiempo para lograrlo.