Connect with us

Edición Especial

Catedral Basílica: La Madre eclesiástica de sur América

Published

on

La historia de la Catedral Basílica de Santa Marta se puede comparar con el dolor, lagrimas, alegrías y enseñanza que la buena madre le da sus hijos, pues, su creación va ligada con los ataques de los piratas y corsarios a la ciudad, además de las envidias políticas, sociales y económicas que se crearon en el Nuevo Mundo entre las nacientes urbes de la Corona
española.

Algunos historiadores han escrito que la ciudad fue atacada por lo menos veinte veces entre 1543 y 1712.

La fe, la devoción, la esperanza y la pujanza de algunos, vencieron según cuenta la historia los obstáculos que ponían desde el virreinato de estas tierras, a lo que se sumaban la poca calidad humana de quienes llegaron, de la denominada “Madre Patria” a descubrir y colonizar lo que hoy se conoce como Santa Marta.

Así mismo, no se puede olvidar los señalamientos que desde lugares como Cartagena enviaban a esta parte del país, a quien culpaban de ser aliada de la Corona por encima de los intereses de libertad del resto del virreinato.

Todo esto enmarca la historia de nuestra Catedral, que con mucho orgullo muestra en su entrada principal el escrito “Ommium Colombiana e Ditonis Ecclesiarum Master” – Madre de todas las jurisdicciones eclesiásticas colombianas -, demostrando que por aquí entró el evangelio y la fe a Sur América.

INICIO DE LA HISTORIA

Como toda historia, la que se conoce sobre nuestra Catedral tiene elementos de ardua investigación por quienes quieren mantener viva el legado cultural e histórico de Santa Marta. En este orden de ideas debemos resaltar el trabajo cumplido por el médico Arturo Bermúdez Bermúdez (Q.E.P.D) y el historiador William Hernández Ospino, quienes después de largos años de trabajo han podido recaudar datos y hechos precisos de uno de los escenarios más emblemáticos de la ciudad.

La compleja historia de la Catedral de Santa Marta inicia el 29 de julio de 1525 cuando Don Rodrigo Galván de Bastidas funda la ciudad. Datos más precisos indican que esta Provincia se erigió en Obispal en el año 1529.

Como buen hijo, el fundador de Santa Marta levanta con pobres materiales, lo que podría denominarse la primera iglesia. Pero la fe y el respeto a los semejantes, al parecer no era una premisa entre los acompañantes de Don Rodrigo de Bastidas que ante la sed de riqueza y gloria generaron continuos enfrentamientos con los indígenas, además de muchas molestias al ilustre español. Algunos historiadores determinan que el 22 de marzo de 1529 se habría oficiado la primera misa en estas tierras.

De Bastidas se dice, que era un gran ser humano y siempre respetuoso de los pobladores originales de Santa Marta, con lo que siempre generó las mejores relaciones, pese a los actos de sus hombres.

El primer obispo de Santa Marta fue el dominico fray Tomas Ortiz, entre los años 1530 a 1932 fecha en la que murió.

Fray Ortíz, se caracterizó en ser un defensor de la evangelización de los indígenas y un gran contradictor del accionar de los españoles en el Nuevo Mundo, hasta el punto que denuncio estos atropellos ante la Audiencia de la Española como un obstáculo para convertir a los aborígenes.

Este obispo, que fue primer protector de los indios en Nueva Granada, fue el primer gran defensor de la construcción de una estructura para demostrar la fe y la religión de esta tierra. Construyéndola en honor a Santa Ana, patrona general del obispado.

En la revisión de algunas obras históricas se ubica esta primera iglesia o catedral en sitio que hoy ocupa el Banco de la República.

Después de Ortiz, se conoce que fueron nombrados, según datos que reposan en la biblioteca de la República – Don Alonso de Tobes, quien fue Obispo nombrado pero murió antes de salir de España. Don fray Cristóbal Brochero, quien fue electo pero no acepto. Don Juan Fernández de Ángulo desde 1937 hasta 1942.

FRAY MARTÍN DE CALATAYUD

En el recorrido de revisión histórica, algunos estudiosos en la materia, establecen que la primera a catedral fue construida por diligencia del obispo Martin de Calatayud en el año de 1548 en el sitio mencionado, en donde hoy se alza el Banco de la República. Perro fue incendiada y destruida por los piratas.

Después, el obispo, de la orden franciscana Sebastián de Ocando hizo construir en el año de 1617, una catedral más resistente con torres que sirvieran de defensa contra los piratas. En las torres instalaron cañones. En el lugar de la construcción de esta iglesia habría funcionado la Administración de Correos Nacionales y el Banco de la República

Desafortunadamente los piratas ingleses invadieron a Santa Marta, y tomaron la catedral de Ocando como cuartel de todos los corsarios, y también sirvió de hospital.

Al poco tiempo el obispo Lucas Fernández de Piedrahita sobre las ruinas erigió otra catedral en el año de 1668. Esta vez el pirata Morgan y sus acompañantes la destruyeron y se llevaron preso al obispo hasta que lo dejaron en libertad en cercanías a Panamá.

En el año de 1684 el obispo Diego de Baños reedificó de las ruinas dejadas por Morgan, pero no pudo terminarla, puesto que fue trasladado a Caracas.Aunque los piratas merodeaban por las playas de Santa Marta, esta catedral fue destruida por un terremoto.

ENTRE PIRATAS Y TERREMOTOS

No solo los ataques de la naturaleza y del hombre jugaban una mala pasada a las intenciones de fieles en Santa Marta. Los enfrentamientos con Cartagena habían logrado minimizar el impacto económico en la ciudad, al levantarse “La Heroica” como el puerto más importante de la época de la Colonia.

A lo anterior se debe sumar, la poca importancia que desde el virreinato despertaban estas tierras, hasta el punto que siempre que se solicitaba apoyar la idea de levantar un gran templo o Catedral, la idea o intención chocaban con el silencio.

Pese a esto, Santa Marta contaba con la gran fe y entusiasmo de sus obispos, además de la Corona. Este tipo de ayuda comenzó a verse reflejado en el año 1763 cuando el obispo era Nicolás Martínez Malo y gobernador Andrés Pérez, cuando idearon construir la Catedral lejos del mar con el fin de que sea atacada por los piratas y de esta manera perdurará con el paso del tiempo.

Los planos fueron diseñados por el arquitecto real Juan Cayetano Chacón, quien se inspiró en la figura del neoclasicismo religioso. La obra era demasiado suntuosa para las pobres estructuras que existían en esa época en Santa Marta, además del recurso encomendado para su construcción.

Cayetano Chacón delineo la nueva estructura dividida en tres naves: la obra central y dos bóvedas laterales de menor tamaño divididas por columnas.

La primera piedra fue colocada el 8 de diciembre de 1766 fecha de la Inmaculada Concepción, a quien sería construida, en primera instancia la Catedral de la ciudad, además porque la imagen de la Virgen era un obsequio de la Corona española.

La obra tuvo un costo inicial de 59 mil 769 pesos, recursos que se quedaron cortos ante la magnitud de la estructura. Ante el poco dinero para su culminación y ante la negativa de la entrega de nuevos apoyos, se tuvo que crear el impuesto real sobre cada botella de aguardiente, iniciativa que contó con el apoyo de España.

Las obras se reiniciaron el 7 de
enero de 1790 siendo obispo Don Anselmo José de Fraga y gobernador Antonio Samper. Se sitúa su construcción y entrega definitiva entre el 30 de septiembre de 1794 y el 24 de octubre de 1797.