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Desafíos de la Universidad del Magdalena

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Proyectos de infraestructura, investigación y nuevos retos de alta calidad

Aunque falta mucho por mejorar a nivel académico, de investigación, de infraestructura y de requerimientos puntuales como la expansión de nuevas sedes en otros municipios del sur del Departamento y del número del profesorado, el talento y reconocimiento de estudiantes, docentes y egresados ha permitido que las nuevas generaciones de la región y del país vean a la Universidad del Magdalena como la primera opción para formarse profesionalmente y avanzar hacia los distintos escenarios productivos del entorno nacional.

El profesor Carlos Eduardo Padilla Cantillo, aún recuerda cuando llegó por primera vez para desempeñarse como docente en la Universidad del Magdalena hace 34 años, en unos salones no tan avanzados como los de ahora y con máximo 20 estudiantes dentro de sus aulas, los cuales, en su mayoría, provenían de otros municipios del Magdalena o de diferentes departamentos de la Costa Atlántica colombiana.

“El total de los estudiantes de la Institución no pasaba de mil 300, ahora hay una población de casi 20 mil y se reciben de todas partes del país. Sin embargo, recuerdo que en aquel tiempo solo el 10 o 15 % era de Santa Marta, puesto que al preguntar de dónde venían, la mayoría respondía que de El Banco, La Guajira, Barranquilla o Maicao. Hoy, me encuentro con que hay entre un 70 u 80 % de alumnos provenientes de la capital del Departamento y el resto de afuera, sorprendentemente se encuentran estudiantes de ciudades como Bogotá y Cali, entre otras cosas, porque, además los cursos son más numerosos”.

Carlos Padilla, es economista de profesión de la Universidad del Atlántico y se desempeña como docente de planta en la facultad de Ciencias Empresariales y Económicas, en el área de investigación de la carrera de Negocios Internacionales. Dice que la transformación que ha vivido la Universidad es notoria, pues asegura que cuando conoció a la Alma Mater “rondaba sus 20 años y a sus 54 años sigue igual, pero más linda”.

“Lo que me atrajo fue el entorno. La Institución siempre se ha caracterizado por su responsabilidad, no obstante, como cualquier universidad pública del país tuvo una crisis en el tema de presupuesto. Pero desde 1992 hemos tenido una gran estabilidad financiera, presupuestal. En ese sentido, se puede afirmar que la Universidad del Magdalena ha logrado consolidarse desde el punto de vista financiero, académico y de infraestructura física”, aseguró el docente.

También dijo, que el posicionamiento de la Universidad del Magdalena se debe a la serie de procesos académicos, administrativos, de estructura, entre otros, que garantizan al estudiantado que va a lograr procesos de formación de alta calidad.

Entre sus objetivos como docente se encuentran los de aportarle a la Universidad, pero esta vez desde el Consejo Superior, donde se manejan las políticas de cambio de la Institución.

Dice que como docente siempre está en función de su mejoramiento continuo y que en estos 34 años lo ha proyectado a más de 68 promociones de jóvenes que hoy se desempeñan y se destacan en todos los sectores productivos del país.

INFRAESTRUCTURA FÍSICA MÁS MODERNA

Los cambios que presenta la Universidad desde su creación son evidentes. Hace 54 años comenzó a dictar sus clases en la Facultad de Agronomía en la sede histórica del llamado edificio del Seminario San Juan Nepomuceno, sin embargo, las necesidades del entorno les ha requerido superarse con una infraestructura física más moderna y tecnológica.

Dentro de sus proyectos de mejoramiento, la Universidad del Magdalena le ha apostado a la creación de nuevos proyectos como el nuevo acceso peatonal que ya se encuentra listo en su primera etapa, un edificio de aulas, un centro de Bienestar Universitario y una nueva Biblioteca.

Por tanto, con una inversión de más de 60 mil millones de pesos, de los cuales corresponden:2 mil millones a la inversión de la primera etapa del nuevo acceso peatonal; 31 mil 800 millones de pesos para las obras del edificio de aulas Río Magdalena y las del Centro de Bienestar Universitario; y, casi 27 mil millones de pesos para la nueva biblioteca que contará con un área de más de diez mil metros cuadrados y capacidad para 1.569 personas.

VISIBILIDAD A NIVEL REGIONAL

Para Carlos Labarces, docente de planta de la Universidad desde el año 2002 y quien, además, es egresado del programa de Administración de Empresas de la misma, la Institución ha logrado algunos avances en los últimos 15 años, mediante la adquisición de cierta madurez en varios de sus procesos, que la ha hecho visible a nivel regional.

Comentó que como muchos egresados de la Universidad del Magdalena participó en el proceso inicial de cambio de la Institución en el año 1996, “fuimos de los estudiantes que nos reunimos y alzamos la voz pidiendo una universidad más moderna, mejor administrada, que diera más resultados a sus estudiantes”.

Al culminar sus estudios de pregrado, la Alma Mater le abrió sus puertas e invitó a trabajar en sus procesos, “la Universidad me ha aportado y desde allí también le he aportado a la comunidad académica y al compromiso hacia el futuro”.

Que las universidades regionales, afirma, tienen un gran reto, aportarle a una nueva sociedad y producir gran impacto en un país enfrentado a un postconflicto.

“Básicamente se han dado unos cimientos que permite que esos retos se puedan comenzar a trabajar con mejor impacto y con mayores capacidades ya construidas desde la Universidad para lograr ser un motor de cambio y de desarrollo dentro de la sociedad.

La región Caribe tiene muchos retos en cuanto a empleo, a cubrir las necesidades básicas y combatir la pobreza, por tanto, la Universidad se convierte en un motor que puede ayudar a ese cambio, que nos lleve a tener una sociedad mucho más equitativa, incluyente y sobretodo una sociedad con mayores oportunidades para la gente”.

Igualmente, aseguró, que son varios los retos que tendrá el nuevo rector para llevar a la Universidad hacia un estado un poco más moderno, con mayor inclusión, de consolidar procesos en términos de investigación, académicos y construir sobre lo que ya se ha construido.

“Me parece muy importante que la Universidad llegue a otros municipios, estableciendo sedes o con otro tipo de servicios. Es fundamental que pueda poner su oferta a disposición de otros municipios porque es la única forma de que esta región pueda dar un paso hacia adelante en el desarrollo”, reiteró el docente.

UN PASO HACIALA INVESTIGACIÓN

Iván Manuel Sánchez Fontalvo, quien realizó sus estudios universitarios en la Universidad del Magdalena y un doctorado en ‘Calidad Educativa en un Mundo Plural’ en la Universidad de Barcelona, trabaja como docente de planta, adscrito a la Facultad de Ciencias de la Educación, desde el año 2007, cuando concursó para ello. Dice que desde que llegó a la Institución pudo ver las posibilidades de crecer como persona y como profesional.

La investigación es su pasión y su llegada, luego de su postgrado, fue básicamente para trabajar en la creación del doctorado en Ciencias de la Educación, “cuando entré en el proceso de creación del doctorado ya había un avance, pero continué con ese liderazgo, como coordinador. Esto permitió que también jalonara la constitución y desarrollo de un grupo de investigación, denominado ‘Calidad educativa en un mundo plural’, el cual se ha categorizado en ‘A’, por segunda vez”.

Aseguró también, que recibieron visita de pares en el 2011 y aprobaron el doctorado mediante registro calificado. Además, este hace parte de la Red de Universidades del Doctorado y ya cuenta con tres cohortes.

“Nuestras líneas de investigación son la educación intercultural y la educación inclusiva. Los grupos de investigación con sus estudios y sus impactos también generan productividad académica, genera la criticidad de la sociedad y ante la misma universidad. Hay que seguir potenciando la autonomía de los grupos, que los docentes sean tutores, guías, que desarrollen los temas, no solo teórica sino prácticamente, con clases más aterrizadas para que los estudiantes se enamoren más de sus respectivas carreras”, señaló el coordinador de la línea de pedagogía e interculturalidad del doctorado.

Explicó la importancia de avanzaren el tema de la investigación, principalmente en el nombramiento de docentes en el área de Educación, “ojalá con título de doctorado de universidades reconocidas a niveles nacional e internacional, que puedan complementar la labor que este equipo viene haciendo. Esto impulsaría el fortalecimiento de la investigación de los grupos, pues este es un campo clave para que la Alma Mater siga consolidándose a través de la innovación”.

Por otra parte, en el periódico institucional Ágora se mostró el avance que han tenido también otros grupos de investigación, como el del Programa de Psicología de la Universidad del Magdalena.

Mediante un plan de cooperación con el Centro de Estudios del Comportamiento Prosocial y Antisocial de la Universidad la Sapienza de Roma, se puso en marcha en el año 2015 un estudio denominado “Promoción de comportamientos prosociales y competencias de regulación emocional en contextos escolares durante la adolescencia: Evaluación y aplicación del Programa Cepidea”.

Para esto fueron seleccionadas cuatro instituciones educativas de Santa Marta: ‘Francisco de Paula Santander’, Liceo Samario, ‘Alfonso López’ y la Normal Superior San Pedro Alejandrino. Allí los jóvenes de séptimo y noveno semestre de Psicología trabajaron con alumnos de séptimo grado de estos colegios.

En dicho proceso participaron alrededor de 20 semilleristas y estudiantes de prácticas, quienes se capacitaron para la aplicación del programa con el que se buscaba promover entre los estudiantes conductas asertivas y propositivas, que favorecieran la sana convivencia y erradicar el acoso escolar.

LA ACREDITACIÓN INSTITUCIONAL FORTALECE SUS PROCESOS

Para Hans Rangel Moreno, estudiante de los programas de Derecho y Contaduría, desde que llegó en el 2010 vio una Universidad posicionada y con una estabilidad administrativa y con una apuesta para mejorar su calidad académica y en busca de la acreditación institucional.

“La acreditación institucional es muestra que la Universidad alcanzó un grado de madurez en el sentido en que la calidad académica no se consigue de un día para otro, es un proceso de muchos años. Un trabajo y esfuerzo que se ha logrado en 54 años de historia”.

Indicó, que para los estudiantes significa contar con estándares de calidad, que los define el Gobierno Nacional, a través del CNA, y con fortalezas en las áreas de Extensión y Proyección Social, con los programas generadores de impacto en la proyección de las comunidades; de Bienestar Universitario, a través de unos programas que han llevado a que disminuya la deserción de los estudiantes, entre otros”.

De igual forma, los docentes y egresados concuerdan en que la acreditación es un gran paso, pero al mismo tiempo, incluye nuevos retos para superar.

“El tema de acreditación es un parámetro en el cual debemos superarnos. Si la Institución por esa acreditación es considerada una buena Universidad, debemos intentar ser mejor todavía. Y en ese sentido es clave el estamento administrativo, el estamento estudiantil y el estamento profesoral. Tenemos grandes retos, sin embargo, hay un espíritu de mejoramiento por parte de los profesores”, reiteró el docente Carlos Padilla.

Por su parte, el egresado y docente Iván Manuel Sánchez Fontalvo, afirmó, que cada miembro de la comunidad académica puede aportar ese grano de arena para avanzaren todos sus procesos, “la Universidad ha ganado renombre y respeto en el ámbito general de los departamentos de la Costa, cuando uno habla de ella se nota ese aspecto. La idea es seguir creciendo y responder más a las necesidades del entorno.

El Departamento se caracteriza por su entorno socio ecológico admirable: la Sierra Nevada de Santa Marta, el Mar Caribe, la Ciénaga Grande, los Valles del río Ariguaní, gran parte del río Magdalena y otros espacios con otras culturas como los indígenas de la Sierra, unas poblaciones afro y campesina que viven en esas zonas. La Universidad del Magdalena está llegando allá, pero necesitamos instituir muchos más estudios para que ayudemos a resolver las situaciones que incluyen a estas poblaciones”.

NECESIDAD DE NUEVAS SEDES EN EL SUR DEL DEPARTAMENTO

Aunque para el profesor Carlos Padilla fue evidente en las elecciones la cantidad de puntos con los que cuenta la Universidad del Magdalena, gracias, entre otras cosas, al instituto descentralizado a distancia, Idea, se hacen necesarias sedes físicas en varios puntos del sur del Departamento.

Para el docente y doctor Iván Sánchez, este es el momento en que la Universidad abra espacios de medios educativos, infraestructura, docencia e investigación en los municipios del sur del Departamento.

“El Magdalena es uno de los más rezagados del país y por ende, necesita presencia física, pues esto va a generar más sentido de pertenencia con el departamento. El centro de educación superior está llamado a propiciar una identidad cultural, pues es trabajo del Estado a través de sus instituciones, asumir retos críticos, académicos, que generen transformación en todos los municipios. Se tienen las condiciones, pero la Alma Mater debe llegar allá”.

Y es que, así como en temas de investigación, la Universidad ha aportado a sus egresados, también cumple al motivar a sus estudiantes para que sean líderes en la Región.

Hans Rangel, estudiante de prácticas de Derecho y de tercer semestre de Contaduría Pública, señaló, que se perfila en el tema de liderazgo y que la Institución le ha ayudado a crecer en este ámbito al brindarle las herramientas para potenciar este aspecto.

“En el 2012 la Universidad ofreció un diplomado en Liderazgo Estratégico, con un docente reconocido de la Universidad Nacional, el profesor Beethoven Herrera, quien es profesor emérito de la facultad de Ciencias Económicas. Desarrollamos el tema de expresión oral, de comunicación escrita, de presentación en radio, en televisión, además de otros aspectos que me han ayudado en mi desarrollo como líder y profesional.

Por otra parte, siempre he tenido apoyo en asuntos, procesos y dinámicas, por ejemplo, en el tema de movilidad. Y, en los programas de Bienestar Universitario he sido beneficiario en varios semestres con el programa de almuerzos y refrigerios”.

Agregó, que el impacto de los egresados ha sido positivo en la Región y el país, teniendo en cuenta que algunos conocidos que han ido a Bogotá a realizar sus prácticas universitarias, se han quedado trabajando y han dejado el Derecho de la Universidad del Magdalena bien posicionado.