El Papa envía a su mayor opositor a 12.000 kilómetros del Vaticano

Burke había encabezado el año pasado, junto con otros tres cardenales conservadores, una campaña sin precedentes en la que amenazó con emprender contra el pontífice «un acto formal de corrección de un error grave» después de este mencionara la posibilidad de ofrecer la eucaristía a las personas divorciadas.

El purpurado es, además, uno de los contactos más cercanos de Steve Bannon, jefe de estrategia del presidente estadounidense, Donald Trump. Según publicaba recientemente The New York Times, Burke «sospecha» que Francisco está «peligrosamente equivocado» y es «socialista». El cardenal se ha ido al Pacífico sin billete de vuelta y con la orden de no regresar a Roma hasta que el proceso esté resuelto. Visto el revuelo que el caso ha generado en Guam, pocos confían en que vuelva para presenciar la reunión de Francisco con Trump, programada para mayo, después de la cumbre del G7.