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Análisis

“Santa Marta y Magdalena estancados en competitividad”: Director Cámara de Comercio

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Al Magdalena y Santa Marta no les fue muy bien en el último informe sobre competitividad, por tanto, el director de la Cámara de Comercio de Santa Marta, César Riascos Noguera, visitó el sofá naranja de OPINIÓN CARIBE para hablar sobre las necesidades estratégicas que deben ser expuestas al nuevo gobierno, además de la elaboración de una agenda en conjunto donde la prioridad sea el bienestar de la población.

El Consejo Privado de Competitividad en alianza con la Universidad del Rosario ha publicado el reciente informe sobre los indicadores de competitividad por ciudades capitales. ¿Cómo le fue a Santa Marta?

Fueron analizadas las 22 ciudades capitales del país, entre las que Santa Marta si bien en ese promedio general ocupó el puesto 11, ello obedeció al indicador ambiental que establece las áreas protegidas y preservadas en la ciudad, que le dio un puntaje para ocupar un buen lugar; pero en otros indicadores hay mucho que trabajar en la medida que hagamos un ejercicio articulado podemos avanzar, porque estos resultados son por falta de articulación.

En el indicador de las empresas a Santa Marta no le fue muy bien, ocupó el puesto 22 de 23 ciudades. ¿Desde la Cámara de Comercio cómo se contribuye para motivar la puesta en marcha de nuevas empresas y con ello se generen empleos?

Hemos venido trabajando con la Alcaldía ese indicador. Santa Marta después de haber ocupado en el 2010 el puesto número 2 entre todas las ciudades capitales en puesta en marcha la idea de negocios, pasamos a ocupar el puesto 22. Este indicador refleja exactamente esa medición que hubo, por lo cual se debe hacer un trabajo de articulación; la Cámara de Comercio no crea empresa, la empresa se crea en conjunto con una serie de entidades que participan en todo este proceso, se está trabajando articuladamente para volver a recuperar esos espacios que alguna vez tuvimos.

El Consejo Privado de Competitividad que integran los grupos económicos más grandes del país hace grandes esfuerzos por construir  el Índice de Competitividad Nacional, alimentar el ranking para analizar la posición que tiene el país en materia mundial donde ocupamos el puesto 64 entre 122 países.

Este es un año coyuntural. El Magdalena cuenta con una bancada más robusta en el Congreso. ¿Cómo articular a los actores para lograr la competitividad que necesita este Departamento?

Estamos próximos a elegir al Presidente que regirá los destinos de Colombia. Además, recientemente se eligió un nuevo Congreso donde se renovó en un 40 % la bancada a la Cámara de Representantes por el Magdalena, contando en esta oportunidad con tres senadores que representan a este Departamento. Hay que trabajar unidos, priorizar proyectos que impacten a los indicadores de competitividad para que puedan ser movidos, no es fácil moverlos a corto plazo, pero estamos seguros que si llegamos a un gran acuerdo y a una articulación público – público; privada – privada; y público – privada, tendrá connotaciones distintas. Alcanzado un acuerdo de priorización sobre esas necesidades estratégicas del Departamento y de la ciudad lo podemos lograr.

En los últimos años los indicadores de competitividad no dejan muy bien ante otros entes territoriales al Departamento y al Distrito. De acuerdo con su experiencia ¿cuál sería la razón?

Los índices de competitividad del Magdalena ocupan los ranking más bajos detrás de ciudades que llevan un impulso mucho mayor que nosotros. Hemos identificado a lo largo de estos años que ha faltado unión, articulación, no solo público – privada, sino también, público – público. Debemos dejar de lado ese divorcio entre el Departamento y del Distrito, debemos hablar de la ciudad – región, teniendo a Santa Marta como la ciudad ancla para la inversión, el turismo, sobre todo, porque es la capital del Magdalena.

¿Qué propuesta se plantea desde la Cámara de Comercio para articular las administraciones para el desarrollo de la competitividad en el Magdalena?

Con una bancada importante en el Congreso y que esté alineada con un propósito superior en común y el respaldo de los gremios y empresarios, podemos  presentarle al próximo gobierno un documento donde se prioricen las necesidades fundamentales y estratégicas para hablar de desarrollo en el Magdalena.

¿Cuáles son esas necesidades estratégicas que deben  suplirse para lograr la competitividad internacional en el Magdalena?

Son muchos aspectos los que miden los índices departamentales de competitividad. Son ochenta que se desagregan en otros. En infraestructuras hoy hay identificadas tres grandes prioridades de ciudad y departamento que no dan más espera, que solo en la medida en que nos unamos, alcemos la voz y la mantengamos en ese nivel las podemos lograr. El problema del acueducto de Santa Marta es una prioridad, hay que trabajar en conjunto, se están dando pasos en ese sentido, pero no puede ser una gestión exclusiva de la Alcaldía o de unos parlamentarios ni tampoco del sector privado puede ser indiferente ante esto. Es algo urgente no solo para sus habitantes sino para que pueda ser atractiva para la inversión.

Al hablar de la ampliación de la pista del aeropuerto y de la doble calzada Ciénaga – Barranquilla, ¿qué falta para que estos proyectos se materialicen y pueda Santa Marta ser destino mundial?

Nos calificamos como un Distrito Turístico, se están haciendo enormes esfuerzos por convertirnos en destino de clase mundial, pero sin una ampliación de la pista del aeropuerto ‘Simón Bolívar’ que permita el aterrizaje de vuelos internacionales, por tanto, cómo  vamos a ser competitivos de manera internacional y seguir en ese aprovechamiento de esta riqueza ambiental y turística que tenemos en la ciudad y en el Departamento, los cuales tienen lugares identificados para el turismo de naturaleza y ecoturismo, elementos que nos dan ventajas comparativas, porque debemos ser propicios al crecimiento empresarial.

Otra necesidad es la doble calzada Ciénaga – Barranquilla, que está diseñada, pero en materia ambiental lo agrava una situación particular, la erosión costera en el kilómetro 19 donde en cualquier momento puede quedar interrumpida la comunicación con la Costa, situación nefasta para el mismo país. Estas obras en conjunto pueden demandar enormes recursos y son prioritarias, hay que incluirlas en la agenda ciudad – regional, debemos ser todos en conjunto que levantemos la voz y entregarle ese documento a la presidencia con esas exigencias y que todos en los próximos meses estemos trabajando en función de sacar esto adelante.

Santa Marta tiene desactualizado su Plan de Ordenamiento Territorial. ¿Cómo afecta esto la competitividad?

Tiene una enorme importancia, porque un POT establece reglas para el desarrollo económico, se identifican las áreas donde puede establecerse empresa, ejercer comercio. Significa organización para implementar esas reglas que deben tenerse en cuenta por parte de los inversionistas para que se pueda expandir la ciudad y desarrollar económicamente en todos los aspectos.  Es fundamental, estamos en mora, sabemos de las dificultades que se están atravesando, pero se han dado pasos importantes. Es una necesidad urgente que podamos contar con este instrumento.

Magdalena por primera vez elabora su Plan de Ordenamiento Departamental. ¿Cómo contribuye al desarrollo de este?

Si lo miramos a nivel departamental, porque no existía este documento, se están trazando los lineamientos para identificar las vocaciones para el desarrollo del sector agropecuario, no todas las zonas son aptas para todo. Esos estudios que se están haciendo son para trazar políticas en las regiones e incentivar el desarrollo del crecimiento económico de estas zonas. Celebramos que se estén dando pasos hacia este derrotero.

Barranquilla avanza aceleradamente, mientras que Santa Marta lo hace a paso lento. ¿Qué análisis hace usted sobre estas dos ciudades?

Las comparaciones son odiosas, pero debo hacerla, la crisis que atravesó Barranquilla en los años 90 era compleja. Había polarización por la falta de credibilidad en la institucionalidad, enfrentamiento entre la gobernación y la alcaldía; y entre los empresarios que defendían intereses particulares y una bancada fortalecida, pero dividida. Este escenario cambió, cuando los barranquilleros se unieron, lavaron los trapos sucios en su casa, pero para impulsar iniciativas que a todos beneficiara, se unieron para gestionar ante el Gobierno Nacional enviándole un mensaje de articulación. Esta propuesta es la que queremos implementar en el Magdalena, ya lo han hecho en otras ciudades y ha funcionado, si nos unimos aquí también va funcionar y seremos muy competitivos.

¿Qué pasará si continúa el divorcio entre la  institucionalidad, el sector privado y el público?

Si no hay un diálogo adecuado, si no hay trabajo en equipo, no hay posiciones concertadas y articuladas entre los diferentes actores de un territorio, los más perjudicados son las empresas, lo que influye en los índices de desempleo, la baja calidad de vida y problemas de pobreza. Debemos trabajar con propósitos comunes para que el territorio avance independiente de la ideología que se tenga, de lo que se esté buscando, todos en pro de la calidad de vida y el desarrollo económico.

 

 

 

 

 

 

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