Nación
¿La construcción en Colombia tiene estándares mínimos?
Un error de diseño en el viaducto de Chirajara hizo que la obra colapsara antes de ser finalizada. Una serie de fallas en la construcción ocasionaron la emergencia en la represa de Hidroituango. La inadecuada resistencia del concreto en el viaducto La Herradura, a la entrada del túnel de La Línea, amenaza con retrasar la entrega del proyecto. Todos son hechos recientes que suman pérdidas millonarias y están siendo investigados por las autoridades para establecer sus causas exactas.
Estos hechos hacen que el país cuestione la rigurosidad de los proyectos civiles y nos obliga a preguntarnos si en Colombia seguimos los procedimientos adecuados. Según Juliana González, presidenta del Instituto Americano del Concreto (ACI, por su sigla en inglés) capítulo Colombia, en nuestro caso, la industria de la construcción no ha reconocido la importancia de que todo el personal técnico de una obra tenga la capacitación adecuada para desarrollar su trabajo con ciertos estándares.
“Hay una gran falta de conciencia y de costumbre en hacer las cosas con calidad. Desde el diseño se tienen que prever ciertos estándares mínimos y otros se contemplan durante la construcción para garantizar que se mantengan unos criterios. Desafortunadamente eso no pasa aquí y no podemos simplemente imponerlo”, aseguró González.
Este tema cobra importancia ahora que el país vive una “revolución de la infraestructura”, haciendo referencia a los proyectos de vías de cuarta generación (4G) que suman inversiones por $45 billones para la construcción de 2.300 kilómetros de dobles calzadas y 1.110 puentes o viaductos.
José Izquierdo, expresidente de la ACI, quien fue invitado por Asocreto a la XVII Reunión del Concreto, que tuvo lugar la semana pasada en Cartagena, relató que en muchos países del mundo se está haciendo con éxito una revisión exhaustiva de la documentación de construcción, especialmente para obras de interés público como escuelas y hospitales, pues “en caso de emergencia esa infraestructura, que sirve a millones de personas, tiene que sobrevivir más que ninguna”.
La ACI se instaló en Colombia hace 40 años precisamente con el objetivo de promover el desarrollo y la adopción de estándares consensuados de diseño de concreto, elaboración de materiales y construcción en técnica reforzada. El instituto representa ese mismo interés en 120 países con programas de entrenamiento y certificaciones, principalmente.
“En muchos aspectos los estándares colombianos en construcción son de muy alto nivel y se reconocen en otros países, pero en la aplicación de esos conocimientos en el día a día en la obra podemos hacerlo mejor”, dijo el director ejecutivo de ACI Colombia, Omar Javier Silva, haciendo referencia a que se cuente con entidades rigurosas que verifiquen las obras y personal con la formación adecuada: “Ahí es donde entran las certificaciones a darnos esa tranquilidad de que las cosas se están haciendo de buena manera”.
Aunque en Estados Unidos las certificaciones son de obligatorio cumplimiento, en Colombia no se han podido llevar a ese grado de importancia. Por ahora, la única victoria que se atribuye al ACI en el país es lograr que normas como la sismorresistencia adoptaran los estándares del instituto e incluyeran diversas referencias a manera de recomendaciones. Muchos ingenieros lo hacen también por su cuenta.
El ACI ofrece 23 programas, pero en la seccional Colombia solo están avalados siete de manera permanente con examinadores locales, aunque bajo solicitud y con asistencia internacional se pueden aplicar las demás por medio de expertos autorizados. A lo largo de cuatro décadas se han certificado alrededor de 400 personas, principalmente de concreteras, proveedores de materiales y constructoras pequeñas, cumpliendo un proceso que mide conocimientos prácticos y teóricos.
La ingeniera Nancy Torres, investigadora de materiales y tecnologías del concreto de la Escuela Colombiana de Ingeniería, explicó que cuando se hace control de calidad en los insumos y se aplican adecuadamente las normativas se garantiza que los materiales tengan las propiedades requeridas.
Caracterizar el concreto y otros insumos es un paso importante en cualquier proyecto, porque su comportamiento tiene gran influencia en el producto final; por eso el proceso tiene lugar desde el diseño mismo de la obra. Pero en Colombia no se han implementado a cabalidad las normativas estadounidenses en la materia. “Es necesario hacer las cosas mejor de lo que las estamos haciendo, tener la conciencia de que se pueden tener mejores acabados”, resaltó la docente.
La presidenta de Camacol, Sandra Forero, destacó que en Colombia el sector cuenta con altos estándares de regulación, control y normatividad técnica, y confirmó que sí se cumplen esos lineamientos “orientados a garantizar la construcción de edificaciones de calidad”.
Fuente de El Espectador
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