Origen de la celebración del año nuevo

El año nuevo comenzó a festejarse el 1 de enero hace relativamente poco tiempo, fue el papa Gregorio XIII quien lo dispuso en 1582 para todos los paises católicos, al inaugurar el calendario vigente (gregoriano) que sustituyó al juliano.

Luego las restantes naciones lo incorporaron, los rusos fueron los últimos (1917), y así se aceptó en todo el mundo que el año comenzara el 1 de enero y no el 21 de marzo o el 1 de abril, como solía serlo.
Lo dicho no tiene relevancia, si se observa que otros pueblos, que en lo Civil se manejan por el calendario gregoriano, celebran su año nuevo en otras fechas, en función de sus propias tradiciones historicas y religiosas. Por ejemplo el año nuevo chino comienza entre enero y febrero con la primera luna nueva de Acuario. El judio se celebra en septiembre u octubre del gregoriano, el islámico a fines de enero, el tibetano entre enero y marzo, en Irán el 21 de marzo, en Tailandia, Camboya y Birmania entre el 13 y 15 de abril. Como se observa generalmente el fin de año en muchas religiones y culturas se da con el fin de los ciclos solares, ya que en casi todas las religiones se le da al sol el máximo poder.

Con la expansión de la cultura occidental al resto del mundo el 1 de enero es día festivo y fecha de carácter universal, incluso en paises con sus propias celebraciones de año, por ejemplo: China. Ese era el día que los romanos dedicaban al Dios Jano, el Dios «de las entradas y comienzos», el mes de enero recibió ese nombre en honor a Jano que tenía dos caras «una que miraba adelante y otra que miraba atrás». Hoy el calendario gregoriano se sigue utilizando y la celebración se ha caracterizado por seguir con el significado religioso que prevaleció en la Edad Media.

Recopilado y elaborado por: Francisco Castillo Serrano.
M. M. Mérida – Venezuela.
Fuente: Wikipedia. Enciclopedia Libre. (2008).