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Edición Especial

Agua sí hay

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Laura Vélez

La Organización no Gubernamental, Greenpeace, aseguró, basado en un estudio realizado a nivel mundial, que la industria del carbón ha privado a los humanos del preciado líquido, teniendo en cuenta que para el sostenimiento de las empresas carboníferas y mineras estas consumen actualmente la misma cantidad de agua que necesitarían mil millones de personas, (2 mil veces la población de Santa Marta).

De igual forma, el estudio arrojó que, si se dan las construcciones globales de las 2 mil 668 plantas nuevas, aparte de las 8 mil 359 que se encuentran en operación actualmente, el agua utilizada en la industria carbonífera sería casi el doble.

Según la Agencia Nacional de Minería, ANM, en Colombia se produjo solo en el 2014, unos 88 millones de toneladas de carbón, que contribuyeron significativamente en el crecimiento del Producto Interno Bruto del país. Los municipios evidencian la explotación de sus recursos naturales no renovables y el crecimiento continuo que han tenido estas empresas carboníferas y portuarias, sin embargo, gran parte de sus comunidades aledañas siguen en condiciones de pobreza, sin recibir ganancia alguna por la actividad minera como tal.

En el Magdalena cuenta con cuatro puertos por donde se exporta el carbón extraído del Cesar: en Santa Marta, la Sociedad Portuaria y Puerto Zúñiga, de propiedad de Prodeco; Ciénaga, con los puertos de Drummond y el puerto río Córdoba de la empresa Colombian Natural Resources, CNR, anteriormente Puerto Vale.

El Decreto 3083 de 2007, por el cual se reglamenta el Decreto – Ley 2811 de 1974 y la Ley 336 de 1996, le exigió a todos los puertos marítimos del país, además de sostener un sistema de cargue directo, a partir del primero de julio de 2010, para continuar con la operación del carbón autorizada; un acuerdo con las mejores prácticas y tecnologías limpias que eviten la dispersión de partículas de carbón, incluyendo entre otros, sistemas de humectación eficientes, control de altura de pilas de almacenamiento y de descarga de carbón, reducción de inventarios y control de emisiones en puntos de transferencia (artículo 2° del Decreto 3083 de 2007).

“Para realizar las labores mineras debe existir una constante humectación del carbón con diferentes sistemas de aspersión de agua, si no se mantiene un grado de humedad del mineral en los patios de reserva, existe un alto riesgo de que se genere una conflagración; por tanto, este es un proceso técnico que deben seguir las carboneras”, aseguró Sandra Vilardy, bióloga marina y docente investigadora.

Si bien es cierto que cada empresa carbonífera tiene su propio proceso para el manejo de transporte, cargue y descargue de este mineral, no se debe dejar de lado que los cuerpos de agua de la región, como ríos, quebradas y hasta el acueducto de la ciudad (que se conoce están por debajo del caudal promedio del agua) son intervenidos mediante desvíos, represas, canales, entre otros, para uso muchas veces desproporcionado, situación que inquieta a las comunidades perjudicadas por el desabastecimiento del agua, en general.

Mientras las represas rebosan de agua, comunidades como la Wayúu, en La Guajira, mueren de sed, o para no ir más lejos, los mismos habitantes de algunos sectores de Santa Marta, no tiene suministro de agua potable por el acueducto de la ciudad en varios meses.

¿CUÁNTA AGUA GASTAN LAS EMPRESAS?

Este recurso hídrico utilizado para mitigar daños ambientales y de salud, es sacado de las aguas superficiales de algunos ríos concesionados, aguas de lluvia o pozos profundos, todo con la certificación y documentos legales, que acreditan el volumen de agua que puede ser utilizado por cada empresa.

Según la multinacional portuaria Drummond Ltd., consumieron en sus operaciones mineras de 2015 un total de 11.1 millones de metros cúbicos de agua, teniendo en cuenta que la Empresa exportó 28 millones de toneladas de carbón. De este valor en metros cúbicos, el 19 % procedió de fuentes superficiales o pozos profundos y el 81 % de aguas recicladas procedentes de lluvia o infiltración.

Por su parte, empresas pequeñas de sectores mineros gastan en promedio 20 litros por tonelada de carbón, en todo el proceso de descargue, acopio y cargue a buques y algunos reutilizan por medio de sistemas de canaletas. También la emplean, (aproximadamente 25 litros de agua por día), en las baterías de baño del personal, que cuentan con un sistema de tratamiento de aguas que son reutilizados en su totalidad para diversas actividades en el interior de estas compañías en zonas verdes.

Y aunque estas empresas mineras y portuarias, aseguran que en sus pozos subterráneos guardan agua reciclada procedente de las lluvias o infiltración, es oportuno cuestionar su procedencia, cuando en la capital del Magdalena no ha llovido en tan largo tiempo.

Las empresas carboníferas y mineras tienen entre sus retos de prevención, mitigar y controlar el material particulado, con el fin de proteger la salud de las comunidades aledañas a sus procesos. Empresas como Drummond Ltd., introdujeron en sus acciones de mejora de la calidad de aire un aumento de la flota de tanqueros, en donde utilizan carrotanques con capacidad para 22.000 galones cada uno; control de emisiones en el cargue de palas, en el cual se instalaron lanzadores de agua para mejorar la eficiencia en el control del polvillo en la operación de palas, entre otros.

De acuerdo con los contratos de concesión de los ríos suscritos por Corpamag, OPINIÓN CARIBE evidenció el manejo completo de las aguas concesionadas para el sector agrícola, ganadero, de generación de energías y minero. En el caso del carbón, las aguas licitadas se utilizan para uso industrial, de humectación del carbón (aspersión y microaspersión), uso doméstico, riego de zonas verdes, lavado de vehículos, muelles y vías, lavado de equipos y consumo humano.

CONSUMO COMPARATIVO ENTRE LA ACTIVIDAD MINERA Y OTROS SECTORES

Es importante resaltar, que según el reciente Estudio Nacional del Agua (2014), realizado por Ideam, se determinó que de 666 millones de metros cúbicos de agua que utilizó el país, el sector minero utilizó el 1.8 % y una de las empresas que más carbón mueve: Drummond (con 15 trenes al día con capacidad de carga de 7.500 toneladas), representa el 1.6 % de este consumo. Otros sectores como la actividad agrícola y generación de energías consumen mayor porcentaje, con el 76 %.

¿EXISTEN LICENCIAS AMBIENTALES SOBRE LOS RÍOS?

Si bien Corpamag otorga concesiones de agua a las empresas que soliciten y necesiten de este bien para actividades enmarcadas en el uso del mineral, es importante resaltar que no solo la Corporación da estas licencias; dependiendo de la jurisdicción, las licencias o concesiones de agua son otorgadas por parte de las entidades como Dadma, Anla y los Departamentos Administrativos Distritales.

Drummond negó mediante un oficio el uso del río Toribio, “la multinacional no ha realizado ni realizará desviaciones de los ríos Toribio o Ranchería, pues no se encuentran ni siquiera en su área de operación, por tanto, no existe plan para atender ningún impacto relacionado con estos ríos. El río Toribio no se encuentra en el área de operación de Puerto Drummond, y el río Ranchería, ubicado en La Guajira, no está en el área de influencia de nuestros proyectos mineros que se ubican en el centro del Cesar”.

Aunque quedó claro que el río Ranchería no se encuentra en el área de operación de Drummond Ltd; OPINIÓN CARIBE constató mediante folios que reposan en las instalaciones de la Corporación Autónoma Regional del Magdalena, la licencia de aguas superficiales provenientes del río Toribio a esta compañía, ubicado a 1.730 metros de su puerto, y autorizada mediante la resolución 2107 del 18 de octubre de 2007, modificada por la resolución 0037 de enero 09 de 2008, para satisfacer la demanda de agua en las actividades relacionadas con el transporte, manejo y exportación del carbón, patios, rampas y jardines; en los sistemas de saneamiento, control de emisión de material particulado en la atmósfera, abastecimiento en las grúas y remolcadores, casinos, cocinas, entre otros.

Esta concesión fue otorgada con el fin de transportar el caudal a 76 litros por segundo, mediante la construcción de una bomba de succión estacionaria y así abastecer las necesidades operativas y domésticas de esta empresa privada.

Es importante resaltar, que cuando se dieron aquellas concesiones, no solo Drummond tomaba agua del río Toribio, ubicado en las estribaciones de Ciénaga, también lo hacen las empresas carboníferas Prodeco S.A. y Puerto Nuevo, esta última, con concesión otorgada por la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, Anla, y fue dada por 124 litros por segundo, superando a las demás empresas.

¿QUÉ DICE CORPAMAG?

Para la Corporación Autónoma Regional del Magdalena, los recursos naturales son concesionados a particulares, como puertos u otras entidades, siempre y cuando las empresas que lo solicitan usen el procedimiento que está establecido en las leyes colombianas, principalmente en el artículo 2811, “la principal función de estas entidades es administrar los recursos naturales mediante licencias y concesiones para así entregarlos para su uso y disfrute, teniendo en cuenta unas condiciones ambientales específicas y unos volúmenes establecidos para cada particular”, afirmó el subdirector de Gestión Ambiental de Corpamag, Alfredo Martínez Gutiérrez.

Manifiestan que el agua es un bien superior en la medida que, sin este, la subsistencia del ser humano no es posible. Por tal razón, la distribución de este elemento debe acomodarse a los cambios climáticos y disminuir proporcionalmente entre todas las concesiones, teniendo en cuenta la premisa de que el consumo humano está por encima de cualquier otra consideración.

“Cuando disminuyen los caudales promedio, lo que hace la Corporación es que en ese mismo porcentaje se le reducen las concesiones a cada usuario, por ejemplo, si la cuenca tiene 1.000 litros por segundo y la empresa concesionada tiene 100 L/s a su disposición, y si hoy por cualquier factor, ya la cuenca no conserva los 1.000 L/s sino que bajó a 500 L/s; la empresa que tenía 100 nada más, tiene derecho ahora únicamente a 50. En la misma proporción que se reduzca el caudal de la cuenca, se le reduce el caudal a cada uno de los usuarios”, aseguró el subdirector de la regional.

Por su parte, Sandra Vilardy, bióloga marina y docente investigadora, precisa, que, por ley, las cuencas deben mantener un caudal ecológico mínimo para que los ríos puedan suministrar el agua para todos los servicios requeridos y también para las funciones ecológicas.

CONTROL Y SEGUIMIENTO

La Corporación cuenta con una red de monitoreo de calidad de aire, que hace mediciones por medio de máquinas especializadas para tal fin con posibilidad de medir hasta 10 micras, localizados en Invemar y en el Club Santa Marta.

En el caso de la Sociedad Portuaria de Santa Marta, Corpamag realiza cada 48 horas mediciones por 24 horas seguidas, mostrando indicadores en calidad de aire muy por debajo de los máximos permitidos por la ley.

Por otra parte, es imprescindible que tanto Corpamag como el Anla, también encargada de hacer seguimiento control y monitoreo, visiten constantemente los puntos concesionados debido, entre otros requerimientos, a las captaciones ilegales, “la gente de una finca, por ejemplo, tiene aguas concesionadas para 200 hectáreas y siembran palma para unas 1.000; mientras exista mucha agua a causa de las lluvias no afecta, pero cuando hay un ‘Fenómeno como El Niño’, se nota la desproporción y el bajo nivel del agua, lo que no permite que alcance para suplir todo el volumen dado en el total de las licencias otorgadas”, manifestó.

El jefe de Gestión, Alfredo Martínez, ratificó, que la regional mostrará toda su condición de autoridad, sancionará y establecerá medidas administrativas en contra de toda entidad, persona o empresa que use el agua sin los debidos permisos que establece la norma colombiana.

Cabe mencionar, que por ley todos los ríos deben preservarse y según el criterio de las Corporaciones Autónomas Regionales, que no es igual en cada caso, lo que se denomina un caudal ecológico debe garantizarse y evitar a toda costa que el río se seque.

LAS REGULACIONES

Corpamag, dependiendo de la actividad, otorga un volumen de agua para las concesiones. Cada actividad tiene unos volúmenes de riego, ya estipulados, la empresa establece, mediante su solicitud, qué necesita y cuál es la actividad a desarrollar. Existen módulos de aspersión, para saber cuánto se necesita para humectar una hectárea de palma, de banano y un determinado volumen de carbón. Módulos que utiliza la Corporación para otorgar el volumen que realmente requiera la actividad que desarrolla.

Según el subdirector de Gestión Ambiental, esto es controlado mediante unas regulaciones, que son las visitas a los sitios que se le han entregado las concesiones de agua para determinar qué cantidad de volumen de agua entra a los concesionados y revisar en donde hayan establecido contadores. El agua que es utilizada, se cobra a las empresas.

“Las regulaciones las hacemos con personal de la Corporación y son visitas que se hacen en los sitios de captación de agua. Para el caso de fincas tienen unas compuertas y dependiendo la altura de la compuerta se determina qué volumen está usando. En el evento en que se esté captando más volumen del concesionado, por supuesto se le harán unos llamados de atención y si no se acoge a las normativas, el caso es llevado hasta procesos sancionatorios que pueden llegar incluso a quitarles la concesión a la que se llegó”, puntualizó el funcionario.

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