$30 mil diarios pagan los samarios por el agua

La sequía que padece la ciudad de Santa Marta desde hace varios meses atrás ha causado que los samarios cambien su rutina diaria, es decir, algunas familias tienen que bañarse con balde y totuma o reutilizar el agua para descargar los inodoros. Lavan los platos en recipientes y dejaron de usar lavadora para hacerlo como en los viejos tiempos ‘a mano’.

Además el ‘bolsillo’ está bastante afectado, según afirman los ciudadanos, debido a que diariamente les toca pagar 30 mil pesos en agua para beber y bañarse. Pero los que no tienen ese dinero hacen ‘maravillas’ para poder conseguir el preciado líquido.

Edinson Santos, residente del barrio 17 de diciembre, indicó que la falta de agua les alterado el sueño, debido a que los fines de semana no duermen tranquilos porque desde la noche del viernes hasta la madrugada del lunes, días programados por la empresa Veolia para prestarles el servicio de acueducto, tiene que levantarse varias veces para ver si ya llegó el agua y así conectar una motobomba que mande el líquido a la alberca.

“Nos levantamos a la medianoche, a las dos y a las cuatro de la madrugada, esperando el agua. A veces hay días que pasamos de largo porque no llega”, dijo Edinson. Como él, sus vecinos han tenido que comprar motobombas y hasta 25 metros de manguera porque “por gravedad nunca se nos va a llenar la alberca”, afirmaron.

Los barrios con mayor afectación por el desabastecimiento son: María Eugenia, Primero de Mayo, Corea y Martinete, Pescaíto, 20 de Julio, San Fernando, Mamatoco, Once de Noviembre, San Martín, San Jorge, Villa Tabla, Nacho Vives, San Fernando, Ensenada Juan XXIII, Santa Mónica, ‘María Cristina’, 17 de Diciembre, Bastidas, Chimila, Ondas del Caribe, Los Fundadores, ‘Luis Carlos Galán’, Oasis, El Paraíso, El Salvador, El Pantano, Santa Fe, Tayrona, entre muchos otros donde sus moradores no aguantan más la situación y están desesperados.

CARRETILLA CON AGUA

Por las calles de los sectores populares de la ciudad, se observan a la personas llevando pimpinas con agua en carretillas, quienes salen a buscar el preciado líquido por las calles de su sector o barrios aledaños.

Los samarios cada dos días tienen que salir a recorrer varias calles en busca del líquido porque el que llega a su casa, un solo día a la semana y por dos horas, no les alcanza. Además les ha tocado comprar en pimpinas con agua en 700 y hasta mil pesos, para bañarse, y hasta bolsas de agua potable en la tienda para que puedan cocinar.

La compra y venta de pimpinas de agua se ha convertido en la solución para que la población sedienta, especialmente de los barrios pobres se abastezca. La desesperación también llevó a algunas personas a abrir huecos frente a sus casas o en el pavimento para pegarse al tubo madre.

CRISIS ECONÓMICA

Así mismo, señalan que esta situación es un ‘hueco en sus bolsillos’, puesto que les ha tocado pagar los recibos del acueducto, a pesar que es un pésimo servicio y comprar agua en bolsas para poder abastecerse.

Del mismo modo, las motobombas y las mangueras están nuevamente adornando las calles de Santa Marta, debido a que a los ciudadanos les toca hacer maravillas para obtener el agua potable.

La ciudadanía espera que la Alcaldía Distrital, Essmar y Veolia busquen las soluciones reales a este problema antes que empeore, toda vez, que los antecedentes sobre crisis de agua en la ciudad son preocupantes.