Columnistas
Desarrollo y crecimiento
Por: Saúl Alfonso Herrera Henríquez
Deberían promover nuestros empresarios en Santa Marta y el Magdalena, condiciones realmente favorables para el desarrollo social y humano y el crecimiento económico, teniendo como propósito, entre otras, la economía naranja, circular y de conocimiento tecnológico. Adentrarse de lleno en la cuarta revolución industrial que vive el mundo y está cambiando la vida de millones de personas debido a la tecnología digital, que combina y hace real la interacción del mundo físico y el mundo en línea. Son estas economías importantes en la producción y generación de riqueza, a diferencia de las tradicionales y con la ventaja que pueden ser creadas en cualquier lugar. Esta denominada cuarta revolución industrial, puede ser parte del comercio internacional generando valor a los servicios, implica profundos cambios tecnológicos, que nos obligan a modificar rápidamente la información y la forma de adquirir conocimientos.
Conviene para Santa Marta y el Magdalena promover la economía naranja con acuerdos público-privados, promocionar, fomentar, impulsar clústeres junto a este nuevo modelo económico y el desarrollo del conocimiento. Potenciar el turismo, desarrollar software y servicios tecnológicos, convertirnos en ciudad y departamento del conocimiento. Entrar de lleno en la era de las telecomunicaciones que abre nuevas oportunidades en el sector de multimedia y modelos innovadores de negocio, adecuarnos, diversificar servicios y repensar sus modelos.
Estamos en etapa de grandes transformaciones dada la aparición de nuevas aplicaciones digitales, que generan disrupciones de peso en la industria y muchas otras actividades económicas, lo que impone invertir en la renovación y modernización de las infraestructuras de redes de comunicación y de acceso a internet. Esta nueva era abre grandes oportunidades en el sector de multimedia y modelos innovadores de negocio, en el que deberán combinar el control de las redes de distribución y el manejo de los contenidos que por estas transitan. Esta adaptación, como sostienen los expertos, será posible si los actores del sector leen adecuadamente estos cambios en la base de sus consumidores si actúan de manera innovadora y audaz; pero que también harán falta adecuaciones en la regulación que faciliten la transición.
El desarrollo, nuestro desarrollo, tiene que ser, además de una preocupación constante, una realidad humana a la que se trasladen conceptos, teorías y supuestos a la práctica para lograr un resultado favorable para la sociedad. Es en decir de Giovanni E. Reyes, en su trabajo “Principales Teorías sobre el Desarrollo Económico y Social”, …una condición social dentro de un territorio, en la cual las necesidades auténticas de su población se satisfacen con el uso racional y sostenible de recurso y sistemas naturales. La utilización de los recursos estaría basada en una tecnología que respeta los aspectos culturales y los derechos humanos; en lo que cabe definir el bienestar social como el acceso a organizaciones y a servicios básicos como educación, vivienda salud, nutrición, y sobre todo que sus culturas y tradiciones sean respetadas dentro del marco social de un estado nación en particular y el bienestar económico como la existencia de oportunidades de empleo, satisfacción por lo menos de las necesidades básicas, y una tasa positiva de la distribución y de la redistribución de la riqueza…; permitiendo concluir lo cual que en esto del desarrollo, fundamental es atender las propias necesidades y realidades tanto en lo territorial como en lo poblacional. saulherrera.h@

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