Hacer caminos

Por: Saúl Alfonso Herrera Henríquez

Santa Marta, cercana a los 500 años de haber sido noticia para occidente y el resto del mundo, bueno es ya que deje atrás en borrón y cuenta nueva todo atisbo de dudas, flaquezas, vacilaciones y empiece a encontrar rumbos ciertos. No más vicios, deshonestidad, deshonra, desfachatez, corrupción, vergüenza, prepotencia, desmanes, desfalcos, ni malicias encubiertas ni protegidas desde el poder y fuera de él. Requerimos transitar, camino a estructuraciones y aceradas consolidaciones, inteligencia, honor, honradez, trabajo denodado, sacrificio, disciplina, voluntad y decisión política. No más una ciudad en la que campeen alevosía y maldad. Ni ser más un pueblo fatigado por la espera, escarnecido en su confianza y menesteroso de soluciones.

Necesitamos ascender con fuerza, inteligencia y constancia en la procura de grandes metas, claros objetivos y singulares propósitos. Ser protagonistas de importantes como positivas circunstancias. Gritarle al mundo que la disciplina y el sacrificio valen la pena. Que requerimos senderos de formación. Que debemos y tenemos que reclamar los laureles cuando hayan sido ganados en franca lid. Que alcanzar una meta sea el principio de otras muchas. Que al entorno que pertenecemos es razón de peso para ir más allá del sacrificio.

Interesa construir, buscar nuestro porvenir, conquistar, definirnos en valores, producir, crecer, forjarnos para la competencia, exigirnos para merecer. Realizar nuestros sueños, hacer de la disciplina, el orden, la puntualidad, el esfuerzo, la constancia, la honradez, el respeto y el valor instrumentos de formación personal. Adentrarnos en iniciativas de peso que traduzcan bienestar e integral prosperidad para todos, suplir los abandonos, superar toda desidia. Ser territorios enormes en responsabilidad, pujanza, decoro, éticos y gran civismo que hagan posible llevar de la mano a la comunidad por caminos seguros de armonía, equilibrio, crecimiento y desarrollo.

Importante en todo lo expuesto e histórico contexto, consultar lo que hemos sido y hemos hecho, pero no como opción ni alternativa, sino como esencia constitutiva de un querer ser y hacer. Entender que tenemos que manejarnos sin sobresaltos ni distracciones, a efecto de no desviar la discusión hacia temas baladíes que nada sirven para nuestro general bienestar. No podemos cabalgar sobre desafueros ni pensar en quimeras, sino definir vías que conduzcan a materializar las realidades que bien y mejor puedan cambiar nuestra realidad. Afianzarnos en valores, hacer visibles nuestras actuaciones como ciudadanos y hacerlas además tanto idóneas como válidas, razón por la que hay que entender el papel que como ciudadanos nos debe y tiene que Corresponder. 

saulherrera.h@gmail.com *Especializado en Gestión Pública