Columnistas
Preparemonos para lo que puede venir

Por: Jose Miguel Berdugo
Después de hacer una rápida revisión del desenvolvimiento atípico de este año 2020 permítanme una reflexión para el futuro próximo.
Quiero empezar por una consideración clave y es que de acuerdo a lo que acabamos de ver en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos las elecciones de hoy tienen unas características que las hacen diferentes, por un lado la polarización radical sin matices de grises y a los políticos les interesa que sea blanco o negro, por otro lado las referencias ideológicas y los programas no son importantes pero si se desacreditan las personas y la guerra sucia es lo que prima, el populismo es la principal herramienta y aprovechan personajes oscuros políticos de profesión, que cambian de bando sin ningún pudor o que recurren a las mentiras a un pueblo fácilmente manipulable y que pretenden implementar regímenes que han evidenciado el fracaso de su modelo en otros países o regiones.
La democracia tiene su máxima expresión en las elecciones y las elecciones tienen como elemento fundamental el voto ya que es la forma de participar de la sociedad en el avance y desarrollo de ella misma y tratar de obtener prosperidad y avance de la economía.
En teoría esto debería partir de la confianza de los pueblos en sus líderes y cuanto más participen con convicción las minorías mayor compromiso deberían tener los políticos con el bienestar y la felicidad de sus gentes, pero el panorama del año próximo preelectoral es de desconfianza por incumplimiento, por el engaño recurrente, por el progreso no del pueblo sino de unas élites que detentan el poder, pero que siguen explotandolos con el discurso de los de antes y manipulandolos con obras inconclusas a propósito para luego acelerarlas con fines puramente electorales.
Si nos vamos a un año atrás, finalizando el 2019, estábamos todos entusiasmados por las perspectivas optimistas, un crecimiento por encima del 3%, aumento en las ventas de vivienda tanto de interés social como de otros estratos y crecimiento del consumo de los hogares a diferencia del resto de Latinoamérica cuyas perspectivas no eran tan alentadoras. Llegó la pandemia y todo cambió nos llevó abruptamente a un choque económico que no teníamos previsto, la contracción económica pensábamos que estaría por el -1.2% y lo más seguro estará cercana al -7.5%, la cartera de consumo creciendo a cifras de dos dígitos lo cual no será fácil al 2020, esto traerá disminución de los precios al consumidor y bajarán los intereses, al final tendremos una inflación de 1.75 % producto no del bienestar sino de la contracción económica.
Sin duda Latinoamérica al igual que está pasando en el resto del mundo tendrá una nueva ola de la pandemia, aumentará la informalidad que ya sobrepasó el 50%, tenemos un alto riesgo de rebrote y sí el gobierno se ve obligado a restringir la movilidad será un gran golpe al turismo, este fenómeno no es solo colombiano, la expectativa que tenemos es de un rebote económico pos pandemia, pero sí tenemos rebrote sanitario y no llega pronto la vacuna será un efecto contrario.
El hecho de que tengamos una contracción menor es alentador, las inversiones del estado en infraestructura son jalonadoras, a diferencia de México y Argentina que por razones políticas tendrán mayor contracción y menor liquidez.
Nuestro reto es preservar el entorno político estable con una institucionalidad sólida ya que el populismo latinoamericano está empeñado en generar un entorno social convulso que deteriore la confianza inversionista, que disminuya la capacidad de pago de las empresas y restringir el acceso al capital, lo cuál empeorará la deuda pública.
La apuesta es a la transformación tecnológica digital, la transformación energética y la inversión sostenible y responsable.
La pandemia cambió al mundo y ahora vemos un extraordinario crecimiento de las empresas de servicios de E commerce, transformación energética y servicios informáticos.
En Colombia la minería va a ser una gran palanca económica para el país y aún nos falta ver como va a ser el choque cuando se acaben los alivios económicos.
Un asunto verdaderamente preocupante es que no vemos verdaderas políticas públicas en educación a nivel local y regional y probablemente en el futuro próximo nuestros indicadores de resultados en educación serán más graves que los actuales que ya eran muy lamentables, ¿como vamos a acceder a ese nuevo mundo sin tener a nuestra juventud preparada? La educación es la principal herramienta que tiene un territorio para desaparecer las brechas dentro de su sociedad, controlar inequidades, igualar por lo alto a sus gentes y sacarlos de la fosa de la ignorancia.
Es un momento crítico y debemos actuar con responsabilidad, los grupos políticos que están empeñados en tomarse el poder están trabajando permanentemente para lograrlo, sin importarles el bienestar de los colombianos, la herramienta democrática es la que nos puede defender, la corrupción es galopante y está siendo un determinante de los resultados electorales, las empresas tienen que adaptarse moverse en estos escenarios futuros, ser creativos e innovadores es imperativo, defender las instituciones y actuar integrados con el gobierno nacional es la solución, hay gentes capitalizando la ignorancia y falta de educación del pueblo, mí invitación es a la reflexión y a defender un modelo que aunque tenga defectos e imperfecciones nos ha permitido dentro del concierto de países latinoamericanos tener una expectativa optimista.

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