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De manera gradual y segura, Unimagdalena abre nuevamente las puertas a la presencialidad
El pasado viernes, la Universidad del Magdalena atendió el llamado del 56% de estudiantes de la institución, quienes votaron a favor de retornar a las clases presenciales, cumpliendo con los protocolos de bioseguridad y de forma progresiva, para darle continuidad a los procesos académicos que, desde marzo de 2020 debieron ser implementados en la virtualidad a raíz de la pandemia por el virus Covid – 19.
Hoy el campus de Unimagdalena, como lo puedo evidenciar OPINIÓN CARIBE, empieza a percibir un atisbo de aquella vida académica que, de manera abrupta, se vio volcada a clases virtuales. A pesar de haber sido un cambio un cambio repentino, la institución logró sortear los obstáculos fortaleciendo estrategias como el Bloque 10 y el Aula Invertida, establecidas como plataformas en línea las cuales permitieron dinamizar la interacción en cada uno de los espacios de aprendizaje.
“Esta presencialidad surge de una necesidad, así como de varias encuestas a estudiantes en las que la gran mayoría de los actores querían regresar. Nos hemos preparado para, de manera organizada y segura, regresen a desarrollar sus actividades académicas con la mayor seguridad posible y, obviamente, garantizando la calidad de educación que efectivamente es estos elementos deben tener contemplado”, explicó Óscar García Vargas, Vicerrector Académico de la universidad.
Entre otras cosas, asegura que irán retornando los alumnos que hayan llegado a común acuerdo con los docentes y organismos directivos, respetando los aforos que se plantearon a partir del índice de resiliencia epidemiológica de la región.
Dentro del alma máter se están desarrollando también campañas de socialización, entrega de elementos de bioseguridad y la difusión de protocolos para el uso de los espacios, lo que permitiría mantener entornos seguros para toda la comunidad universitaria.
Actualmente, el aforo máximo de los diferentes espacios de la institución oscila entre un 60% y un 70%, en caso de que esta cifra se supere, existe la oportunidad de que las clases de divida en dos horarios, a fin de garantizar la presencia de todo aquel que desee retomar la enseñanza en las aulas.
Estos meses, octubre, noviembre y diciembre, serán el foco principal del plan piloto, con lo cual la institución busca obtener una serie de aprendizajes y lecciones sobre lo que se debe implementar con frecuencia para que prevalezca la salud.
“Nosotros nos sometemos a la normatividad de orden nacional, departamental y local, la que los distintos organismos expidan para cada asunto, pero, si bien es cierto, tenemos una emergencia sanitaria declarada hasta el mes de noviembre. En ese sentido, si la emergencia no es prorrogada, significará que podremos volver el próximo semestre con presencialidad absoluta”, manifestó el vicerrector.
A la fecha, los espacios con mayor presencia de alumnos son los laboratorios de facultades de ingeniería y ciencias de la salud, en donde también están siendo implementados protocolos y el control de aforo, de acuerdo con la disponibilidad que manifiesten los estudiantes para estar en las aulas, pues, dadas las condiciones, está disponible la opción de mantener el modelo híbrido, que permite la asistencia presencial y virtual, de forma simultánea.
Para esto, se están llevando a cabo capacitaciones para el manejo de equipos y medios tecnológicos, con los que se espera abarcar de forma efectiva la mencionada estrategia, mientras, eventualmente, se consigue un aforo completo a medida que las posibilidades permitan.
“Existe dentro de la facultad de ingeniería un protocolo general para laboratorios y cada una de las unidades administrativas de estos espacios como, por ejemplo, los laboratorios de agua, de ingeniería civil, de ingeniería electrónica y de sistemas, cuentan con una capacidad de ingreso que se encuentra implementada y que son de conocimiento de cada una de las direcciones de programa”, aseguró el docente Isaac Romero, quien, además, es coordinador de Laboratorios.
Toda esta experiencia de, finalmente, volver a la universidad fue calificada como emotiva por Reicker Reales, uno de los estudiantes de primer semestre de Medicina, quien tuvo la oportunidad de conocer en persona a alguno de sus compañeros mientras aprovecha para explorar a fondo las instalaciones de la institución que le abre las puertas para su realización profesional.
“Para nosotros, lo de primer semestre, haber empezado el semestre virtual y que ahora se nos dé la oportunidad de volver al campus como tal, es algo que nos da euforia y más ánimo. La universidad no ha recibido de la mejor manera y los compañeros, a quienes ya puedo ver y no a través de una pantalla. Mis expectativas son altas, pues entendemos las condiciones y debemos seguir con los parámetros que están establecidos, pero son altas en cuanto a poder compartir y adquirir más experiencia”, aseguró.
Otra de las noticias positivas que acompaña a este retorno gradual, es la habilitación de espacios nuevos “como el restaurante universitario, el Centro de cuidado integral infantil para que estudiantes madres cabeza de familia tengan dónde tener sus hijos mientras están tomando sus clases, la sala de descanso estudiantil, la de video juegos y televisión”, acorde con las declaraciones del rector, Pablo Vera Salazar, quien entregó también información sobre la construcción de 10 aulas nuevas y la modernización otras tres, ubicadas en la zona del lago y el bloque ocho, todo en beneficio de los aprendices de Unimagdalena.
“Tenemos muchas cosas positivas para ustedes en su retorno, y la verdad, estamos felices de la posibilidad de que vuelvan porque la verdad esta Universidad se ve vacía. Hemos tenido estudiantes que han estado viniendo permanentemente, pero muy poquito, con relación al tamaño que tiene el campus Seguramente habrá muchas fallas, porque es difícil armonizar tantas solicitudes, pero yo les pido paciencia y sepan que todo nuestro personal tiene la mejor disposición de acogerlos de forma segura y de trabajar para que su experiencia de retorno la universidad sea lo más placentera para todos, pero también lo más seguro”, señaló el rector.