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Metrópolis

Las EBAR, el punto débil del alcantarillado en Santa Marta

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Hace un año, Santa Marta vivió uno de los peores episodios relacionados con el derramamiento de aguas residuales, a causa del mal manejo de las redes de alcantarillado en la ciudad. En ese entonces, la emergencia se concentró en el sector de Pozos Colorados, en donde corrieron ríos de líquido putrefacto por el rebosamiento de ocurrido en la Estación de Bombeo EBAR Zuca.

En esa ocasión, se generaron afectaciones graves en el entorno, teniendo en cuenta que los residuos fueron a dar en el Mar Caribe, mientras las corrientes de aguas de alcantarilla atravesaban incluso un espacio residencial como fue el caso de Lagos del Dulcino y un tramo de la Ruta del Sol, todo esto, ante la falta de efectividad de las medidas tomadas por la Essmar y la Alcaldía Distrital para solucionar la problemática en un corto plazo, pues los registros que OPINIÓN CARIBE publicó evidencian que se extendió por más de 15 días.

Hoy, un año después de ocurrida esa emergencia, se registra una situación idéntica pero esta vez en la Carrera Primera del Distrito, quizás una de las vías más transitadas de Santa Marta, la cual, además, se ubica en el Centro Histórico y en el corazón de uno de los sectores con mayor atractivo turístico, apenas unos días antes de que se le inicio a la Semana de Receso, que es la oportunidad precisa para reactivar la economía de esta capital, tan golpeada por la pandemia de Covid – 19.

 

Ocho días con aguas de alcantarilla

El pasado jueves 30 de septiembre, se empezó a evidenciar el colapso del sistema de alcantarillas en el mencionado sector, acorde con la Essmar, la situación se originó a raíz de las fuertes lluvias que se registraron en Santa Marta durante la semana pasada, al parecer, por el arrastre de “material granular proveniente de las faldas de los cerros ubicados en cercanías de la Estación de Aguas Residuales, Ebar Norte, lo que afectó y dejó fuera de operación la bomba 4”, tras verse afectado el impulsor y la voluta de la misma.

Video tomado el miércoles 6 de octubre.

Por lo ocurrido, la empresa puso en funcionamiento lo que denominaron como un Plan de Contingencia, que incluyó la disposición de cinco camiones de succión en igual número de puntos en donde se identificaron los vertimientos.

Simultáneamente, anunció labores para lograr poner a funcionar una bomba de respaldo para “dar manejo al caudal de entrada de las aguas residuales”.

Aunque intentaron dar un parte de tranquilidad a la ciudadanía, la situación escaló rápidamente, a pesar de que los equipos de la Essmar permanecían en el sitio con las acciones de bombeo.

El lunes 4 de octubre, se anunció la instalación de bombas de respaldo, pues la contingencia seguía avanzando sin control y, como lo pudo evidenciar OPINIÓN CARIBE, las aguas servidas corrían hasta caer directamente en la Bahía de Santa Marta, sumado al olor putrefacto que provocaba el estancamiento del líquido residual precisamente en el punto de giro hacia la calle 22.

De igual manera, señalaron haber puesto en operación dos bombas de respaldo con las cuales le apuntaron a mitigar los rebosamientos.

Hasta el momento de esta publicación, este medio de comunicación pudo comprobar que la zona crítica se encontraba seca, tal parece que las maniobras rindieron frutos y se pudo controlar la eventualidad que tanto estaba afectando a zona turística. Sin embargo, ahora los daños se reportan en el sector de El Rodadero, también rebosamientos en la calle contigua al Canal de las Iguanas identificados en la tarde de este jueves.

El hecho de que en un año se hayan registrados dos derramamientos de tal magnitud, abre los interrogantes sobre la verdadera funcionalidad de las redes de acueducto y alcantarillado en el Distrito.

Si en una ciudad en la cual las casas no reciben el flujo de agua las 24 horas del día el sistema de alcantarillado colapsa de esta manera, ¿Cómo será cuando exista mejoría en el suministro de agua potable, con mayor volumen de líquido residual a retirar por el alcantarillado? Así como se busca garantizarle agua potable a la ciudadanía, también se debe velar por ofrecer un sistema de acueducto que tenga la capacidad de funcionar de manera normal, incluso en tiempos de lluvia.

Ahora, se espera que la Essmar responda y atienda la situación en El Rodadero, mientras se mantienen los resultados de estas labores en la Carrera Primera.

Ningún lugar está exento de una crisis en las redes de alcantarillado, pero el profesionalismo de la empresa que atienda estos temas radica en que los daños y afectaciones que se generen en el medio ambiente y en la población, sean atendidas en el mínimo de tiempo, de costo y de manera oportuna, sumado a un mantenimiento constante en la red, debido a que sería esta la principal causa de las reiteradas fallas en las estaciones de bombeo.