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Columnistas

Proteger, construir y no destruir

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Por: Saúl Alfonso Herrera Henríquez*

Tenemos como sociedad y la administración gubernamental como tal, procurar siempre proteger, construir y no como muchas veces sucede, destruir. Veces hay en que resulta peor el remedio que la enfermedad. Se protege con una mano y con la otra se destruye. Es una tendencia que no deja de repetirse en el tiempo; de allí que interese para todos los efectos que se invierta a mares en la ciudad y sus gentes dinero público y privado. Ser nosotros testigos que en verdad se quiere avanzar en todos los campos que inherentes sean a desarrollo crecimiento, progreso y bienestar. Que es imperativo buscar sin descanso las posibilidades mejores para alcanzar los cambios y las transformaciones que necesitamos, especialmente las que desde hace tiempo hemos demandado y todos conocemos.

Requerimos potenciarnos y por ende potenciar biodiversidad, productividad, turismo, empresa, infraestructura, trabajo, y empleo, entre otros aspectos, lo mismo que regenerar lo factible. Huérfanos estamos de una prosperidad cierta, de válidas ambiciones, de obras territorialmente necesarias a nivel ambiental y demás otras que buena falta hacen y consideran viables. El camino es consolidarnos, planifica la creación de nuevos espacios verdes y en todos los demás órdenes. Ir tras el agua, así como perseguir ambiciosos derroteros en itinerarios de certeza. Tras planes, proyectos y programas para mejorar todas nuestras condiciones. Procuraremos de la misma manera más presupuestos y mayor coherencia política, necesarios para impulsarnos de la mejor forma y manera, en lo que cabe la búsqueda incesante de recursos para su cumplimiento y para la gestión cotidiana.

Proteger y cuidar nuestro territorio es de obligado cumplimiento, toda vez que conduce lo cual a mejorar todos calidad de vida. Los territorios deben ser lugares positivos de encuentro, espacios donde la gente disfrute habitar, trabajar, se recree, eduque y se conecte con otros de manera positiva. Lugares de concentración de actividad económica, creatividad y talento, en los que, a través de la densidad, la interacción y la diversidad, se generen economías de escala y se impulse la productividad, desempeñando así un papel fundamental como motores de la economía, espacios de conectividad, creatividad, innovación y centros de servicios.

Muchos son los factores de desarrollo, necesitamos priorizar, por eso tenemos que de manera permanente hacernos reflexiones sobre los principales temas para mejorar en nuestros territorios, tales como equidad, espacios públicos de calidad, conectividad y conexión con la ciudadanía, seguridad, movilidad,  resiliencia, conocimiento y gobernanza, entre otros generales y particulares aspectos, en lo que ayuda mejoramiento de localidades, regeneración urbana, proyectos urbanos transformadores y gestión, además de proyectos vinculados con temas de movilidad urbana, agua y saneamiento, que sintetizan el esfuerzo de un trabajo que intenta contribuir a mejorar la calidad de vida territorial.