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Unimagdalena entregó prótesis dentales a mujeres indígenas de la comunidad de Katanzama
Gracias al Programa integral de acompañamiento a comunidades Arhuacas, enmarcado en el eje de salud e interculturalidad y ejecutado por la Universidad del Magdalena, se realizó la jornada de entrega de prótesis dentales definitivas a 11 mujeres del resguardo indígena de Katanzama, ubicado entre el río Don Diego y el municipio de Palomino.
Esta actividad se realizó como parte del trabajo de fortalecimiento de los lazos de cooperación con las comunidades indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta: Arhuacos, Koguis y Wiwas, lo cual representa avances significativos en la implementación del Plan Integral de Acompañamiento al Pueblo Arhuaco.
Entre risas y movida por un profundo agradecimiento, Martha Torres Álvarez manifestó: “este es un regalo muy grande el que nos hace la Universidad del Magdalena, agradezco con todo mi corazón a esta gente, siento mucha alegría al volver a sonreír, sobre todo, porque podré comer bien sin tanta molestia, podré reír sin pena y ya no pensaran que estoy brava”.
Este trabajo que ha involucrado la participación de auxiliares, docentes y estudiantes coordinados desde la dirección del Programa de Odontología de la Alma Máter, facilitando la atención durante las tomas de impresión de las prótesis, las pruebas de la aparatología que se les colocó a las pacientes y que ha derivado en la entrega de las 11 prótesis dentales para mejorar la calidad de vida de igual número de mujeres indígenas.
“Bajo el liderazgo de la Vicerrectoría de Extensión y Proyección Social fuimos vinculados a este trabajo a través del convenio que se suscribió con las comunidades indígenas. Para nosotros es emocionante poder participar porque se logra la visibilización y el impacto social del programa”, expresó la odontóloga magíster Rosalía Bustillo Verbel, directora del Programa de Odontología de la Institución.
El proceso comenzó con una visita médica por parte de un grupo de profesionales y estudiantes al resguardo indígena de Katanzama, donde se llevaron las unidades odontológicas portátiles, en esa oportunidad se atendieron niños a los que se hizo fase higiénica y se le obsequiaron unos kits para facilitar la higiene oral; mientras que a las mujeres se le hizo toma de impresión y unas pruebas específicas para este tipo de tratamiento denominada ‘prueba de rodetes’.