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Nación

Colombia fortalece programas contra vectores con importante adquisición

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A través del Fondo Estratégico de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Colombia recibió equipos de compresión manual para rociado residual.

Iván Mauricio Cárdenas, subdirector de Enfermedades Transmisibles del Ministerio de Salud y Protección Social, indicó que esta adquisición es con el fin de fortalecer y mejorar las condiciones técnicas para la aplicación de insecticidas residuales, de uso en salud pública, para el control de las enfermedades transmitidas por vectores en el país.

«Se trata de 166 equipos, que llegaron al país y serán distribuidos a las entidades territoriales de salud para garantizar la cobertura, la oportunidad y eficacia de las intervenciones químicas», aseguró.

Asimismo, destacó que el Programa de Promoción, Prevención y Control de vectores requiere de la desconcentración de talento humano operativo con sus respectivos equipos y máquinas para el control de los vectores, con cubrimiento en lo local.

«Es importante resaltar que los equipos existentes no son suficientes para atender la demanda ni todos se encuentran en condiciones óptimas para garantizar aplicaciones de insecticidas de calidad; además de que este tipo de inversión no se realizaba desde 2012, cuando se adquirieron Aspersores portátiles de espalda a motor ULV en frío para el control del dengue», agregó el subdirector.

De igual manera, Cárdenas explicó que el rociamiento residual intradomiciliario (RRI) consiste en la aplicación de insecticidas de larga duración con acción residual en las superficies en las que pueden reposar los vectores de malaria, enfermedad de Chagas y leishmaniasis, tales como las paredes internas, aleros y techos de las casas u otras estructuras (entre ellas las que albergan animales domésticos), en las cuales los mencionados vectores puedan entrar en contacto con el insecticida.

En el mismo sentido, manifestó que la efectividad del RRI como intervención para controlar la malaria y leishmaniasis radica en el hecho de que estos vectores en su fase adulta son endófilos. Es decir, cuando buscan sangre para ingerir entran en las viviendas humanas o los abrigos de animales, donde reposan en las paredes, techos u otras superficies interiores antes o después de alimentarse de su sangre.

«Se requiere que los equipos con los que se aplican los insecticidas de acción residual como piretroides y organofosforados, adquiridos por compras centralizadas por el Ministerio, sean suficientes y se encuentren en óptimas condiciones para que las aplicaciones se realicen con oportunidad y calidad», reseñó Cárdenas.

Y agregó que dados los antecedentes de resistencia a insecticidas de Ades aegypti a piretroides, este tipo de equipos no se están utilizando para el control del dengue en Colombia; sin embargo, no se descarta que más adelante se puedan utilizar, para lo cual se realiza un monitoreo anual de la resistencia a insecticidas.

Por último, el subdirector insistió en la necesidad de que todos debemos propender para garantizar entornos libres de mosquitos y triatominos y junto con las secretarías de Salud, aprender a identificar los riesgos para las enfermedades transmitidas por vectores y las medidas preventivas.