Columnistas
Barrida militar “muchos zapateiros”
Por Carlos Enrique Martínez
Para algunos medios de comunicación y ciudadanos, las actuales acciones del presidente Petro con relación a los militares y policías tienen un tinte de revanchismo, no podría decir que no, pero todo es susceptible de acuerdo con la manera como se aborde el tema.
Podríamos pensar que la expresión un tanto imprudente del saliente Comandante del Ejército General Zapateiro “dejaré muchos zapateiros” es la excusa perfecta para tomar decisiones y hacer una barrida militar y policial al interior de las fuerzas, pues nada justificaría que 71 generales hayan sido retirados de forma fulminante de las instituciones castrenses además de los que faltan, aquí podríamos tener la primera conjetura de sus acciones.
Sin embargo, no podemos desconocer que existe una dinámica lógica de relevo militar donde los más antiguos denominados “cúpula militar” deben salir y dar paso a las generaciones siguientes más conocidas como línea de mando, o esperar a que el nuevo presidente en uso de sus facultades constitucionales coloque a los que se ajusten a su política de gobierno, afinidad ideológica o le sirvan a sus intereses.
Otro factor al que podríamos atribuirle semejante barrida es la historia, los hechos del Palacio de Justicia fueron en el año 1985 y quienes hoy fungen como generales eran subtenientes o tenientes, los mismos que combatieron al grupo guerrillero M19 luego de robarse la espada de Bolívar en 1974 y las armas del Cantón Norte en 1978, fueron ellos quienes combatieron a los desertores de las FARC luego M19 entre otros Carlos Pizarro Leongómez asesinado en 1990 y cuya hija fue la seleccionada para colocarle la banda presidencial a Petro el pasado 7 de agosto, segunda conjetura.
Ese grupo de militares, venia con un claro concepto de los hechos por parte del M19, mientras que muchos de los actuales solo conocen la historia, igual que los jóvenes que aseguran que todo lo anterior es mentira.
Podríamos pensar que están aplicando las mismas tácticas ejecutadas hacia las guerrillas, elimina a las cabezas y se debilita la estructura, o le apuestan a la teoría de los procesos de ruptura, el cual pretende desquebrajar la institucionalidad y generar un gran impacto en la sociedad, esta situación no es nueva, ya venía desde Santos con su mal llamado proceso de paz, pero es tan solo una conjetura.
Daría mayor peso al viejo adagio ¿Usted no sabe quién soy yo? Soy el presidente y se hace lo que yo imponga, así de sencillo, esta acción dejaría en claro “están conmigo o contra mí” ya saben, “a caminar pianito” con la seguridad humana y si no, te sales, mensaje claro, pero se debe considerar el concepto de la obediencia debida.
Que 71 generales eran ladrones, tenían todos procesos por falsos positivos, que odiaban a Petro, o eran malos militares, no lo creo, lo que sí creo es que Petro es un político sabueso y tiene claro a donde quiere llevar al país y para ello debe manejar la Fuerza Pública como primera acción de su gobierno, como lo expresó “lo que no hagamos en estos seis meses, después va a ser difícil” lógico cuando la gente despierte como decimos “ya no habrá tiempo de llorar”.
Otra conjetura sería pensar que se está atacando de raíz una mala imagen de la institución que viene con un “inri” de los falsos positivos y la violación a los derechos humanos, eso, sí partimos de la base que existe varios miradas de la institución; institucional (constitucionalista) corrupta (afectación política) vocacional (bases sociales) e ideología (acciones políticas anticomunistas) y pretende retomar una nueva imagen para la misma.
Estas acciones van de la mano con las órdenes emitidas que están en evolución, separar la policía de Ministerio de Defensa, nombrar un ministro jurista con inclinación a DDHH, acabar el ESMAD, eliminar bombardeos a campamentos guerrilleros mensaje de mucho fondo, negociar con el ELN, retomar relaciones con Venezuela y visitar el Catatumbo con su guardia campesina además de los cambios en la inteligencia donde colocó un exmiembro del M19 o dejar plantados a los militares en sus protocolos entre otros; si estas acciones no son evidencias de lo que pensaba hacer y para donde va el tema de la Fuerza Pública y la seguridad humana, entonces las conjeturas son solo eso.
Lamentablemente, se escucha de muchos militares activos y retirados “ni política, ni religión”, pero si estas acciones políticas no les demuestra la importancia del tema, realmente están fuera de contexto, pero lo cierto es que aún a pesar de las barridas militares, el país tiene unas instituciones altamente respetuosas de la constitución y de la democracia participativa, además de las políticas de los gobiernos vigentes, quienes deberán respaldar al mando para que puedan cumplir sus propósitos y los militares retirados deberán cumplir un papel fundamental en la intención de ayudar y no torpedear su labor.
“El camino puede ser difícil, pero con su ayuda lo podemos lograr” soy ciudadano.