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Caficultores de la Sierra Nevada en medio de una odisea por la temporada de lluvias

Desde mediados del mes de septiembre se está presentando en el país una temporada invernal con lluvias más intensas en relación con la misma época en años anteriores y a la primera etapa de lluvia que se manifestó entre los meses de marzo y junio del presente año.
Por esa misma razón, la Sierra Nevada de Santa Marta es uno de los tantos lugares que se ha visto sumamente afectado por la ola invernal, que impacta de manera directa los caminos de movilización haciendo más difícil el tránsito entre los corregimientos y provocando deslizamientos de tierra.
El líder comunal Apolinar Vásquez, en conversación con OPINIÓN CARIBE, explicó que uno de los procesos que se ve mayormente obstaculizado por las lluvias es la recolección de café, siendo esta una de las actividades de las cuales obtienen el sustento diario los pobladores de esta zona rural.
La lluvia hace más complicado que de costumbre la ejecución de actividades como el secado, la recolección y traslado del grano.
“Por las fuertes lluvias el grano de café se cae y se pierde, para poder sacar los cultivos, para poder sacar el grano por las carreteras, el ponerlos a secar, se está dificultando mucho. Las mulas son los animales que se utilizamos para mover el cultivo, y hasta las pobres se hunden en el barro y son dos o tres personas las que las tienen que sacar el barrial que se forma”, explicó Vázquez.
Y aunque esto no es una situación nueva, todavía no hay una estrategia oficial a corto plazo por parte de las autoridades locales que les dé garantías sobre el desarrollo de sus labores.
“La ayuda de los gobiernos municipales, departamentales y nacionales ha sido muy mínima, actualmente, nos han colaborado con maquinaria amarilla, nos han ayudado muy lentamente, no necesitamos ni una ni dos, no es lo que realmente una región de estas debería tener, debe haber constantemente maquinaria y más que todo en estos tiempos como está el invierno”, añadió el líder.
Mal estado del puente
Otra de las situaciones que hoy aqueja a los habitantes de esta zona, es el mal estado en el cual se encuentra el puente militar, que fue instalado para facilitar el tránsito de la gente entre Palmor y la Troncal. De acuerdo con la información del líder, la población requiere una solución perdurable a este problema y no “pañitos de agua tibia”.
“Como una necesidad prioritaria para esta región se debe buscar la forma de conseguir recursos para hacer un puente en buen estado, digno, como el que se merece una región de estas tan productiva, generadora de empleo. Acá generamos trabajo para más de 4 mil personas, durante la recolección de café es mucha la gente que trabaja acá durante más de tres meses para llevar el sustento a su familia”, expuso Vásquez, afirmando, además, que no sólo el Magdalena se beneficia de este proceso, sino también los departamentos vecinos de Atlántico, La Guajira e, incluso, del interior del país.
A pesar de la característica productividad, son todavía muchas las problemáticas que aqueja a este sector de la población que diariamente se enfrenta a una serie de obstáculos para el desarrollo de sus actividades cotidianas.
“La situación del puente militar nos ha traído grandes perjuicios a nosotros, hay quienes se han fracturado un brazo, un niño se partió una pierna. Aunque ya se empezó a intervenir, es algo por salir del paso, nosotros necesitamos que el Gobierno Departamental haga un gran esfuerzo para hacer un puente digno”, añadió.
