Una nueva Santa Marta

Por: Saúl Alfonso Herrera Henríquez

Los samarios individual y conjuntamente debemos darnos a la tarea con demostrada y solvente contundencia, de valorarnos y hacernos valorar, ser cada vez más nosotros, ofrecernos y vendernos superiormente en el mejor de los sentidos. Procurar mensajes acertados que sean percibidos en su exacta dimensión. Esforzarnos por transmitir una imagen nueva que nos permita ir y progresar más allá de los clichés de siempre. Entender que somos patrimonio. Que hemos soportado cientos de negocios relacionados con el turismo y ojalá se siga haciendo, ya que debemos ser esa ciudad que entre más pasen los años, más valor adquiramos.

Somos sol, morro, sierra, playa, brisa, mar, etnias, gente amable, paisaje, miles de personas que llegan desde fuera para estarse en nuestros espacios días, meses y años, vivir en ella con todo lo que implica, como es comer, dormir, vestir, divertirse, aprender, lo que impone, más allá de solo crecer dar nuevos giros, mirar nuevos mercados, avanzar de la mano de todos, universidad, academia, comercio, turismo, industria, entidades, instituciones gremios, organizaciones, asociaciones, juntas. Es apostar a convertirnos en suelo de desarrollo, crecimiento económico, creatividad, innovación, academia, investigación, progreso e integral bienestar.

Promovernos como marca, financiar programas de retención de talento, crear incubadoras de negocios, atraer capital e inversión propia y externa, hacernos un referente nacional en distintas áreas, ir detrás de inversionistas gigantescos, convocar en esa dirección reuniones lo antes posible y proponerles que aterricen en nuestra ciudad. Cuanto más se haga ahora, más fácil serán los caminos del mañana. Todos tenemos que trabajar en una nueva imagen de Santa Marta para los próximos decenios, en la seguridad, de proponérnoslo, que nos irá bien y muy bien.

Se trata de buscar posicionar un imaginario urbano de Santa Marta, mediante el reconocimiento del potencial paisajístico que nos identifica en nuestra singularidad. Permitir que se nos reconozca en nuestros componentes, hacernos valer soportados en una metodología de incursión urbana diseñada para el reconocimiento espacial, de la misma manera que alimentar el método de creación de imaginarios para proponer y desarrollar uno nuevo a nivel social. Es obtener un proyecto que desarrolle la metodología de incursión urbana y proyectarnos hacia las configuraciones verdes, las rutas virtuales en línea y presenciales en la búsqueda y procura de la cualificación estética de los sujetos que las realizan y el imaginario social que se tenga previsto, luego de ser conscientemente estudiado, analizado y estructurado en su más articulada conveniencia en compendio de perspectiva, prospectiva y estrategia.