Connect with us

Metrópolis

36.000 millones de pesos anuales no alcanzan para mantener encendidos los aires acondicionados del Aeropuerto Simón Bolívar

Published

on

Son constantes las quejas de los ciudadanos de Santa Marta debido al calor que se experimenta dentro de las instalaciones del Aeropuerto Internacional Simón Bolívar.

A pesar de contar con los equipos de aire acondicionado, la administración del aeropuerto se niega a encenderlos, lo que ha generado malestar entre los visitantes y residentes, quienes solicitan una mayor inversión para mejorar el aeropuerto.

Además de las deficiencias en el sistema de aire acondicionado, que no tiene la capacidad adecuada para satisfacer las necesidades de los usuarios, se reportan problemas de deterioro en los baños, presencia de humedad y otras problemáticas.

Camilo George, director de Pro Santa Marta y representante de la sociedad civil, ha iniciado una campaña a través de la red social Twitter para recolectar firmas con el objetivo de hacer funcionales y eficientes los sistemas del Aeropuerto Internacional Simón Bolívar.

Asimismo, George reveló que el año pasado el aeropuerto de Santa Marta recaudó 36 mil millones de pesos en tasas aeroportuarias, además de los ingresos por alquileres, estacionamiento y uso de la manga de abordaje.

Ante estas revelaciones, el director de Pro Santa Marta hace un llamado a trabajar en conjunto para mejorar la atención en el lugar y garantizar el bienestar no solo de los pasajeros, sino también de los empleados y la comunidad samaria en general.

Las condiciones en las que se encuentra el aeropuerto se han convertido en una queja recurrente por parte de turistas que se hospedan en hoteles, utilizan agencias de viaje, transportistas y otros servicios. Por lo tanto, se exige intervenir y mejorar la imagen de la ciudad como destino turístico preferido, lo cual contribuirá al posicionamiento de Santa Marta en este sector de gran importancia para la economía local.

Se espera la pronta intervención de las autoridades competentes para garantizar el óptimo funcionamiento de los sistemas de aire acondicionado en una ciudad donde la sensación térmica alcanza los 36 grados centígrados. Además, se ha evidenciado que no hay ninguna excusa para no brindar un mejor servicio, considerando las millonarias sumas de dinero que ingresan al lugar gracias a la movilización de pasajeros, quienes finalmente hacen rentable este negocio.