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ASBAMA y pequeños productores dialogan para mejorar prácticas que contribuyan en la conservación del planeta

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El conversatorio ‘Gestión de las Huellas Hídricas y Carbono para pequeños productores de la Zona Bananera en el Magdalena’ ofreció una amplia capacitación sobre el impacto que tiene la huella hídrica y la huella de carbono a través de la cadena productora de banano, y de su impacto en el cambio climático.

“Acerca del conversatorio aprendí mucho ya que nos dejó una gran enseñanza sobre el tema de cómo vamos a manejar, a controlar, la relación con el clima, ya que está afectando bastante en las producciones (…) controlar las formas de riego para no desperdiciar tanta agua al momento de hacer la labor en el banano”, Indira Paola Cervantes, aprendiz del SENA.

Como exitoso ha sido calificado el conversatorio ‘Gestión de las Huellas Hídricas y Carbono para pequeños productores de la Zona Bananera en el Magdalena’, organizado por la alianza entre la Fundación Banasan y ASBAMA, en ese constante apoyo a los productores de banano y su compromiso en la conservación ambiental.

En dos jornadas de trabajo llevadas a cabo los días, viernes 16 y 23 de junio, un grupo de expertos en el área ambiental y de sostenibilidad, explicó como la buena gestión de la huella hídrica y de carbono permite preservar un planeta más sostenible.

Estefanía Lagos, microbióloga industrial; Lino Torregroza, ingeniero sanitario y ambiental; Andrea Vásquez, Ingeniera Biotecnológica y el especialista en desarrollo sostenible del Foro Mundial Bananero Matheus Lima, fueron los encargados de orientar la charla.

Este último ofreció una amplia capacitación del impacto que tiene la huella hídrica y la huella de carbono a través de la cadena productora de banano, y de cómo impacta esto el cambio climático. Así mismo, de las necesidades y de las regulaciones qué se tienen en la Unión Europea y las exigencias que van a entrar en vigor para la comercialización de la fruta.

Para Andrea Vásquez, jefe Técnica de ASBAMA, el interés de la asociación es traer este tema a los pequeños productores para que mejoren las prácticas agrícolas y así contribuir a la conservación del planeta. Aseguró que desde la cadena de banano y desde cada una de las personas involucradas en la producción, se pueden sumar a todas estas actividades que ayuden a mitigar las acciones que emiten CO2 a la atmósfera y en la conservación del recurso hídrico, no solo en el país sino en el mundo.

“Llegamos a un punto en donde nuestro interés es generar preguntas, dudas, que la gente se vaya motivada, los productores. Hemos contado con la presencia de un grupo de jóvenes que se están formando en el SENA, qué son técnicos en la parte agrícola y nuestro interés desde ASBAMA es eso, hacer conciencia (…) si hay unas exigencias, debe haber algunos cambios, apostar a las energías renovables, a cómo usar los desechos, a cómo empezar a recuperar la matriz del suelo”, señaló Andrea Vásquez.

Por su parte, Yamile Rodríguez, directora de la Fundación Banasan manifestó que la actividad académica dejó un aporte muy importante en los asistentes y que sin dudas son mensajes que ayudan en la conservación del planeta.

“Me voy muy contenta, muy conforme con este primer conversatorio que hemos realizado de la mano de ASBAMA, de la Universidad del Magdalena, de la FAO, de las cooperativas Coomulbanano, Emprebancoop y Coobamag, porque creo que dejamos la semillita sembrada. De que el pequeño productor tiene un compromiso de medir su huella, tanto hídrica y como de carbono, para poder aportar a la conservación del planeta”.

Para ASBAMA y Banasan este tipo de espacios son de gran importancia porque a partir de ellos se pueden generar mesas de trabajo para hacer gestión en la formulación de proyectos en busca de recursos que beneficien al productor, se reduzca la huella hídrica y de carbono, y a su vez, se genere a futuro una rentabilidad económica.