Columnistas
Carl Sagan: el hombre que nos hizo soñar con la ciencia

Por Harold Castañeda Robles Ph.D.
Hace 27 años, el 20 de diciembre de 1996, fallecía en Seattle, Estados Unidos, Carl Sagan, el astrónomo, astrofísico, cosmólogo, escritor y divulgador científico que cambió la forma de ver el mundo y el cosmos. Su legado sigue vivo en sus libros, sus investigaciones, sus proyectos y, sobre todo, en su serie de televisión Cosmos: un viaje personal, que marcó a millones de personas con su visión apasionada y poética de la ciencia.
En la década de 1980, Cosmos llegó a nuestros hogares a través de la pantalla, con Sagan como el intrépido capitán en esta odisea intergaláctica. Su voz resonaba como una sinfonía celestial mientras describía los secretos del universo. A través de sus palabras, los confines del espacio se desplegaron ante nosotros, invitándonos a explorar la inmensidad del cosmos con ojos llenos de asombro.
Recuerdo con claridad las noches de infancia pegado al televisor, sumergiéndome en los conocimientos de Sagan mientras desentrañaba los misterios del espacio. Cada episodio de «Cosmos» era una ventana a lo desconocido, un portal que me transportaba más allá de las estrellas, despertando mi imaginación y sembrando las semillas de una pasión duradera por la ciencia.
Sagan no solo era un científico magistral, sino un poeta de las estrellas, traduciendo los complejos principios cósmicos a un lenguaje accesible y conmovedor. Su habilidad para infundir emoción en la fría realidad del espacio exterior fue un acto magistral que cautivó a audiencias de todas las edades. A través de «Cosmos», transformó el aprendizaje en una experiencia emocional, dejando una marca indeleble en mi corazón de niño.
La serie no solo iluminó mi mente con conocimientos científicos, sino que también cultivó una apreciación por la belleza intrínseca del universo. Las imágenes deslumbrantes de galaxias distantes, nebulosas resplandecientes y planetas lejanos se grabaron en mi memoria, creando un tapiz celestial que aún hoy adorna mi fascinación por la astronomía.
El legado de Carl Sagan trasciende la pantalla y las páginas de los libros. Su impacto radica en cómo nos instó a mirar más allá de nosotros mismos y abrazar el vasto panorama de posibilidades que el cosmos tiene para ofrecer. Como un faro en la oscuridad, Sagan oriento mi juventud, enseñándome que la curiosidad es la brújula que nos lleva a través de la inmensidad del conocimiento.
Hoy, cuando miro al cielo estrellado, veo mucho más que puntos luminosos en la oscuridad. Veo la conexión entre la tierra y el cosmos, un lazo que Sagan tejía con sus historias cósmicas. Cada estrella es un recordatorio de que somos parte de algo más grande, un tributo viviente al legado de un hombre que encendió la chispa de la curiosidad en el corazón de aquellos que tuvieron el privilegio de oírlo.
Sagan también fue un pionero en la búsqueda de vida fuera de nuestro planeta, y fundó el Instituto SETI, dedicado a la búsqueda de inteligencia extraterrestre. También fue un activista por la paz y el medio ambiente, y alertó sobre los peligros de la guerra nuclear y el cambio climático. Fue un crítico de la pseudociencia, el fanatismo y la superstición. Se declaró agnóstico, librepensador y escéptico, y defendió el método científico como la mejor herramienta para conocer la realidad.
Carl Sagan fue un hombre que nos hizo apreciar la belleza y la complejidad del universo, nos transmitió su pasión y su curiosidad por la ciencia, que nos abrió la mente y el corazón a nuevas posibilidades, que nos recordó nuestra nimiedad y nuestra responsabilidad como habitantes de este “pálido punto azul” que llamamos hogar.
Puede ver de forma gratuita la serie completa “Cosmos” en el siguiente enlace https://www.youtube.com/watch?v=YU5I4M3x7zU&list=PLS05vBbXWdLJfVyWh4KcMVRZnVYHcRIgl
