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Metrópolis

Hablemos de suicidio

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En los últimos cuatro meses se han registrado 15 suicidios en Santa Marta, una cifra que alarma y obliga a las entidades de salud a tomar medidas pertinentes. Opinión Caribe, habló con la Dra. Andrea Ortiz, quien identificó algunos factores por los que suelen presentarse estás decisiones en las personas.

Por: María Montenegro Rumbo

Redacción: Opinión Caribe

En la ciudad de Santa Marta, las cifras de suicidio en lo que va del año, han generado preocupación en la comunidad. Según los datos, en solo cuatro meses se han registrado 15 casos, situación que obliga a hacer un llamado urgente a las autoridades correspondientes para que tomen medidas inmediatas sobre esta problemática.

Opinión Caribe habló con Andrea Liliana Ortiz González, Doctora en Psicología Clínica y de la Salud, Decana de la Escuela de Psicología de la Universidad Sergio Arboleda y magistrada del Tribunal Deontológico y Bioético de Psicología del Colegio Colombiano de Psicólogos, quien explicó algunos factores por los que suelen presentarse estás decisiones en las personas.

Según los datos, la población de mayor riesgo en estos casos son jóvenes y adultos de 17 hasta los 36 años, así como también adultos mayores, entre los 40 años en adelante.

De acuerdo con la Dra. Ortiz, el suicidio es una problemática multifactorial, y la cual definirla en una sola causa es imposible porque existen factores individuales, ambientales, sociales, culturales y genéticos.

«Estudios recientes nos indican que para entender el suicidio debemos realizar siempre un análisis multicomponente, es decir, revisar factores de riesgos, siendo los más importante la ambiental, social y cultural, que es uno de los detonantes más importantes en los últimos datos de suicidios que se están registrando en el Magdalena», señaló.

Factores individuales

En este punto se pueden identificar factores de riesgo cuando hay una afectación en la salud mental previa, por ejemplo, un trastorno específico como ansiedad, depresión, duelo, adicciones, entre otras, los cuales pueden ser precipitantes de la problemática del suicidio.

Acá también se incluye la edad, pues el suicidio puede estar más presente en las edades de la adolescencia y en los adultos mayores por situaciones como la soledad, falta de trabajo, exclusión social y bullying.

Factores sociales-culturales

Están relacionados con el rechazo social, el cual ocasiona que las personas decidan no vincularse con los demás y en consecuencia de esto se aíslen o atenten contra su vida.

Asimismo, pueden estar relacionados con una situación de duelo, no solo por la pérdida de una persona, sino también por perder un trabajo o una casa, algo que se vincula con el factor económico.

«Esto se conecta también con las formas en que hemos aprendido a afrontar las situaciones, culturalmente nos han enseñado que la forma de enfrentar una pérdida o una dificultad es a través del alcohol o de la violencia, lo que genera mayor riesgo en las personas», mencionó.

Factores ciber-ambientales

Tienen que ver con el mundo artificial y digital al que nos hemos acostumbrado por tener una aceptación a través de las redes sociales.

La Dra. Ortiz destacó que en este punto el ciberacoso y la exclusión, son factores de riesgos en la conducta suicida.

¿Qué se hace para prevenir los suicidios?

Este panorama lleva a la ciudadanía a capacitarse en saber identificar las huellas digitales, comportamentales, emocionales y sociales que una persona puede dejar antes de cometer o tomar la decisión del suicidio.

Por ejemplo, cuando una persona expresa que ya está cansado, cambia su forma de expresarse, está más silencioso de lo normal o deja de hacer actividades que antes le gustaban, son indicadores de un cambio conductual importante. «Pero como no estamos capacitados en identificar sistemas de alarma, no generamos prevención», dijo.

Entre las soluciones planteadas está promover alternativas para que las secretarias de salud, los colegios y las universidades abran escenarios para capacitar a las personas en cómo leer de manera específica las huellas de riesgos en la salud mental.

Por otro lado, es importante el acompañamiento de profesionales en psicología que no solamente atienden casos de riesgos como ansiedad o una adicción, sino que también están presentes en momentos donde la soledad, la angustia o el agobio emocional atacan, esto con el fin de que el profesional pueda escuchar y orientar.

Un solo caso es alarmante

«Cuando ocurre un caso en una comunidad, es ya una indicación de alarma. En el marco de lo que está ocurriendo en Santa Marta es fundamental tomar acción organizada, planeada y asesorada por profesionales», mencionó.

Agregó que este es el momento para que se llegue a un modelo de salud mental comunitaria, donde aquellos que no son profesionales sepan identificar los factores de riesgo.

«Hay que capacitar en estrategias de afrontamiento ante los cambios vitales, eso tiene que ver con toma de decisiones, regulación emocional, saber colocar límites a las exigencias ambientales que a veces se desbordan y no sabemos cómo limitarlas» precisó.

En la actualidad, hablar sobre el suicidio no debe ser un tabú, debe ser un tema que se pone sobre la mesa, se pregunta y se escucha, pero especialmente que se conoce y se forma.

«Más allá de esperar que se sigan aumentando los casos, hay que trabajar hacia prevenir desde la educación en salud mental. Y es ahí en lo que le falta a nuestra ciudad, disponer de recursos, equipos y personal, no solo psicológico, sino de personas del común, para que se capaciten en salud mental, primeros auxilios psicológicos y en identificación de situaciones de riesgos», finalizó.

Opinión Caribe se contactó con Jorge Lastra, secretario de Salud de Santa Marta, para conocer los proyectos que se incluyeron dentro del Plan de Desarrollo para enfrentar la problemática de suicidio en la ciudad, sin embrago, a la fecha de esta publicación no se recibió una respuesta por parte del funcionario.