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Columnistas

Una cruzada por nuestro deporte

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Por: Rubén Darío Ceballos Mendoza

En aquello de trabajar por un deporte para todos, por su masificación, concierne e interesa una gran cruzada, dejar de tener un sentido microscópico y pequeño de la vida, actuar con generosidad, entender y comprender como inexplicablemente no lo ha querido entender ni comprender nuestra dirigencia, la superlativa categoría del deporte y todo cuanto significa, traduce, representa, impulsa, posiciona, comporta, muestra y demuestra; de ahí que se afirme y pregone en todos los cuatro puntos cardinales de los municipios y departamento todo, que no se ha querido lo cual entre otros aspectos y circunstancias, a juzgar por estólidas posturas de mandatarios miopes que lo han considerado asunto de poca monta. 

El deporte debe y tiene que ser un acto de un gran contenido departamental y municipal, no haber ni ponerle fronteras, ser grande de espíritu, tarea esencial básica para ser cumplida y ejecutada que alcance a toda la población, preocupación gubernamental de importante orden que lleve a positivos cambios y transformaciones en la verdad que debe caracterizarnos un proceso para que la práctica del deporte alcance a las grandes masas en todos nuestros rincones. 

Tenemos que caminar hacia un deporte planificado, el cual tiene la importancia y la significación de aprovechar los recursos que tiene el Estado de hacer posible la integración en la actividad deportiva, y más para que la juventud puede empezar a comprender la significación que tiene el deporte, porque el ejercicio físico es indispensable, fundamental, básico, adelantarlo con controles médicos, sin improvisaciones, vinculado con la alimentación, ya que es mejor deportista el que se alimenta mejor y el que tiene una enseñanza técnica, porque el deporte hoy en día tiene niveles superiores y no bastan iniciativas propias, sino que se tiene que estar sometido a los cánones de la experiencia, del conocimiento, de los estilos y de la preparación de la gente. 

 Tenemos que hacer posible un deporte masivo, que la juventud se preocupe de la educación física y del deporte, que lo vea como un todo necesario, multiplicar su práctica para permitir que se alcancen niveles superiores, vincular más profesores de educación física, potenciar lo que han aprendido,  preparar en escala monitores y entrenadores, puesto que no podemos seguir perdiendo oportunidades con nuestra juventud, que posee ventajas comparativas y seguro que con buena orientación competitivas, dadas sus condiciones fenotípicas y antropocéntricas. Nos faltan suficientes entrenadores, profesores de Educación Física, campos deportivos, mismos que en el caso de Santa Marta un mandatario de turno demolió para no reemplazarlas o hacerlo por instalaciones insuficientes para las necesidades y proyección deportiva de la ciudad. 

Es el deporte de suma importancia para los jóvenes, los forma disciplinariamente, les aviva imaginación, memoria, retención, concepción de lo que es el adversario, algo tanto fundamental como esencial. Es lo que debe ser y ojalá empezarse ya, para que los triunfos no sean esfuerzos individuales, sino que los gobiernos tengan en ellos alta cuota ganancial y singular merecimiento, puesto que tienen que ser los deportistas de la ciudad y el departamento en permanente alza, ganadores de los eventos deportivos en los que compitan, no declinar como hemos venido haciéndolo desde hace ya mucho tiempo, al no tener victorias significativas en los últimos años, a excepción de las ya conocidas. 

Tenemos que reaccionar, hacer deporte para todos, para la juventud y la niñez, porque mientras más practiquen, hay más posibilidad de seleccionar a aquellos que tengan mejores condiciones. Pero tenemos que hacer un deporte planificado, organizado, con control médico, con medios a buscarlos donde estén. 

Además de lo cual, entender que el deporte es readaptación, jóvenes que, por no tener acceso a una Biblioteca, a un plantel de estudios o aun teniéndolo, en las salas no hallan que hacer y, entonces, viene el fumar marihuana, drogarse, el escepticismo, no tener fe, negar las tradiciones, olvidarse que somos entes territoriales privilegiados, con mares, ríos y demás riquezas fabulosas. El Deporte salvará cientos de miles de jóvenes, porque la emulación, el esfuerzo, la amistad, el compañerismo que nace en la competencia y en el ejercicio, inclusive supera el tipo de las relaciones entre el hombre y la mujer, entre la muchacha y el muchacho. Necesitamos del deporte, del aire, del sol, del mar, de la montaña, como de la Biblioteca, que deben ser posibilidades para todos, para lo que necesitamos la movilización de todos los recursos humanos y los recursos materiales con que contemos. 

Debe ser el deporte para nosotros una gran cruzada, inyectarle sentido social, hacer en la profundidad de esto que sencillo parece, darle contenido y rodearlo de voluntad, cooperación, colaboración y proyección a todo lo largo y ancho del departamento. Se que nuestra juventud tiene fe que así será y la fortalecerá en su destino de gloria que integrado estará a procesos de avance social y cultural de nuestros municipios y departamento. El deporte ayuda a superar las diferencias, une, reafirma principios y valores, no hay fronteras en él, como no puede haberlas en prepararse más y mejor por cuanto es trabajo, cultura y educación para todos.