Columnistas
Insostenible
Por: Rubén Darío Ceballos Mendoza
Creería que no tiene porqué los magdalenenses pagar los abusos e inconsistencias de una administración, de un gobierno departamental que demuestra con afán y día con día sus abusos, desaciertos y desafueros que impactan negativamente, mal y peor nuestros asuntos administrativos públicos, todo en el departamento es inestable, irracional, falso, mentiroso, aspectos que dan para preguntarse y con razón, cómo es posible que una unidad territorial apoye a mandatarios, tanto hoy como ayer, que son una vergüenza nacional.
Tenemos un gobernador a quien muchos califican de lastre como a su antecesor, además de sostener que ello debe saberse y hay que decirlo por cuanto es verdad que abruma. Este mandatario actual, sujeto obsecuente en máximo grado con su antecesor, funesto y nefasto personaje que nunca pensó en los intereses superiores de la comunidad sino en los suyos propios al igual que este. Consideran uno y otro que es el Magdalena una tienda de esquina a la que se puede manejar irresponsablemente, con despilfarro, sin visión de nada, sin horizonte ni porvenir. Seguimos inmersos entre corrupción, desgobierno, demagogia, autoritarismo, mentiras, incumplimientos, engaños y absurdo populismo. Nada que avanzamos en lo importante, esencial, sustancial ni fundamental. Soportados estamos en naderías. Grave la seguridad en todos nuestros confines. Una delincuencia delinquiendo sin cortapisas. Un departamento colapsado y en franco desequilibrio. Nulos índices en cuanto desarrollo, progreso, bienestar, prosperidad, productividad, competitividad y crecimiento económico. Pobrísima administración, gestión y gerencia públicas. Deplorable balance en todos los campos y escenarios.
No ha entendido y de seguro no entiende nuestro gobernador, que interesan e importan fomentos, impulsos, potenciaciones. Que tiene en su mandato la oportunidad feliz de desmarcarse del gobernante y del gobierno de su antecesor y enviar el mensaje inequívoco que gobernará y luchará con denuedo en beneficio de la colectividad. Que seguirá siendo su mandato de acercamientos, diálogos, entendimientos y consensos, de lo contrario seguirá desincentivándose la posibilidad de inversiones y lastimándose como hasta hoy la imagen del departamento del Magdalena; más, por cuanto somos un departamento de gente buena y trabajadora en su inmensa mayoría que no merece que se le gobierne de la manera como ha venido siendo gobernado en últimos cuatrienios.
Vive nuestro departamento tiempos difíciles, como lo demuestran las cifras, no se ven esfuerzos para ponernos en sendas de un desarrollo integral, adversas son nuestras condiciones, nada que rompemos con los males pasados y seguimos enfrentando como departamento circunstancias extraordinariamente desfavorables. Parecemos olvidar que hay que seguir avante, con reformas y políticas públicas audaces, superando atrasos, con estabilización macroeconómica, disminuyendo la escasez, trabajar con ahínco y esfuerzo tras logros mayores que ofrezcan un mejor porvenir para todos, en lo que colabora evitar los retrocesos políticos, porque no hay desarrollo sin paz y estabilidad. Es construir un Magdalena mejor sin importar retos y desafíos, lo que nos hará en verdad admirables.
Todo se nos agrava. Los retrocesos que tenemos en desarrollo ponen en peligro vida, empleo, medios de subsistencia y el sustento de las personas. La pobreza va en aumento, los niveles de vida a la baja, revertidos están los avances logrados en equidad, educación, nutrición y la salud. Nada que ganamos terreno, nuestros pobres rezagados en lo que constituye una tragedia departamental de inequidad. Contraídos drásticamente nuestro progreso socioeconómico, sin promesa siquiera de ver posible abreviar la crisis, reanudar el desarrollo y sentar bases sólidas para un porvenir más próspero y mejor preparado para afrontar las dificultades. Y combatir los retrocesos en el desarrollo, para lo que requerimos nuevas como sólidas focalizaciones, así como establecer prioridades claras analizando qué medidas dan resultados, cuáles no, y ampliando prontamente iniciativas exitosas.