Columnistas
Cultura y deporte como poder social

Por: Rubén Darío Ceballos Mendoza
Cultura y deporte deben ser materia de especial atención, apoyo, fomento, promoción e impulso por parte de nuestros gobiernos municipales y departamental, tenidos en cuenta en sus políticas integrales, incrementar su hacer, potenciar el deporte comunitario con semilleros cooperativos, implantar e implementar en su beneficio, como existen en otras latitudes con satisfactorios resultados, centros de creatividad, innovación, libertad, arte, educación y saberes a todo nivel en los que se ofrezcan actividades culturales, deportivas, lúdicas y educativas de manera gratuita enfocándose especialmente en zonas de alta marginación y vulnerabilidad por ende.
Objetivo en esto debe ser la creación de semilleros en los que se fomente la cultura y el deporte entre la niñez y la juventud, atendiendo a una sólida política cultural y deportiva de orden social para todos, con un rubro que cubra a cabalidad las necesidades que lo cual demandaría en condiciones decentes y significativas. Fortalecernos en estas materias desde abajo, desde las bases. Necesitamos la existencia real de una cultura y un deporte de orden social que cubra todos nuestros territorios, y no solo la encaminada a los magnos eventos.
Interesa en esto, aunar esfuerzos, sumar a las organizaciones civiles que suelen aportar algunos recursos para dichas actividades. El estado, como lo estamos viendo con el recorte presupuestal en monto considerable para el deporte y la cultura de cara a la vigencia fiscal 2025, ha estado ausente en estas realidades, debiendo ser todo lo exactamente contrario para tratar de contrarrestar los niveles de sedentarismo, sobrepeso y obesidad que nos aquejan y para a través del deporte social tratar de crear comunidad, combatir la pereza, darles mejores oportunidades de vida a la niñez y la juventud.
Debe vincularse cultura, deporte y sociedad con la finalidad de llegar a positivas metas y reflexiones sobre las actuales características de los mismos en la actualidad. Entenderlos en forma amplia, estudiarlos en su gran variedad de modalidades y formas diferentes de prácticas y mediante la riqueza analítica que arrojan, reflexionar sobre ellos de una forma holística. La conexión mente, cultura y sociedad tienen su reflejo en las condiciones y hábitos de vida de los individuos que componen nuestras complejas sociedades y dan cuenta de los cambios que en ellas se producen con sus principales valores y rasgos de vida presentes. Y la perspectiva de la relación establecida entre las mismas.
Cultura y deporte son actividades multidimensionales que se encuentra imbricada sen distintas esferas y niveles de nuestra sociedad, forman parte del imaginario cultural como actividad vinculadas a mejores formas de vida. al tiempo que suponen importantes actividades de ocio y mejora de la autoestima que forma parte de las elecciones personales de los individuos en la construcción de su propia identidad, siendo a su vez importantes actividades generadoras de desarrollo social y económico, que suponen un considerable nicho de mercado y empleo, generan ingresos económicos potentes y son elementos de desarrollo social y económico en medios rurales, mediante la inclusión de actividades sostenibles dentro en las políticas públicas de desarrollo rural.
Sugiero que se invierta en estas actividades, a efecto que ayuden a aumentar la participación social en sus actividades, acudir al empleo de nuevas tecnologías mediante aplicaciones que aumenten la participación de la comunidad de manera colectiva. Son una y otra actividad importantes herramientas de intervención social que ofrecen espacios de socialización centrados en la transmisión de valores, que fomentan construcción de relaciones sociales basadas en la cooperación y confianza, reduciendo comportamientos violentos, facilitan la mejora de las relaciones sociales de tipo primarias, aporta mejoras de la autoestima en personas mayores, ayudan a maximizar la percepción subjetiva de la sensación de felicidad. Es de alto valor de deseabilidad social sin duda su hacer entre la población, puesto que aportan grandes beneficios, razones por la que debemos dejar de ver la cultura y el deporte como algo improductivo, cuando importa de ellos destacar sus múltiples como favorables aspectos, el valor que tienen como constructores y reconstructores del tejido social, y como integradores y cohesionadores de la sociedad.
