La violencia volvió a manchar el fútbol en Santa Marta

El partido entre Unión Magdalena y Once Caldas, correspondiente a la fecha 17 de la Liga BetPlay, fue suspendido en el minuto 78 tras una grave alteración del orden en el estadio Sierra Nevada de Santa Marta. El encuentro, que en ese momento iba 0-1 a favor del Once Caldas, se vio interrumpido cuando un numeroso grupo de aficionados decidió invadir el terreno de juego, obligando a los jugadores y árbitros a refugiarse en los camerinos.

La agresión de algunos hinchas del equipo samario, que se lanzaron a la cancha en protesta por la mala campaña del equipo, generó momentos de caos y tensión, empañando una vez más el fútbol colombiano en la región. En las graderías del estadio también se vivieron incidentes de tensión entre los asistentes.

El árbitro central, Carlos Ortega, decidió suspender el partido dado que no existían garantías para continuar con el encuentro. Además, se reportó que el entrenador del Once Caldas, Hernán Darío Herrera, fue alcanzado por una botella que, al parecer, le ocasionó un golpe, reflejo del nivel de violencia que se vivió en la jornada.

Esta no es la primera vez que los hinchas del Unión Magdalena muestran comportamientos violentos o desórdenes en el estadio. En la primera fecha del torneo, un ataque con piedra al bus que transportaba al equipo de Millonarios dejó heridas al portero Iván Arboleda y obligó a aplazar ese partido. También, en la fecha 9, se reportó una invasión de cancha tras el empate contra Boyacá Chicó. El estadio Sierra Nevada ha sido escenario de violencia en otros eventos, como la riña en un partido contra el Junior en 2023, que dejó una víctima mortal.

Es relevante señalar que, la entrada para el partido había sido gratuita, pero estos incidentes reflejan un descontento profundo que, en algunos casos, se ha traducido en actos vandálicos y agresiones que afectan la imagen del fútbol en Santa Marta.

Para evitar que estas situaciones se repitan, las autoridades y la administración del Unión Magdalena deberían considerar trasladar los partidos en calidad de local a otros escenarios fuera de Santa Marta. Opciones como el estadio de Ciénaga o incluso en Plato, donde la afición puede disfrutar del fútbol de forma gratuita, podrían ser alternativas para despertar mayor interés en el departamento y garantizar la seguridad.

Hasta el momento, la Dimayor no ha emitido un pronunciamiento oficial respecto a posibles sanciones para el club. Es fundamental que se tomen medidas efectivas para garantizar la seguridad de todos los participantes y evitar que la pasión se convierta en violencia. La comunidad espera que las autoridades locales actúen con firmeza ante estos hechos y que se implementen planes de seguridad más rigurosos en los próximos partidos del equipo en condición de local.

Por ahora, la situación en Santa Marta vuelve a poner en evidencia la necesidad de fortalecer la seguridad en el fútbol y buscar soluciones que permitan disfrutar del deporte sin generar violencia ni riesgo para sus participantes.