Crónica
La brujita, una composición para recordar
El reto que castigó una vida
¿Qué sería de la vida de Moisés Coronado, “Tin Tan”, si Aníbal Velásquez no hubiese grabado su canción La Brujita? Sayco le reconoce un salario mínimo legal por los derechos de autor de la obra, sin embargo, la vida de Coronado, como su canción, está envuelta en un embrujo que lo sumergió en una crisis física y emocional que, asegura, de no ser por su amor a la composición y a la música, le habría causado la muerte.
En la casita de la vieja barriada, en la casita de la vieja barriada, dicen que sale, que sale una brujita, y yo quisiera que me saliera a mí, y yo quisiera que me saliera a mí, para ver, para ver quién va a sufrir…
Este fragmento compone la letra de la canción La Brujita, interpretación famosa en todo el país y más aún en el Caribe colombiano, que fue grabada por Aníbal Velásquez. Su origen data de los años cuarenta, cuando por las calles de Ciénaga, Magdalena, transitaba Moisés Coronado Castro, quien a sus veinte años de edad se inspiró y compuso la letra y la melodía, basándose en el mito callejero de que en el municipio todas las noches deambulaba una bruja que se llevaba a todos los cienagueros.
Desde el patio de su nueva casa, sentado en un taburete, Coronado recuerda cómo fueron esos años de los cuales solo trae buenos momentos, sin embargo, su mirada deja entrever una melancolía que lo invade.
La letra de La Brujita, aunque pareciera ser un simple reto adornado de melodía, con el paso de los años parece haberse convertido en la realidad que hoy vive el autor de esta pieza musical ícono en la costa.
Moisés, a sus 92 años, reside en el barrio El Pantano de Santa Marta, es ambicioso y luchador y aunque aparenta estar bien, quienes lo visitan y dialogan con él, notan que en su alma hay un vacío, lo confirma su esposa Edna Cantillo, quien lo ha acompañado desde hace 70 años,unión que les concedió nueve hijos.
Aunque es barranquillero, Coronado ha sido un nómada en toda la región Caribe, recorriendo todos los departamentos ha salido adelante distribuyendo discos de las compañías con las cuales ha trabajado, ya sea Discos Fuentes, Sono Lux, Discos Curro, Disco Trópical.
Dentro de los municipios se destaca Sabanalarga en el Atlántico, donde pasó sus primeros años de vida en compañía de su abuelo y Ciénaga en el Magdalena, donde se hizo adulto y formó su historia como compositor.
LA BRUJITA
Al estilo de los más reconocidos juglares de la región, la canción es una inspiración de la cotidianidad pueblerina, Moisés, quien hasta la década de los cuarenta no había obtenido reconocimiento por sus letras y melodías, lo halló cuando interpretó en letras un mito popular en Ciénaga.
Se decía que en la entonces plaza del pueblo, antes zona de tolerancia, salía una bruja todas las noches a perseguir a todo el que por ahí pasara y más aún si se trataba de hombres.
Moisés, quien siempre sintió interés por lo que se decía, un día que pasaba por ahí a pleno medio día con el sol respirándole en la nuca, no quiso dejar pasar por alto el mito, y caminando, mientras se cuestionaba si era cierto o no que salía una bruja, empezó por tararear una melodía y tras haber avanzado treinta pasos, la letra, que hoy, en la voz de Aníbal Velásquez, le da la vuelta a Colombia.
“En ese momento sentí que rimaba tan bien la composición que me vi en la necesidad de escribirla, fue entonces cuando llegué a un kiosco ubicado al lado de la vía, ahí estaba una mujer, a quien le pedí un papel y, aunque no tenía, me dio una bolsa de envolver accesorios donde anoté la estrofa que durante años se han bailado y gozado muchos colombianos”, relató Moisés Coronado.
Su labor como distribuidor de discos, lo acercó a su natal Barranquilla, a donde cada mes iba por la mercancía musical que distribuía en Ciénaga y demás municipios del Departamento.
Una de las visitas del compositor a la capital del Atlántico, tendría otra connotación, ya que, por cosas del destino, su inspiración callejera finalmente sería interpretada por el legendario Aníbal Velásquez.
Quienes iban a la arenosa desde Ciénaga, como lo hacía Coronado Castro, tenían que salir a las seis de la tarde en lancha, para llegar a las cinco de la mañana porque en aquella época, la carretera que hoy comunica a Barranquilla con Ciénaga estaba en construcción.
“En búsqueda de nuevos discos y del señor Antonio Esper, llegué a Discos Carrizal a pagar los que había distribuido el mes anterior, en ese instante me acordé de la letra que días antes había compuesto, aproveché, la canté ante Antonio y sin haber llegado a la segunda estrofa, Esper me la arrebató de la mano al tiempo que me jaló del brazo llevándome hacia uno de los estudios de grabación, allí estaba nada más y nada menos que Aníbal Velásquez, dispuesto a grabar su nuevo álbum, en el cual incluyó mi canción La Brujita”, apuntó Coronado.
Cuenta Moisés que la canción fue éxito total desde su preproducción, lograr que Velásquez sin dudar le haya puesto el ojo a ese papel, consagró la emoción de Coronado, “le bastó a Velásquez colocar el papel detrás del micrófono, sacar la melodía con el acordeón y grabarla una sola vez, de ahí los retoques del técnico de sonido, y en menos de un mes la canción ya era un éxito en todo el Caribe, era obvio, la época me ayudó, estábamos en víspera decembrina”.
El melómano Moisés Coronado Castro, pasó de distribuidor a ser compositor, y en esa ocasión repartiría lo más rápido posible las cajas de Long-Play que incluían la canción de su autoría, quería darla a conocer.
Acostumbrado a vender los discos de manera esporádica, Moisés se sorprendió cuando su canción La Brujita, era el disco más pedido en los municipios a los que llegaba.
1.200 pesos recibió Coronado en la época de los sesenta por la distribución de su canción, cuantía que equiparada con la actualidad alcanzaba los cinco millones de pesos, y a tres pesos era vendido cada Long-Play.
Junto a La Brujita, Coronado compuso más de 2000 mil canciones, de las cuales le grabaron alrededor de trescientas intérpretes como Silvio Brito, Dolcey Gutiérrez, Nelson Velásquez y demás.
“ME ENFERMÓ LA BRUJITA”
Aunque científicamente no le han determinado la procedencia de sus males, el estado físico de Moisés se ha afectado durante los últimos veinte años.
No desconoce que a sus 92 años su vitalidad no va a ser la misma que la que tenía hace cincuenta, sin embargo, nos contó por las que ha pasado y de las que ha salido en compañía de su familia.
“Siete clases de gusanos invadieron mi estómago, y aunque en las clínicas me hicieron sesenta lavados, no dio abasto para curarme, de ahí duré años recorriendo pueblo por pueblo buscando curanderos, fue entonces cuando mi mujer me llevó a La Guajira, allí encontré la cura con la cual logré salir adelante, demostrándole a la ciencia médica que a Moisés Coronado Castro no le había llegado la hora”dijo.
Las plantas desconocidas a la que hace referencia la canción vallenata ‘El indio Manuel María’ de los hermanos Zuleta, no ha sido un mito, Manuel María, el reconocido indio de la región Guajira, estando en Maicao, conoció del caso de Moisés Coronado y con un bebedizo a base de plantas naturales le cambio la vida a la familia Coronado Cantillo.
“Moribundo, postrado en cama y con treinta y dos años de edad, el indio al tocar mi estómago dijo: “¡Uy Moisés! a ti si te clavaron feo, pero tranquilo que eso no es nada para el indio”, tres botellas de un bebedizo que me sabía a orín, curarían mi malestar”, apuntó Coronado.
Infortunadamente y como si se tratara del pago de una manda, Moisés solo logró tomar una botella del bebedizo, el indio fue asesinado y no alcanzó a llevar a la casa de Coronado la dosis restante.
A pesar de que solo ingirió una botella, los gusanos de Moisés desaparecieron, y un polvo suministrado por el indio también dio por terminada la bacteria que poseía Coronado en sus piernas.
En la actualidad Moisés vive en el barrio El Pantano de Santa Marta, en compañía de su esposa Edna, recibe de Sayco un salario mínimo mensual como retribución de su autoría, dinero que le es otorgado desde hace diez años.
El tiempo pasa y Coronado confiesa que no tiene la vida que esperaba al escribir cada una de sus canciones, aunque es hipertenso dice no temerle a la muerte, pero sí le teme a morir en condiciones indignas después de haber sido un hombre lleno de vida y vigor.
Su sueño es hacerle llegar al cantante español Julio Iglesias la letra de una de sus canciones, OPINIÓN CARIBE al cierre de la edición adelanta el contacto con el cantante, se espera que Coronado cumpla su sueño de hacerle llegar al exitoso intérprete una composición de su autoría.
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