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Crónica

Leyendas samarias del periodismo deportivo: ¡El poeta del fútbol!

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Por: William Gómez
“Tuve la dicha y la oportunidad de formar parte del equipo de trabajo de Joaquín Sierra Silva, la disciplina y organización era una costumbre inveterada en su programa deportivo”…
“Visión Deportiva, la opinión ética del deporte en Santa Marta, Colombia y el mundo. La palpitante actualidad del deporte con la altura y dignidad de su nacencia. Cualquier tiempo fue insuficiente para charlar con ustedes del maravilloso mundo del deporte”, con esta presentación iniciaba su trabajo radial uno de los más reputados programas deportivos de Santa Marta. La cita de los oyentes era infaltable.
Su director era el mejor comentarista deportivo de la Ciudad y del Caribe colombiano, Joaquín Sierra Silva. Toda una autoridad. Una verdadera leyenda. Irrefutable en sus comentarios. Su voz era un sello seco a la verdad.
“El maestro” o el “poeta del fútbol”, como se le conoció nacionalmente era orgullo del periodismo deportivo de Santa Marta. El tono grave de su voz y el léxico inconfundible en sus comentarios lo habría llevado a la cúspide.
Sus mejores cualidades iban de la mano con su elegancia al vestir.
Joaquín era dueño de una voz privilegiada, escasa en estos tiempos, era cantante de boleros y temas románticos. Corresponsal de Nuevo Estadio. Desde Playa Blanca, informó para “Tercer Tiempo” de Caracol, para “Minuto Noventa” de RCN y en Radio Rodadero de Todelar estuvo en “Fútbol al Aire Libre”. En esos medios quedó indeleble la huella de su calidad en su trabajo deportivo y potenció nacionalmente a Santa Marta de cuyas apariciones radiales y corresponsalías en la prensa enorgulleció a la capital del Magdalena.

‘EL PAN NUESTRO DE CADA DÍA’

Gerente por varias temporadas de Radio Rodadero, La Voz del Turismo y encargado de la dirección en una oportunidad de Radio Galeón, fue gerente del desaparecido “Totogol”, empresas en las que acumuló experiencia y sabiduría que lo catapultaron hasta convertirse en ícono del periodismo deportivo samario.
Fue una autoridad irrefutable en sus comentarios. Los mismos tenían el sello de la verdad. Mejor dicho era ‘palabra de gallero’, con lo cual queda expresado la validez en sus incontrovertibles opiniones. Fue ajeno a las polémicas y la pugna radial, muy en boga para la época, y solía decir “pico en punta y termino ganando”, denotando que en materia de opiniones deportivas llevaba la delantera ya que era de los primeros en emitir un juicio sobre determinada actividad. De allí la validez de esa opinión con lo cual ponía punto final a quien intentara polemizar con sus conceptos.
Visión Deportiva, programa radial del cual fue director y fundador, fue una insignia en la radio samaria y para el común de los oyentes- incontables por cierto- si lo decía Visión Deportiva había que ponerle el sello de la verdad con lo cual se explicaba la exactitud en el comentario de Sierra Silva.
Nunca perdonó un “viernes cultural” y fue fiel a su infaltable cigarrillo Piel roja. Los sábados era común encontrarle sentado en el sardinel de la puerta de la emisora contando a sus amigos sus odiseas del viernes cultural. Eso sí, nunca mostró flaqueza o debilidad en su voz. Estaba tal y cual el día anterior. Era una tonalidad natural y su voz no mostraba los atropellos del alcohol o del cigarro. La tonalidad y gravedad se conservaba incólume al trajín del ese “viernes cultural”.
Visión Deportiva contaba con un libreto de varias secciones donde el tema central y palpitante era “El pan nuestro de cada día”: su Unión Magdalena. Su equipo del alma. Así denominaba las inquietudes del equipo samario, cuando la desarrollaba.
El pan nuestro de cada día, era una alegoría al infaltable pan que acompañaba el desayuno de los hogares de los samarios. En esa sección no quedaba nadie en la cabina de la emisora. Solo él y nadie más. Se concentraba en ese comentario central de su programa deportivo que concitaba la atención de su incontable audiencia.
Fueron famosas las palabras de “sopla ciclón, sopla, ciclón” alusivas a la fortaleza del ‘onceno bananero’ en el estadio Eduardo Santos, y por qué no, una referencia a las fuertes brisas que soplaban en la ciudad de Bastidas. Joaquín Sierra Silva y el Unión Magdalena era un todo indisoluble.

SE APAGÓ UNA VOZ SEÑORIAL

La tarde del 29 de octubre del 2009 falleció en Santa Marta a la edad de 75 años, el conocido comentarista samario Joaquín Sierra Silva. EL SEÑOR DEL MICRÓFONO, EL CABALLERO DE LOS COMENTARIOS, quien estuvo vigente y frente a los micrófonos de Caracol, dos días antes de su muerte.
Se silenció una voz cargada de matices de sonoridad, de caballerosidad, de respeto al oyente, una voz fiel a sus principios, con una tonalidad variada y destellos de calidad.
Joaquín Sierra Silva fue una institución en la radio samaria y su legado radial partió con él no dejando herederos en la profesión que enarbolaran sus banderas o se acercaran a su disciplinado trabajo radial. Nacionalmente se le conoció como el “poeta del fútbol” y ese apelativo nació cuando participaba en el programa dominical de Radio Todelar informando sobre lo que sucedió en el estadio Eduardo Santos cuando jugaba el Unión Magdalena.
Algo que se consideró un atributo fue el respeto que despertó en los dirigentes del onceno profesional de Santa Marta y “se le respetó por su verticalidad conceptual, sus acertados comentarios deportivos”, expresó en su momento uno de los dirigentes del Unión magdalena.
Con su voz se apagaron las frases de “pico en punta y termino ganando”, “el pan nuestro de cada día” o “sopla ciclón, sopla ciclón”.
Con su deceso se sepultaron también las ilusiones de un pueblo seguidor del Unión Magdalena que veía en el ´poeta del fútbol’ un paladín de sus intereses deportivos. Hasta luego Joaco. Fuiste una leyenda y una escuela donde aprendimos los que tuvimos la fortuna de estar a tu lado. Hasta luego “maestro”, Q.E.P.D. amigo.

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