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En la institución Educativa Distrital ‘Edgardo Vives Campo’ tres estudiantes de 10 años de edad, que cursan quinto grado, resultaron quemados en un experimento que realizaban en el plantel educativo. Una menor sufrió heridas en el 45 % de su cuerpo.
Daniela Pirela Wisman
Además de lograr que los estudiantes del país obtengan un alto nivel académico, las escuelas se enfrentan al reto de brindar condiciones de seguridad integral para quienes asisten a ellas. Debe proporcionar prevención contra incendios, sismos y accidentes, y también planes contra la delincuencia y otros riesgos.
Las escuelas son sin duda alguna, un espacio para que los niños y jóvenes pasan largas horas de su vida. En ella no solo se aprenden lecciones, sino también experiencias de vida. Por ello, desde el instante en que se elige un centro educativo, los padres o responsables de los menores tienen en cuenta la calidad y el nivel del mismo, pero, además, la seguridad se vuelve un factor esencial para considerarla como una ‘buena escuela’.
Actualmente, el país atraviesa por una crisis de inseguridad que mantiene en vilo a cada uno de sus habitantes. Preocupación que obliga a que las empresas, establecimientos o escuelas trabajen también lo referente a seguridad industrial o de prevención. Los talleres de formación son una obligación para brindar soluciones que permitan sobrevivir en medio de una situación de peligro, además de los implementos para prevenirlos.
En lo referente a una escuela de calidad, esta debe responder por el pleno desarrollo educativo de los niños y jóvenes y de su integridad física. Y es aquí donde la seguridad se vuelve el mayor reto tanto para las instituciones públicas como para las privadas.
Sin embargo, el día jueves 22 de marzo, en la institución Educativa Distrital ‘Edgardo Vives Campo’ de Santa Marta, tres estudiantes resultaron quemados durante un experimento. Actividad dirigida por un profesor que no pertenecía a la institución.
La directora General del Instituto Colombiano de Bienes Familiar, Icbf, Karen Abudinen Abuchaibe, exhortó a los educadores para que tomen las precauciones necesarias cuando realicen cualquier actividad escolar que pueda poner en riesgo la integridad de sus estudiantes. “Uno de nuestros equipos psicosociales está al frente de este infortunado caso, donde no se tomaron las medidas de seguridad a la hora de realizar un experimento en clase, que le produjo quemaduras en un 45 % del cuerpo y la cara a una estudiante”.
SIN PREVIO AVISO
Luís Cárdenas es el padre de niña que recibió mayores quemaduras en varias partes de cuerpo. Él le contó a OPINIÓN CARIBE, que no recibió información previa sobre la actividad que desarrollarían en la institución, hecho que le causa indignación, porque manifiesta, que los padres de familia deben estar al tanto de lo que hacen sus hijos en la escuela, para que no haya sorpresas.
Este jefe de hogar manifiesta que su hija avanza de manera satisfactoria en su estado de salud y de ánimo, “la niña está mucho mejor, afortunadamente. Ha avanzado muy bien en el proceso de recuperación luego de lo sucedido. Se encuentra en la clínica aún, porque en un primer momento necesitó respiración artificial, pero su evolución es positiva y puede respirar por sí sola, por fortuna ya se lo quitaron. Gracias a Dios las quemaduras no le comprometieron las vías respiratorias”.
Narró su estupor al recibir la noticia, “a mí me llamó el profesor, y me pidió disculpas sin yo saber nada, me decía que no era culpa de él. Yo no sabía en un primer momento con quién estaba hablando, y a qué estaba haciendo referencia, cuando me dijo que hablaba del colegio de mi hija. Me dijo que estaban en medio de un experimento y tuvieron un accidente, y la niña resultó quemada, tiene heridas en varias partes del cuerpo. Yo le pregunté si la cara había sufrido quemaduras y me contestó que era preferible que me acercara al colegio y que allí hablábamos de lo sucedido. Yo estaba en La Guajira, porque soy conductor, me vine de inmediato y llegué al lugar. Cuando llegué encontré al profesor aturdido, y estaba haciendo diligencias para que trasladaran a mi hija a una clínica donde le brindaran mejor atención. En un primer momento le prestaron los primeros auxilios en la clínica de Medimás, ubicada en la Avenida del Libertador, cerca al colegio. Después la trasladaron a la clínica Mar Caribe”.
Hubo acompañamiento por parte del cuerpo docente durante este suceso, señala el padre de familia, estuvieron al tanto de la evolución de su hija, “los profesores siempre estuvieron pendientes y apoyándonos en el proceso, no solo a mí y a la mamá de mi hija, también a los otros padres. Pero sí percibimos que querían tener el suceso escondido, porque veíamos la demora. Por otro lado, los médicos nos decían que mi hija necesitaba mayor atención, que debía ser trasladada. Nos comentaban que la EPS se encargaba y que estaban haciendo todo lo relacionado para el traslado. Pero eso ocurrió el jueves, y el viernes a las 10:00 de la mañana nos comentaron sobre el traslado; llegó el día sábado y nada pasaba. Entonces decidimos tomar cartas en el asunto y avisar a los medios para que nos ayudaran con la difusión de lo sucedido”.
Luego de dar aviso a los medios de comunicación de la ciudad, lograron que la niña fuera traslada a la clínica Reina Catalina, ubicada en Barranquilla. El padre habla sobre la situación que vivieron alrededor del caso, al ver que su hija necesitaba atención especializada debido a la gravedad de las quemaduras y no pasaba nada. La menor sufrió quemaduras en la cara, en el cuello y en ambos brazos.
Luís Cárdenas, padre de la menor afectada, cuenta que el cirujano que la atendió, le informó que puede quedar con cicatrices, y que las quemaduras que recibió no fueron profundas, pero comprometieron el 45 % de su cuerpo.
Los otros dos niños estuvieron fuera de peligro rápidamente; las quemaduras sufridas eran superficiales, consideradas de segundo grado; no comprometieron muchas partes de sus cuerpos. Uno de ellos se quemó una parte de la espalda, y la otra niña solo una parte pequeña de la cara y la mano.
Liliana Reyes, familiar de la menor contó que tiene miedo por sus hijos, y que espera que las instituciones tengan siempre presente que la seguridad de los niños es lo primordial. Además, cuenta que ninguno de los padres tenía conocimiento de que se llevaría a cabo el experimento, “no había laboratorio, no tenían protección, estaban a la intemperie, en un antiguo comedor donde ubicaron unas mesas plásticas. Yo considero que cualquier actividad que vayan a hacer en los colegios, deben avisarnos, uno no espera que algo como esto suceda porque uno siempre confía en que en el colegio van a estar seguros”.
SEGURO ESTUDIANTIL
El rector de la Institución ‘Edgardo Vives Campo’, Mohamed Bolaño Torres, precisó, que el suceso es investigado por las autoridades, “este es un tema que se encuentra en proceso de investigación, está en mano de los organismos de control, de todos los entes que intervienen en el proceso investigativo. Nosotros le dimos curso al cronograma que teníamos establecido con el tema de seguridad de gestión escolar, va dirigido a estudiantes, docentes, administrativos, padres de familia y a todos lo que hacen parte de la institución. Los niños fueron atendidos a través del seguro estudiantil seguido por la EPS, y la institución ha estado pendiente de todo el proceso, desde el primer momento al brindarle los primeros auxilios, llevarlos a la clínica, lugar en que les dieron toda la atención y el acompañamiento hasta el día de hoy”.
UN EXPERIMENTOARTESANAL
La experiencia de laboratorio en la que resultaron heridos los tres menores, era muy sencilla, así lo afirmó el rector de la Institución, Mohamed Bolaño Torres, quien agregó, que las autoridades investigan lo sucedido.
El secretario de Educación, Julio Aguilar Carreño, comentó que desde la Secretaría se están implementando planes de seguridad, “la seguridad en el trabajo que está establecida por ley es un proceso que Alcaldía de Santa Marta y la Secretaría de Educación tienen en proceso de construcción con la comunidad docente, administrativa y con las EPS pertinentes. En lo que tiene que ver con los niños y la comunidad, está el Plan de Gestión del Riesgo escolar, en ese orden de ideas, muchos colegios están en ese proceso, de hecho, en Santa Marta tenemos más de 82 mil estudiantes en las aulas, y son muchos los riesgos y accidentes que todos los días se previenen.
Lamentablemente sucedió el accidente en el colegio ‘Edgardo Vives Campo’, en el desarrollo de una puesta en escena de un ejercicio de laboratorio artesanal y sencillo de tres aprendices de maestría, docentes del programa ‘Todos a Aprender’, las becas de la excelencia de maestría son otorgadas por el Ministerio de Educación Nacional”.
Por parte del secretario Julio Aguilar Carreño se conoció que cuando sucedió el accidente se aplicó la ruta que por ley está preestablecida, y los niños fueron atendidos. En una reunión que tuvo el pasado lunes 2 de abril con los rectores de algunas instituciones de la ciudad, mostró el Plan de Gestión del Riesgo.
Cuenta el Secretario, que permanentemente se realizan inspecciones con el fin de corroborar si las escuelas cuentan con elementos de seguridad y primeros auxilios tales como: extintores, camillas o botiquines. En el caso de la institución ‘Edgardo Vives Campo’, se evidenció que hay extintores y camilla para primeros auxilios.
Además, el Secretario de Educación explicó, que el profesor que dirigía la actividad estaba preparado para llevarla a cabo, y que también se lastimó una mano, “por lo que se presume, no se necesitaba un laboratorio exclusivamente, pero sí tomar las precauciones pertinentes. Era sobre la transformación y los diferentes tipos de energía en un pocillo o recipiente, ponían algodón con alcohol y lo encendían, esa llama tenue hacía evaporar agua que se encontraba dentro de una lata, y ese vapor subía por un tubo pequeño con el objeto de mover una pequeña hélice. El profesor notó que la hélice dejó de estar en movimiento, y presumió que era por falta de fuego, y fue cuando le puso un poco más de alcohol al algodón y es en ese momento que se produce la explosión que se expandió sobre los cuerpos de los niños”.
RIESGOS EN LOS COLEGIOS
Los colegios deben tener asegurados las tomas eléctricas, las albercas, en los comedores deben tener cuidado con el gas propano. Deben procurar que sus cerramientos estén construidos con los materiales adecuados para garantizar la seguridad de los estudiantes, quienes están expuestos a distintos riesgos escolares. Los docentes y directivos tienen la responsabilidad de salvaguardar sus vidas.
“Pensamos en proceder legalmente, aún no nos hemos asesorado, pero si lo vamos a hacer cuando la niña esté mejor. Además, necesitamos que la niña se nivele, porque cuando salga del proceso de recuperación no va a regresar al colegio en seguida, entonces esperamos que exista la posibilidad de que le envíen a un tutor o profesor para que no pierda sus clases”, así lo manifestó Liliana Reyes, familiar de la menor afectada.
El padre de la menor también tiene pensado proceder legalmente, no hacia un profesor en específico, pero sí hacia la institución; que por fortuna se encuentra muy bien de ánimo y esto ha ayudado en el proceso de su recuperación.
Han pasado varios días desde lo sucedido y los familiares no conocen el nombre del profesor que dirigió el experimento. OPINIÓN CARIBE, consultó a un abogado, quien contó cómo puede proceder la familia ante lo sucedido.
El abogado Juan Camilo Rodríguez Tinoco explica, que el Consejo de Estado es quien debe hacerse cargo del asunto, porque la institución involucrada es del Estado, “son varias formas de reparación, básicamente debe ser patrimonial. Existen responsabilidades penales, hay un tipo penal que recibe el nombre de Delito de Lesiones Personales, no se trata únicamente de la reparación civil, que es de patrimonio, si no también, responder por un delito penal, el cual puede ser culposo o dudoso. La responsabilidad puede caer sobre el profesor, o sobre el rector, bajo el hecho de que los rectores son los representantes legales y son los garantes de los alumnos que se encuentren en su institución”.
CONCILIAR ANTES DE DEMANDAR
Por otro lado, el secretario de Educación, Julio Aguilar Carreño, manifiesta que desde la Secretaría están preparados para cualquier acción legal que los padres quieran interponer. Además, se adelanta el proceso investigativo pertinente para conocer las verdaderas causas del incidente, y que, partiendo de los resultados, se buscará la conciliación con los padres de familia. “Vamos a ver qué se concilia con la familia. El docente ha deseado hasta morir por lo que sucedió, lo ideal es tener un diálogo, porque no hemos sido ajenos al hecho. Nuestro equipo sabrá proceder, pero lo ideal es conciliar, que debe ser lo primero, todos los directivos de la institución han puesto la cara por el accidente”.
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